La crisis sanitaria en el hogar: informar sobre violencia de género

por Tedi Doychinova
Jun 30, 2020 en Cobertura del coronavirus
House with mask

En alianza con nuestra organización matriz, el Centro Internacional de Periodistas (ICFJ), IJNet conecta a periodistas con expertos en salud y redacciones internacionales a través de una serie de seminarios web sobre COVID-19 como parte del Foro de Cobertura de la Crisis Mundial de Salud.

El presente artículo corresponde a nuestra serie sobre el coronavirus. Entra aquí para leer más.

La violencia de género es el principal problema de salud pública en todo el mundo, y las investigaciones estiman que una de cada cuatro mujeres sufrirá acoso o abuso a lo largo de su vida. Ante la pandemia de COVID-19, los confinamientos y las cuarentenas en todo el mundo, se teme que este tipo de violencia esté en aumento, incluso si el número de incidentes reportados sigue siendo bajo.

"La violencia de género no una pandemia invisible; es una pandemia primaria", dijo Hazel Friedman, autora y productora de documentales para la South African Broadcasting Corporation (SABC), en un seminario web organizado por el Foro de Cobertura de la Crisis Mundial de Salud. "Se alimenta de muchos otros males socioeconómicos".

Otros panelistas incluyeron a Luisa Ortiz Pérez, directora ejecutiva y cofundadora de Vita-Activa.org; Ann Marie Cunningham, becaria Lipman 2020 de derechos civiles y humanos en la Columbia Journalism School, y Jess Hill, periodista de investigación australiana y autora de "Mira lo que me hiciste hacer: poder, control y abuso doméstico". Taylor Mulcahey, editora de IJNet, moderó el evento.

 

 

Hill dijo que el abuso doméstico aumenta en momentos de recesión económica, cuando los perpetradores experimentan mayores niveles de humillación o vergüenza, como perder el empleo. Es probable desaten su furia en el espacio familiar como una forma de reafirmar cierta apariencia de control, que es lo que está sucediendo hoy con la crisis del coronavirus.

Pero la naturaleza sensible y traumática de la violencia de género hace que sea complicado para los periodistas informarla. Durante la sesión los panelistas compartieron consejos en base a experiencias regionales.

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Cuidado con la terminología

Existe un gran debate sobre qué terminología usar cuando se describe este tipo de violencia: violencia doméstica, violencia contra las mujeres, el abuso doméstico, abuso de género o violencia de pareja describen experiencias similares, pero diferentes especialistas usan términos diferentes.

Pérez dice que los periodistas deben dejar que las sobrevivientes definan lo que les ha sucedido y luego reflejar ese concepto de nuevo. De esta manera, los periodistas y lectores pueden comprender mejor las realidades de lo que sucedió.

El contexto, la cultura, la región, el idioma son importantes, al igual que tu audiencia. No usarías el mismo lenguaje en los círculos políticos que círculos académicos, y lo mismo ocurre con las personas en el terreno que lo experimentan.

En su libro, Hill usó el término "abuso doméstico" en lugar de violencia, ya que muchas personas tuvieron dificultades para ir más allá de las manifestaciones físicas de la violencia. "Cada vez que usé la palabra violencia e intenté explicar que la violencia puede significar violencia psicológica, no tiene por qué significar física, no se entendió de inmediato", dijo. El uso del término "abuso doméstico" ha provocado una discusión en Australia sobre las facetas del abuso que pasan desapercibidas, como el control coercitivo y la dominación y degradación.

Limita la confianza en los datos y las estadísticas

Los panelistas estuvieron de acuerdo en que las estadísticas pueden dar grandes titulares, pero no cuentan la historia completa y pueden llevar a interpretaciones erróneas sobre la violencia de género.

Numerosas estadísticas se limitan a sumar incidentes, en su mayoría físicos. Esta es una forma limitada de enmarcar la violencia o el abuso de género, que en realidad es "un sistema de abuso continuo que nunca se desconecta", según Hill.

El control coercitivo y los esfuerzos sistemáticos de dominación a través del aislamiento y el control a menudo pasan desapercibidos y rara vez se reflejan en las estadísticas.

Sin embargo, las estadísticas pueden ser útiles para mostrar el incremento de la amenaza. "Un informe de la ONU afirmó que si el confinamiento continuaba durante seis meses más, habría 31 millones de casos adicionales de violencia de género o violencia doméstica", dijo Hill, demostrando que las estadísticas pueden ser importantes para que las audiencias comprendan el aumento (o la disminución) de los niveles de violencia.

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Presta atención a la violencia online

“En América Latina, existe una conexión creciente entre el mundo digital y el intento de controlar y abusar, usando la extorsión o la venganza con imágenes o materiales íntimos y el trolling para atacar o reprimir y para silenciar a las mujeres", dijo Pérez. “La violencia online también es real. Y está aumentando en el contexto de la pandemia porque hay muchas personas ociosas conectadas que solo buscan una forma de controlar al resto".

Encuentra historias que no reciban cobertura

Friedman dijo que los periodistas deben hacer que la policía rinda cuentas. Haciendo un seguimiento de los casos que la policía ha investigado, o donde el autor ha comparecido ante la justicia, los reporteros pueden ayudar a las sobrevivientes y sus familias a encontrar un cierre.

Los periodistas también deberían explorar el impacto de la brutalidad policial y la desconfianza hacia la justicia. Cunningham, quien está investigando la violencia contra las comunidades de color en Misisipi, dice que hay muchos casos en los que las mujeres negras han llamado a la policía para denunciar violencia doméstica, y han terminado siendo asesinadas por la policía.

Hill dijo que en Australia la policía arresta o multa rutinariamente a las mujeres indígenas que llaman pidiendo ayuda por cosas como multas impagas o un perro no registrado.

Otra historia que no ha recibido cobertura es la resistencia de las mujeres. Las mujeres no solo son vulnerables, sino que sobreviven y se convierten en estrategas magistrales.

“Ayer estuve en un panel con dos sobrevivientes hablando de resistencia y voluntad. Están realmente hartas de escuchar a las víctimas descritas como vulnerables”, dijo Hill. "Dijeron que necesitaban ayuda y estar a salvo, pero no lástima ni compasión. Eso es casi insultante para algunas mujeres. Escuchar lo mismo una y otra vez les impide identificarse como víctimas de abuso doméstico. Y evita que los tribunales vean a las víctimas como algo más que la víctima ideal, pasiva y sumisa".

Evita el "porno del trauma"

Los panelistas estuvieron de acuerdo en que los periodistas deben abordar estos temas con cuidado para evitar dañar las fuentes, retraumatizar a las sobrevivientes o explotar las experiencias de las mujeres.

No es tu papel perpetuar el "porno del trauma", especialmente cuando trabajas con imágenes, dijo Friedman.

"Como productora de televisión, es un tema increíblemente sensible porque tenemos que decir por qué mostramos lo que mostramos", agregó. “Pero también debemos respetar los límites y los espacios íntimos de dolor que encontramos. A veces debes saber cuándo no encender la cámara y solo escuchar y seguir las indicaciones de la persona que te ha confiado una vivencia terriblemente dura".

Cuídate

“Deben cuidarse ustedes mismos. Estos no son temas fáciles”, dijo Pérez. “Necesitamos ser capaces de protegernos de traumas indirectos tanto como podamos siendo buenos con nosotros mismos y siendo honestos sobre por qué y cómo estamos haciendo la cobertura que estamos haciendo".


Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía Tatiana Rodriguez.