Para mejorar la cobertura LGBT en Indonesia, los medios no pueden ser "neutrales"

por Febriana Firdaus
Dec 26, 2018 en Diversidad e inclusión
LGBT flag

"La homosexualidad es un trastorno mental que se puede curar", vociferaba un titular de Republika, el periódico islámico más grande de Indonesia. El artículo cita a un neuropsicólogo de la Universidad Al Azhar de ese país, quien afirma que las seis religiones reconocidas prohíben las relaciones LGBT, así como a un ministro que declaró que la homosexualidad está clasificada como un trastorno mental, algo que es falso.

Mientras tanto, Tribunnews, el medio digital más grande del país, tiende a ver a la comunidad LGBT a través de una lente cosificada, calificando a sus miembros como mentalmente inestables o involucrados en actividades delictivas.

"Bencong celoso apuñaló con furia a su pareja homosexual", tituló Tribunnews.

Los indonesios usan la palabra ‘bencong’ o ‘banci’ para describir a un hombre que no es lo “suficientemente masculino”.

Como con gran parte de la cobertura noticiosa de Indonesia, la forma en que se enmarcan esos artículos solo sirve para diseminar la homofobia. Los ejemplos de arriba muestran el abordaje descuidado de las historias LGBT, que se despliega desde una perspectiva religiosa en lugar de una base objetiva.

Y la cobertura apenas ha evolucionado desde la represión del gobierno contra la comunidad LGBT en 2016. Las personas LGBT todavía están poco representadas en los medios, y las publicaciones están lejos de reconocer la diversidad de hombres y mujeres.

Cambiar miedo por conciencia

En Indoniesia la temática LGBT es como el elefante en el bazar.

No ofrecemos ninguna perspectiva real sobre el tema; en su lugar solo publicamos clickbaits. No creamos conciencia sobre el respeto hacia el género y la sexualidad de los demás, sino que difundimos temor bromeando con que ser gay es una enfermedad.

En 2016, la Alianza de Periodistas Independientes (AJI) informó que una gran cantidad de medios de comunicación cometieron violencia simbólica contra la comunidad LGBT.

Según AJI, los medios locales eligen representar a las personas LGBT como criminales, mientras que pocos hablan de su identidad. Además suelen estigmatizar a la comunidad LGBT al citar solo a determinados funcionarios de gobierno, a pesar del hecho de que sabemos que es demasiado arriesgado utilizar una sola cita del aparato estatal, ya que, según investigaciones, los funcionarios estatales son quienes más fortalecen el discurso de odio contra la comunidad LGBT en Indonesia.

AJI promueve un "mejor periodismo LGBTI", patrocinado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), pero sigue habiendo dudas sobre si el esfuerzo es suficiente para tratar este tema. En los últimos dos años nada ha cambiado.

El último ejemplo es la persecución de 14 waria, o personas transgénero, en Sumatra Occidental. Los medios solo citaron a las autoridades, en lugar de tener una visión crítica sobre los arrestos.

Lo que no aprendemos en las redacciones

La razón por la que los medios indonesios no mejoran su cobertura es la falta de comprensión de la orientación sexual, la identidad de género, la expresión de género y las características sexuales (SOGIESC).

La mayoría de los medios de comunicación en Indonesia clasifican a las personas LGBT como desviados sexuales. Esto a pesar del hecho de que la cultura indonesia ha abrazado históricamente a personas transgénero en el teatro de títeres javanés tradicional y en la comunidad local de Bugis, en Sulawesi.

Los periodistas indonesios carecen de conocimientos básicos de género y sexualidad no binarios. Sus únicos puntos de referencia provienen del entorno escolar y religioso, que es intolerante y discriminatorio.

Quizás el entrenamiento de AJI pueda ayudar, pero el cambio no se producirá en el corto plazo.

El mayor problema es que casi no hay apoyo de los editores en jefe actuales de Indonesia. La mayoría de los medios más importantes evitan ofrecer una perspectiva LGBT, pero deciden hacer una cobertura que llaman "neutral".

El peligro de ser neutral es que los medios no dan ningún contexto, como ofrecer información histórica sobre el lugar de las personas LGBT en la cultura indonesia.

Por otro lado, un periodista que escribe con frecuencia sobre temas LGBT puede ser acusado de no ser "neutral" y enfrentar la reacción violenta de los islamistas.

El buen periodismo no hace concesiones

En estas circunstancias, el periodismo debe ser audaz en lugar de permanecer neutral. Debemos corregir suposiciones erróneas, incluso si significa ir en contra de la opinión de la mayoría.

En cualquier caso, una encuesta nacional reciente encontró que aproximadamente el 57,7% de los indonesios apoyan los derechos LGBT. Esto significa que cualquiera que sea su percepción de las personas LGBT, la mayoría de los indonesios cree en los derechos humanos.

Sin embargo, seguimos esperando que los medios abarquen a la comunidad LGBT en Indonesia y reconozcan sus derechos. Hoy hay poca esperanza. Y para aquellos de nosotros que decidimos hacer campaña para crear conciencia, el camino es solitario.

Los periodistas de Indonesia deberían avergonzarse de ser "neutrales". Dar el mismo peso a ambos lados y ser neutral no es la esencia del periodismo, es solo una de sus técnicas. Lo más importante es cómo entregamos el mensaje. Eso es lo que se llama periodismo con perspectiva.


Este artículo fue publicado originalmente en The Splice Newsroom y es reproducido en IJNet con permiso.

Febriana Firdaus es una periodista de investigación freelance que reside en Yakarta, Indonesia. Se enfoca en derechos humanos, incluyendo mujeres, pueblos indígenas y derechos LGBT.

Imagen con licencia CC en Unsplash, vía Peter Hershey