Mitos a evitar al informar sobre violencia y personas trans

por Margarita Martín-Hidalgo Birnbaum
Apr 12, 2023 en Lucha contra la desinformación
Dos personas caminan y una lleva una bandera trans a la espalda

Tras el tiroteo en una escuela privada de Nashville, Estados Unidos, que se cobró la vida de tres alumnos y tres profesores, se ha producido una escalada de la retórica de odio contra las personas transgénero, y algunos periodistas han contribuido inadvertidamente a ella. Al citar a funcionarios mal informados, también han validado el mito de que las personas que viven con enfermedades mentales pueden ser más propensas al asesinato en masa.

Presentamos algunas sugerencias para orientar la labor periodística y contradecir de forma constructiva la información falsa y errónea con el fin de cubrir de forma responsable situaciones de violencia y personas trans. Estas personas han sido históricamente marginadas y son objeto de estereotipos que las han convertido en blanco frecuente de ataques personales y legislaciones hostiles.

(1) Es práctica habitual que los funcionarios de seguridad compartan la identidad de género de las personas que cometen delitos, y las autoridades de Nashville han dicho que la persona adulta de 28 años que mató a tres estudiantes y tres profesores el 27 de marzo era trans. Pero la policía no ha dicho que su identidad de género esté relacionada con el motivo, y no ha dicho que sepa con certeza que el atacante se identificara como trans.

Esto ha sembrado confusión en redacciones de todo el mundo, y algunos medios pidieron consejo a la Asociación de Periodistas Trans. Nos pusimos en contacto con Kae Petrin, cofundadora del grupo y periodista de datos y gráficos del medio Chalkbeat.

"Nuestro consejo es que informen sobre los hechos", dijo Petrin, que es transgénero y utiliza los pronombres "they" y "them", en inglés. Pidió "centrarse en las víctimas, centrarse en las consecuencias", entre otras buenas prácticas para informar sobre tiroteos masivos que incluyen minimizar las identidades de los tiradores, sean del género que sean.

Si los periodistas van a abordar la identidad de género del atacante de Nashville, Petrin recomendó que expliquen que las autoridades han compartido información contradictoria y que nadie ha confirmado que el tirador se identificara como trans. Petrin también advirtió que no se debe confiar en la familia y los conocidos para confirmar la identidad de género de alguien porque "no todas las personas trans salen del armario ante las personas de su vida".

Aunque las autoridades han dicho que el tirador utilizó varios nombres, Petrin dijo que TJA no está ofreciendo orientación sobre qué nombre utilizar para identificar al atacante porque no está claro por qué los utilizaba. Algunas redacciones han optado por no emplear el nombre y el apellido que las autoridades han compartido. Otros han optado por el nombre legal que al parecer recibió al nacer, el que figura en las redes que al parecer utilizó, o ambos, dijo Petrin.

Entre los cientos de reportajes publicados sobre el tiroteo, Petrin señaló que los de Jo Yurcaba, de la NBC, destacan por su precisión y por el enfoque reflexivo con el que informan sobre la identidad de género del tirador.

Los periodistas que deseen ponerse en contacto con la Asociación de Periodistas Trans pueden enviar un correo electrónico a contact@transjournalists.org.

Para más información sobre cómo escribir con precisión sobre las personas transgénero, puedes consultar las guías de la Asociación de Periodistas Trans, la Human Rights Campaign Foundation y la NLGJA: The Association of LGBTQ+ Journalists (en inglés).

(2) La inmensa mayoría de las personas que viven con depresión, ansiedad u otras condiciones mentales no matan a nadie. La enfermedad psiquiátrica grave está ausente en la mayoría de los asesinos y tiradores en masa. Los medios de comunicación han informado ampliamente de que John Drake, jefe de policía de Nashville, dijo que Hale estaba en tratamiento por un "trastorno emocional". Pero Drake no explicó por qué eso era relevante en la investigación del tiroteo. Aunque indicó que los padres de Hale pensaban que "no debía tener armas", Drake no dio contexto a esa afirmación.

En un post publicado en el sitio web de la institución, Kelly McBride, vicepresidenta senior y presidenta del Centro Craig Newmark de Ética y Liderazgo del Instituto Poynter, recuerda a los periodistas que "la especulación sobre la salud mental puede ser perjudicial en ausencia de información concreta". Jonathan Metzl, profesor de Psiquiatría en la Universidad de Vanderbilt, estudia las percepciones erróneas sobre la violencia armada y las personas con enfermedades mentales. Su trabajo incluye una revisión de 2015 en la que él y el coautor del artículo explicaron que "poca evidencia a nivel de población apoya la noción de que los individuos diagnosticados con enfermedades mentales son más propensos que cualquier otra persona a cometer delitos con armas de fuego".

(3) Si bien existe cierto debate sobre si los tiroteos masivos son cada vez más frecuentes, son relativamente raros si se comparan con los tiroteos "cotidianos", que reciben mucha menos cobertura mediática. USA Today, The Associated Press y The Washington Post son algunos de los medios que siguen las tendencias de la violencia armada en Estados Unidos, y puedes leer más sobre estos esfuerzos en este artículo. El Philadelphia Center for Gun Violence Reporting y el Pew Research Center son algunas de las instituciones que ofrecen recursos a los periodistas que cubren la violencia armada y las implicaciones de las muertes y lesiones por armas de fuego como problema de salud pública.

Algunos artículos de consulta sobre tiroteos masivos, en inglés.


Este artículo fue publicado originalmente por la Association of Health Care Journalists (AHCJ) y se vuelve a publicar en IJNet con permiso. AHCJ es una organización independiente y sin fines de lucro que tiene la misión de mejorar la comprensión, la calidad, la precisión y la visibilidad de la información, la redacción y la edición de temas sanitarios.

Imagen de Delia Giandeini en Unsplash.