Los ganadores del Premio Knight cubrieron temas polémicos en condiciones extremas

por Margaret Looney
Oct 30, 2018 en Miscellaneous

Los ganadores del Premio Knight de Periodismo Internacional de este año cubrieron temas polémicos en condiciones extremas: uno fue secuestrado por piratas somalíes, mientras que el segundo promovió los derechos de las mujeres en Kabul, Afganistán.

El Centro Internacional para Periodistas honró a Kassim Mohamed, oriundo de Kenia, y a Sami Mahdi, oriundo de Afganistán, en su Cena de Premios anual. El premio reconoció su valiente trabajo empujando los límites del periodismo en sus países.

Mohamed, corresponsal ejecutivo de Star FM, y Mahdi, director de noticias de 1TV, fueron entrevistados por IJNet y contaron lo que han aprendido entrevistando a sobrevivientes de hechos traumáticos, buscando información detallada para un artículo de investigación y lidiando con fuentes que quieren permanecer en el anonimato.

Kassim Mohamed

Mohamed creció en el noreste de Kenia, una región donde la gente vive en condiciones muy precarias y son ignoradas en gran medida por el gobierno. Su primer reportaje como periodista de investigación tuvo un gran impacto. Reveló que los funcionarios del distrito estaban vendiendo ayuda alimentaria en vez de entregarla a los que la necesitaban. Como resultado de su informe, los funcionarios fueron despedidos. Luego Mohamed pasó a cubrir los piratas somalíes y sus esposas, la violencia de las pandillas en Kenia, entre otros temas.

Durante un reportaje, Mohamed fue secuestrado por piratas somalíes y logró grabar su experiencia en secreto.

"Aprendí una lección. Todavía era un poco inexperto y decidí ir a este lugar donde nunca había estado... Eso fue un momento de aprendizaje para mí", dijo. "Ningún reportaje vale tu vida, pero a veces hay que ir más profundo. Tomar riesgos, pero [sólo] hasta cierto punto".

Mohamed tenía que mantener su integridad periodística durante su misión en Somalia, manteniendo sus fuentes confidenciales aun cuando la comunidad internacional consideraba a estos piratas como criminales.

"No somos policías. No es mi trabajo ir a detener a ese pirata. Mi trabajo es contar la historia", dijo.

A lo largo de su carrera cubriendo temas de justicia social, Mohamed aprendió a trabajar con fuentes que han tenido experiencias traumáticas. Entrevistó a una mujer que fue violada por 12 hombres después de la disputada elección presidencial de 2008 en Kenia que provocó un episodio de violencia étnica.

Después de experimentar la angustia de la víctima durante la entrevista, él mismo tuvo que buscar ayuda psicológica y temía que la entrevista hubiera hecho más daño que bien.

"En lugar de crear más problemas a alguien que ya está pasando por una situación difícil, tienes que pensar en ellos como seres humanos", dijo. "Cuando alguien te dice: ‘No uses mi nombre o imagen’, no lo hagas. Confiaron en ti y sólo vas a agregar más dolor al problema".

En este clip de audio en inglés, Mohamed describe otra momento difícil que tuvo lugar en 2011. Caminó con refugiados somalíes hasta Dadaab, Kenia, mientras huían de una sequía y el hambre que ésta indujo.

Sami Mahdi

Mahdi comenzó su carrera periodística cuando estaba en exilio en Tayikistán escribiendo artículos para el periódico de su padre. Estudió derecho y ciencias políticas pero una vez que las severas restricciones a la libertad de expresión se levantaron con la caída del régimen talibán, Mahdi repensó sus opciones.

"Tener medios libres era algo nuevo para el país", dijo. "Fue una oportunidad de crear un futuro nuevo y convertirte en una persona diferente".

Volvió a entrar al mundo del periodismo como locutor en 1TV cubriendo abuso doméstico, violencia y política. Mahdi innovó y produjo Niqab (la máscara), un programa en el cual víctimas de violencia doméstica cuentan sus historias mientras usan una máscara para proteger su identidad.

Tardó más de un año en convencer a la primera mujer de aparecer en Niqab, porque este tipo de historias se considera tabú en Afganistán. Las organizaciones de derechos humanos, incluso los refugios y las casas seguras, se resistieron a identificar a las mujeres que podrían aparecer en el programa porque revelar estas situaciones pone en gran riesgo a las víctimas.

"Cuando hablas de este tipo de problemas dentro de la sociedad, obtendrás una gran cantidad de reacciones negativas y las mujeres piensan que si vienen a nuestro programa de televisión [van a ser víctimas de] más violencia", dijo.

El primer paso al acercarse a una víctima de un hecho traumático es expresar comprensión, dijo Mahdi.

"En un país como Afganistán, cuando una mujer es una víctima es una víctima para siempre. Ella es la víctima pero la gente piensa que ella también es la criminal", dijo. "Ella no puede confiar en el sistema judicial o en la policía. Todas las leyes la apoyan pero la mentalidad de la gente no la está apoyando, así que lo primero que necesita es compasión”.

En este clip de audio, Mahdi habla en profundidad sobre la complicada tarea de ganarse la confianza de una víctima de un hecho traumático.

El Premio Knight le proporciona a Mahdi un perfil más alto que planea utilizar para redoblar sus esfuerzos para reducir la violencia.

"En mi país hemos sufrido violencia durante tres décadas y todavía estamos sufriéndola", dijo. "Si las estaciones de televisión y los periodistas se enfocan en la promoción de la no violencia, estoy seguro que hará una diferencia para el futuro".

Fotografía de Kassim Mohamed (izquierda) y Sami Mahdi (derecha) cortesía de Knight International Journalism Fellowships.