Gumersindo Lafuente tiene más de una década innovando en los medios. En la primera parte de la entrevista con IJNet, habló sobre su más reciente proyecto: Por Causa, una fundación sin ánimo de lucro que usa el periodismo de datos para investigar las causas de la pobreza y la desigualdad.
En esta segunda parte, Lafuente cuenta qué lecciones aprendió de Soitu (uno de sus grandes proyectos anteriores) qué nuevos medios lo inspiran y por qué es importante que los periodistas entiendan de tecnología. Esta entrevista fue editada con el fin de hacer la lectura más clara y breve.
IJNet: Usted fundó Soitu, un proyecto que recibió muchos premios por ser muy innovador, pero que sin embargo tuvo una corta duración. ¿Qué lecciones aprendió de ese emprendimiento?
Gumersindo Lafuente: Soitu era un proyecto que en principio no tuvo nada que ver con Por Causa, ni por el momento ni por el modelo.
Soitu nació en un momento totalmente distinto al que vivimos hoy; estábamos, por decirlo de alguna manera, en la cresta de la ola de la burbuja económica. Era un proyecto muy ambicioso que tenía una parte puramente periodística y otra de desarrollos tecnológicos para el periodismo.
En ese momento, por la situación económica y por el tipo de financiación que conseguimos, decidimos hacer un proyecto muy ambicioso.
Nuestro proyecto seguramente era tan innovador que habría vivido mucho mejor en el mundo actual de las redes sociales que cuando nació. Soitu estaba hecho casi a la medida del mundo de Twitter y de Facebook. Cuando nació Soitu, Facebook sí existía, pero no tenía la relevancia que hoy tiene, y Twitter no existía. Nacimos prácticamente al mismo tiempo.
Lecciones que son fáciles de conocer hoy cuando han pasado ya tantos años y tanta crisis pero que en su momento no eran tan sencillas, si no, no hubiéramos cometido algunos errores. Creo que algunos cometimos.
Creo que nuestro proyecto era mucho más interesante y más poderoso de lo que nosotros mismos pensábamos, sobre todo en la parte tecnológica. Y quizás no supimos aprovechar todo el potencial tecnológico que tenía nuestra empresa para que sobreviviera la parte periodística. En realidad, tampoco lo tuvimos fácil. Nuestro accionista, que fue extremadamente generoso en el arranque del proyecto, en su final no nos dejó fácil la salida. Tampoco el derrumbe violento de la economía mundial, y de la española, nos lo puso sencillo.
IJNet: ¿Hay algún medio nuevo o emprendimiento que le esté llamando la atención?
GL: En América Latina hay un puñado de nuevos medios verdaderamente pujantes, que hacen un gran periodismo, como son El Faro.net de El Salvador, La Silla Vacía y Verdad Abierta de Colombia.
Son sitios algunos de nicho, otros muy de conflicto, otros políticos… Son periodísticamente verdaderamente relevantes. Casi todos tienen un problema: su financiación. Muchos de los que he citado están financiados por fundaciones internacionales, algunas norteamericanas, y no terminan de encontrar un modelo de financiación estable.
Creo que eso va a surgir. Hay uno en Argentina que me resulta muy interesante: Chequeado.org. Otra iniciativa en Chile muy interesante es Poderopedia. Algunos son medios; otros son sitios que se dedican a crear herramientas para controlar al poder. La propia ProPublica es un ejemplo interesantísimo.
Aquí en España hay medios nuevos, El Diario.es, que tiene ya más de un año, e InfoLibre, pero, siendo interesantes, son todavía tremendamente clásicos. Por la situación económica que hay en España, es difícil encontrar financiación para determinado tipo de innovación.
Lo que vemos es que los editores de los medios tradicionales no encuentran el camino, y estamos viendo cómo algunos le están cediendo el [camino] al mundo de la innovación. Cosas como lo que ha pasado con la compra del Washington Post por [Jeff] Bezos van a seguir pasando, y vamos a ver en los próximos meses o años como millonarios digitales van a comprar o fundar medios periodísticos.
Esto en realidad no es nada nuevo. En cada revolución industrial, los que han hecho dinero fundaron medios periodísticos. Eso pasó en España a finales del siglo XIX y volvió a suceder a principios el siglo XX. Los industriales que tenían éxito en sus negocios, una de las cosas que hacían era o comprar o fundar periódicos. Ahora va a suceder algo parecido, después de muchos años en los que, en casi todo el mundo, los medios de prensa han estado en las mismas manos, en muchos casos en manos de familias que se iban pasando [la posta] generación tras generación.
IJNet: ¿Qué habilidades son necesarias para los periodistas hoy en día? ¿Qué consejo le daría a los estudiantes de periodismo?
GL: Hay consejos generales que tienen que ver con la conciencia de que el trabajo periodístico es un trabajo extremadamente delicado, que hay que ejercerlo todo el rato sin perder eso de vista. También que tengan en cuenta que nuestro mundo está hoy en pleno cambio absolutamente revolucionario y que, por lo tanto, hay muchas cuestiones en las que no hay verdades absolutas.
Tercero, que no le tengan miedo a la innovación, y que no le tengan miedo a la tecnología. Si hace unos años le podíamos decir a un periodista que viajase mucho y que aprendiese muchos idiomas, hoy eso sigue siendo importante --la curiosidad, la perseverancia-- pero es fundamental comprender la tecnología. Hoy comprender la tecnología es tan importante como hablar idiomas, y saber que la tecnología es lo que permite en muchos casos al periodismo ser innovador y competitivo.
Para los estudiantes, si además de tener pasión por el periodismo tienen facilidad para el manejo de la tecnología, creo que van a tener un futuro mucho más sencillo en el oficio.
Maite Fernández es jefa de redacción de IJNet. Es bilingüe en inglés y español y tiene una maestría en periodismo multimedia de la Universidad de Maryland.
Foto: publicada con licencia Creative Commons, cortesía de wicho en Flickr.
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