La violencia en los lugares de trabajo, como la intimidación y el acoso sexual, siempre está atravesada por relaciones de poder, tanto entre compañeros como entre jefes y empleados. Estas relaciones reflejan a menudo las desigualdades estructurales de la sociedad, como la discriminación de las mujeres y las personas LGBTQ+, que son por ello más vulnerables a este tipo de violencia. Para hacer frente a este problema en las redacciones y medios de comunicación, el diario digital GK y el Observatorio de Derechos y Justicia (ODJ) han desarrollado un protocolo para prevenir la violencia de género en estos espacios y hacerlos más seguros para las personas que trabajan en ellos.
A finales de abril se dio a conocer el "Protocolo para prevenir la violencia de género y discriminación en redacciones en Ecuador". Se realizó entre 2022 y 2023, en alianza entre GK, ODJ y los medios Indómita y Edición Cientonce. A través de cuestionarios anónimos, grupos focales y entrevistas individuales, 56 periodistas y trabajadores de redacciones de todo el país compartieron sus experiencias y demandas con el equipo que elaboró el protocolo.
El documento define varios términos relacionados con la violencia de género en el trabajo, como "acoso psicológico", "acoso sexual" y "discriminación", ejemplificando situaciones que caracterizan a cada uno de estos tipos de violencia. También presenta el marco legal en Ecuador sobre el tema y ofrece una vía para que los medios de comunicación establezcan mecanismos para prevenir la violencia, recibir denuncias, investigarlas, sancionar los casos probados y ofrecer medidas de reparación a las víctimas.
Aunque se creó a partir de una investigación realizada con trabajadores de los medios de comunicación de Ecuador y se basa en el marco jurídico de ese país, el protocolo ofrece directrices que pueden adaptarse a cualquier redacción.
Isabela Ponce, cofundadora y directora editorial de GK, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) que en 2019 ya pensaba en cómo llevar a las redacciones los temas que cubría relacionados con los derechos de las mujeres. Según ella, el acoso en las redacciones era un tema de conversación con sus colegas. "Esta violencia es súper común, pero no se suele hablar tanto de ella", dijo.
Ese mismo año se hicieron públicas las acusaciones de acoso sexual contra el periodista guatemalteco Martín Rodríguez Pellecer, fundador y entonces director del sitio web Nómada. Ponce dijo que el caso fue un "detonante" que le hizo pensar que "había que hacer algo, y pronto" sobre el tema.
Para eso habló con María Dolores Miño, abogada y directora ejecutiva de ODJ, porque la organización ya tenía experiencia en la elaboración de protocolos para la prevención de la violencia en otros ámbitos, como el universitario. La alianza quedó en suspenso hasta 2022, cuando fue posible conseguir financiamiento a través de una convocatoria de la Embajada y Consulado de Estados Unidos en Ecuador. Para fortalecer el proyecto, invitaron a participar a dos medios de comunicación: Indómita, enfocado en el periodismo feminista, y Edición Cientonce, que posee coberturas enfocadas en la diversidad sexual y de género.
El protocolo elaborado es un primer paso: "El primer paso para mí es, obviamente, poder hablar de ello. Es decir, poder hablar de esta diferencia en cómo las mujeres y las diversidades de género habitan los espacios de trabajo en los medios", dijo Ponce.
Doménica Rodríguez, coordinadora de género de la ODJ, dijo a LJR que las personas que respondieron a los cuestionarios, participaron en los grupos focales o en las entrevistas individuales compartieron algunas "historias bastante fuertes", que ponen de manifiesto una normalización de las situaciones de violencia dentro de las redacciones.
"En las encuestas también nos dijeron que si se llega a una situación de denuncia, no hay pasos a seguir. Por eso nosotros, dentro del protocolo, intentamos abordar el tema de las reparaciones y las medidas de no repetición. Lo que descubrimos es que no hay una hoja de ruta clara sobre qué hacer en estos casos, y muchas veces sigue siendo un secreto a voces, o permanece en silencio y nadie hace nada al respecto", dijo.
Además de poner el protocolo a libre disposición en línea, los equipos de GK y ODJ han hecho presentaciones en redacciones de varias ciudades de Ecuador, para socializarlo con periodistas y directores de informativos. Ya han estado en Quito, Guayaquil, Quevedo y Cuenca, y tienen previsto llevarlo a más ciudades.
Ponce dijo que, hasta el momento, la retroalimentación de los periodistas que han participado en las presentaciones ha sido "súper positiva". Según ella, "son capaces de cuestionarse ciertas cosas" al conocer los diferentes tipos de violencia laboral.
"La idea es que los periodistas lo tengan, lo consulten, lo consuman y no lo dejen guardado en una caja", dijo. "Creo que lo más complejo serán los canales de denuncia y apoyo, pero hay que crearlos. Hay mucho por hacer".
Este artículo fue publicado originalmente por LatAm Journalism Review y es reproducido aquí con autorización.