La tierra esclava: investigación e innovación entre dos continentes

por Ana Prieto
Oct 30, 2018 en Periodismo de investigación

La colección de reportajes de investigación reunidos en el especial de eldiario.es "La Tierra Esclava" lleva un subtítulo que va directo al grano: “Así se planta en países pobres para consumir en países ricos”. El proyecto reunió a una veintena de periodistas trabajando en coordinación para descubrir las tramas ocultas detrás de cinco cultivos que alimentan a Europa (azúcar, cacao, banano, café y palma africana), y que emergen de situaciones de esclavitud y explotación, de negociados ilegales y de una sostenida depredación ambiental. Los cuatro países elegidos fueron Guatemala, Honduras, Colombia y Costa de Marfil.

Entre los hallazgos, La Tierra Esclava da cuenta de cómo las poderosas familias azucareras de Guatemala evaden impuestos en sociedades offshore y su relación con el poder político, de cómo el monocultivo de Palma Africana en Honduras está depredando el ecosistema con la connivencia estatal a pesar de las leyes vigentes, de cómo los caficultores colombianos han quedado a merced de la especulación y la concentración, del oscuro tejido político detrás del reparto de tierras destinadas al cultivo del banano en Colombia, y del rostro humano del trabajo infantil que campea en Costa de Marfil, país que provee el 40% del cacao mundial.

Eldiario.es contó con una beca de Journalism Grants por un valor de EUR19.700 para poner manos a la obra, y buscó una alianza con El Faro, un periódico digital salvadoreño que se ha convertido en una referencia de periodismo independiente y de calidad en Latinoamérica. Para producir la serie de reportajes (tarea que llevó cerca de un año), el equipo trabajó sobre el terreno, investigó y cotejó bases de datos de comercio internacional y registros mercantiles; hizo solicitudes públicas de información a cuatro gobiernos y desarrolló un producto digital que incluye periodismo narrativo, visualizaciones, animaciones, mapas y fotografías de altísima calidad.
 

IJNet dialogó con Raúl Sánchez González, redactor de datos de eldiario.es, y con Daniel Valencia, editor de El Faro, para indagar en los desafíos del trabajo colaborativo y en la producción de reportajes digitales originales.

¿Cuáles fueron sus tareas específicas dentro del proyecto?

Raúl Sánchez González: La Tierra Esclava es uno de los proyectos de eldiario.es en los que más involucrado personalmente he estado. Participé en la búsqueda de financiación, fui coordinador de contenidos, analista de datos e investigación y también estuve en la parte final de creación de elementos gráficos para la publicar.

Sin embargo, esto fue un trabajo de equipo de más de 20 periodistas que coordinamos esfuerzos para sacar un proyecto así adelante. Sin nombres como Belén Picazo, Laura Olías, Ximena Villagrán, Nelson Rauda, Gabriel Labrador, Iván M. García, David Ruiz, María Isabel Magaña y otros, este proyecto no hubiera salido. ¿Cómo investigamos las relaciones de la industria del azúcar con paraísos fiscales? ¿Y los despojos de tierra de los empresarios bananeros? ¿O el daño de la palma africana en los bosques de Honduras? Trabajando e investigando en equipo.
 

Daniel Valencia: Yo fui editor y responsable del equipo que estuvo a cargo de la cobertura en Honduras y Guatemala. El Faro asignó para esto a cuatro personas: dos periodistas que iban a salir al campo, un fotoperiodista y yo, quien era el enlace directo con Raúl y Ximena Villagrán, y que transmitía a mi equipo los acuerdos a los que llegábamos a nivel editorial y la discusión de los pormenores de la investigación. Más tarde, para evitar el doble canal, decidimos debatir entre todos.

¿Cuál fue el criterio a la hora de elegir qué recursos digitales serían incorporados a las historias?

R.S.G.: Nuestra idea principal a la hora de crear La Tierra Esclava era hacer algo diferente. Y por eso utilizamos un formato que combina el scroll de texto con cambios en la imagen de fondo, además de incluir otros elementos gráficos. Como son textos muy largos, quisimos evitar desde el principio que en los reportajes el único tipo de interactividad fuese el scroll. Desde ahí fuimos estructurando los reportajes para que los elementos gráficos ayudaran a la comprensión y complementaran el texto; ese fue nuestro criterio principal.

Por ejemplo, en el caso de Honduras, necesitábamos explicar de una manera sencilla dónde estaban las plantaciones de palma y por qué son un problema medioambiental. Entonces utilizamos mapas que se van superponiendo para contar que existen 7.000 hectáreas en parques nacionales y áreas protegidas del país.

Siempre buscamos que las fotos, infografías y mapas hablaran de lo que dice el texto. Por ejemplo, en el reportaje de Guatemala indagamos en el control del mercado interno de venta de azúcar y mostramos un puesto donde se ve que solo hay una marca de azúcar en el país. En el caso del cacao, si hablamos de niños y agricultores trabajando en la pobreza, lo ilustramos con imágenes de lo que vimos en el terreno.

¿Cuáles fueron los desafíos de trabajar en equipo desde dos continentes?

D.V.: La distancia siempre condiciona, pero todo resultó bien. Los problemas más graves fueron meramente técnicos: una conexión a Internet que fallaba, por ejemplo. Fuera de eso, el debate fue muy rico. Nosotros creemos que hacer periodismo parte de debatir mucho sobre periodismo, y la tarea de cotejar la investigación previa que había hecho eldiario.es con la información que nosotros recogíamos fue enriquecedor para todos. Cuando un proyecto está muy claro y muy bien definido desde el principio, y ambas partes aceptan el tipo de cobertura que se realizará, el resto son discusiones que se tienen en cualquier redacción del mundo.

R.S.G.: Yo creo que el mayor desafío es juntar a dos medios con culturas y modos de trabajar distintos. Pero también esto aporta grandes cosas. Gracias a El Faro nosotros pudimos contar historias alucinantes debido a su conocimiento del terreno y de las fuentes con las que estábamos tratando. Y nosotros aportamos a El Faro el análisis de datos y los elementos gráficos para hacer mejores reportajes.

¿El futuro del periodismo es la colaboración?

D.V.: Creo que la colaboración es una apuesta para el periodismo independiente, para el periodismo crítico y para el periodismo que encuentra en otro referente su aliado. No es la primera vez que trabajamos así, y los resultados han sido siempre exitosos en cuanto a impacto, llegada a las audiencias y profundidad de la investigación.

La colaboración es un camino a explotar; los periodistas nos dormimos al no hacerlo más seguido. En un mundo como éste, encontrar alianzas en diferentes países donde ocurren cosas similares y generar proyectos que denuncien esas cosas es muy positivo y un gran reto para el periodismo: “los malos” no están solo en un solo lugar, se han globalizado.

Imágenes de La Tierra Esclava.