La captura de imágenes aéreas es un tema candente hoy en día, pero algunos expertos creen que el periodismo drone puede tardar un tiempo más en despegar.
Después de ver cómo estos dispositivos pueden capturar imágenes espectaculares de protestas y desastres naturales quise aprender más, así que recluté a Burt Herman de Hacks/Hackers y conseguimos reunir a Chris Anderson, de Wired, Jennifer Lynch, de la EFF, Tyler Brown, del proyecto Occucopter, y Matt Waite, del Drone Journalism Lab, para un encuentro en la sede de Storify en San Francisco.
Conclusión: las dificultades y el peligro de volar vehículos aéreos no tripulados (UAVs o drones) pueden constituir un obstáculo para lograr que esta tendencia se popularice en el corto plazo, pero los periodistas seguirán interesados sobre este tema. Y es probable que algunos periodistas se animen y no les importe quebrar la ley para probar estos nuevos aparatos.
En primer lugar, los inconvenientes:
- Estos no son avioncitos de madera, sino más bien "cortadoras de césped voladoras", que requieren una cierta habilidad para ser manejadas, ya que chocan con frecuencia y pueden lastimar seriamente a las personas alrededor.
Anderson señaló al multicopter en la sala remarcando que sus aspas son como "cortadoras de césped voladoras; ni siquiera quieres pensar en qué [pasaría] si choca contra alguien".
Anderson ha estado jugando con vehículos aéreos no tripulados desde que empezó a usar el LegoMindstorm de su hijo y lo hizo volar en su patio trasero. Lo suficientemente apasionado sobre estos aparatitos como para fundar DIY drones y la startup 3D Robotics, Anderson es cauto cuando se trata de usarlos en periodismo.
- En los Estados Unidos, utilizar estos aparatos con fines periodísticos es ilegal todavía.
Pueden ser baratos y divertidos -algunos modelos básicos cuestan entre US$200 y US$400 - pero para ser legales deben limitarse a cierta distancia y altura y se deben evitar las aglomeraciones. El uso comercial es todavía muy restringido y no se extenderá a la población civil hasta el año 2015.
Jennifer Lynch, abogada de la Electronic Frontier Foundation, dijo que aún si los periodistas se hacen pasar por aficionados eso probablemente no los salve de tener problemas con las autoridades.
Y, como señaló Matt Waite del Drone Lab, en realidad puede resultar más eficiente poner a un fotógrafo en una misión de vigilancia que utilizar a un avión no tripulado que puede volar 10 minutos debido a su limitada batería.
Anderson dijo que no cree que alguien haya sido arrestado -aún- por grabar video o tomar fotos usando un avión no tripulado, citando la "advertencia" de la policía a los agentes de bienes raíces que los utilizan.
Sin embargo, hay algunas maneras en que los periodistas puedan seguir esta tendencia:
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Piensa en la aplicación de la ley y las cuestiones de privacidad. "Si yo estuviera cubriendo policiales, me gustaría averiguar si [la policía] está pidiendo un permiso", dijo Waite. Además, Lynch encabeza una demanda de la EFF que tiene como fin divulgar información sobre las 300 exenciones ya concedidas, muchas de ellas a organismos policiales locales. Porque no existe una ley de privacidad a nivel nacional, dice Lynch, una serie de cuestiones interesantes surgirán si más aviones no tripulados comienzan a ser usados por la policía para patrullar.
- Globos vs drones. “Si deseas tomar imágenes de una protesta, utiliza [una cámara adosada a] un globo”, dijo Anderson. “Eso soluciona todos los problemas (...). Es seguro, legal y si golpea a alguien en la cabeza no va a ser tan grave”.
Foto: Chris Anderson con un helicóptero en el encuentro de Hacks/Hackers San Francisco, vía Daniel Ucko.