Cuando se desempeñaba como periodista en Sri Lanka, Jesse Hardman trabajó en una plataforma online que se comunicaba con su audiencia vía mensajes de texto. Los suscriptores recibían novedades sobre todos los temas, desde partidos de cricket a una explosión, a través de sus teléfonos celulares.
Cuando se mudó a Nueva Orleans, Hardman quiso desarrollar más esa idea. The Listening Post, fundado hace dos años, es el resultado. El proyecto hace de los teléfonos personales de los usuarios una fuente de noticias y también una herramienta para conocer sus opiniones sobre asuntos grandes y chicos, serios o frívolos.
"Había estado buscando la manera de llegar a comunidades que tal vez no accedían a información para participar en la vida ciudadana”, dijo Hardman a IJNet. "Los teléfonos móviles son omnipresentes, incluso más que las computadoras portátiles, y me pareció un modo subutilizado decompartir información y averiguar qué les importa”.
Para lograr este objetivo, una herramienta fue clave: GroundSource. En lugar de simplemente enviar mensajes de texto, GroundSource es un sistema de mensajería móvil bidireccional que se utiliza cada vez más en las organizaciones periodísticas para interactuar con las audiencias. Creada por el cofundador de Public Insight Network, Andrew Haeg, algunos de los socios de la plataforma son The Center for Collaborative Journalism y la radio Namlolwe de Kenia.
Hardman conoció a Haeg en la Universidad de Stanford. En la época del debut de GroundSource, él acababa de llegar a Nueva Orleans. Durante los primeros meses de vida de The Listening Post, Hardman se dedicó a conocer la ciudad, asistir a reuniones barriales y juegos de baloncesto de medianoche a la vieja usanza: con anotadores y folletos, pidiendo a los residentes que le contaran lo que les importaba, la mejor forma de llegar a ellos y qué tipo de dispositivos poseían. Se trató de una forma de iniciar una conversación continua entre The Listening Post y la audiencia.
“Lo último que le pedimos a la gente —al darnos cuenta de que seguramente íbamos a usar GroundSource— fue sus números de teléfono”, contó. “Esto ocurrió justo cuando estalló el escándalo de Edward Snowden y la Agencia Nacional de Seguridad y, sin embargo, el 70 por ciento de las personas consultadas nos dieron su número. Se convirtieron así en mis primeras fuentes”.
A partir de ahí, The Listening Post recibió un número de GroundSource. El público solo tuvo que enviar un "Hola" a ese número para pasar a formar parte de su base de suscriptores. Actualmente, unas 1.500 personas reciben mensajes de texto regulares, que incluyen noticias y preguntas.
Una semana, el tema de discusión será el sistema carcelario y se le preguntará a la gente qué opina acerca de la función de las prisiones.
Otra semana, la pregunta será más personal, por ejemplo, por qué quienes inmigraron a Louisiana lo hicieron. A pocas semanas de un festival de jazz, Hardman planea preguntar a los usuarios qué música se escuchaba en sus casas cuando eran pequeños, y qué canción los representa.
“Es una manera interesante de llegar a una gran audiencia de una sola vez”, dice.
Las respuestas de los usuarios se usan de distinta manera: como parte de contenidos online, o como ejemplos del pulso de la ciudad, que son leídos en voz alta en la radio. Eventualmente espera llevar todas las respuestas que recolecta a alguien que pueda hacer algo, sea el intendente o una ONG.
“Con suerte, eso cerrará el círculo de interesarse, participar y que haya alguna respuesta”, dijo.
En una semana cualquiera, un índice de respuesta del 5 por ciento se considera bueno. Pero incluso si es menor será valioso si las respuestas son interesantes.
“Alguien invirtió tiempo en participar”, dice Hardman. Además, las preguntas vienen acompañadas de noticias breves. “Incluso si no quieres responder, puedes aprender algo. Recibirás un titular o te enterarás de algo que está ocurriendo en tu comunidad”.
Comparado con postear esas preguntas en un sitio web o en las redes sociales, The Listening Post —con la ayuda de GroundSource— es capaz de mantener un diálogo regular con los ciudadanos, muchos de los cuales no se interesarían en los medios ni la vida política. Tal vez lo más interesante para él es la variedad de gente que responde; no son siempre las mismas personas. En ese sentido, Hardman está casi seguro de que The Listening Post representa “lo que la ciudad siente sobre un tema determinado”.
En un principio, le preocupaba que el envío de preguntas vía celular abriera una caja de Pandora de peleas, protestas y acoso. Sin embargo, ha sido lo opuesto.
“Cuando llegamos a las personas a través de sus celulares, hacen el esfuerzo y suelen ser muy sinceras”, dice Hardman. “A veces recibo chistes o rechazos, pero creo que se debe a que no estamos tratando de imponer nuestra voluntad sino invitarlas a formar parte de una conversación”.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr vía Nicolas Nova.