Funcionarios y famosos: así circuló la información falsa en las elecciones nigerianas

Apr 13, 2023 en Lucha contra la desinformación
Piezas de Scrabble que deletrean la palabra votar

Cuando la comisión electoral nigeriana anunció en febrero que Bola Ahmed Tinibu, del gobernante Congreso Progresista, había ganado las elecciones presidenciales del país, Wale Adekola, quien votaba por primera vez, pensó que el anuncio era falso y que el recuento final había sido manipulado, ya que no se correspondía con los resultados compartidos por figuras populares a las que seguía en las redes sociales.

Adekola estaba seguro de que Peter Obi, favorito inesperado en muchos sondeos preelectorales, había ganado. "Aparecieron varios videos en las redes. Vi bastantes fotos de papeletas rellenas que revelaban que el Partido Laborista [el partido de Obi] era el ganador de las elecciones presidenciales", dice.

Aunque la desconfianza en los resultados electorales oficiales no es una tendencia nueva en la política nigeriana, muchos como Adekola creen que las últimas elecciones estuvieron amañadas. Esto ha sido alimentado tanto por información creíble sobre irregularidades electorales durante el proceso de votación, como por la desinformación que se difundió durante las elecciones. Fue el caso de las denuncias de fraude electoral masivo que los equipos de la campaña presidencial utilizaron como arma para sembrar dudas sobre los resultados. En enero, un reportaje de la BBC reveló que actores políticos pagaron en secreto a influencers hasta 20 millones de nairas (US$43.000) para que instalaran la idea de un fraude electoral.

"Registramos una serie de noticias falsas diseñadas para influir en la decisión de los votantes de todo el país", informó FactCheck Elections.

El año pasado, en una carta abierta, la coalición nigeriana de verificadores de hechos instó a los políticos a no difundir desinformación antes de las elecciones. A pesar de la advertencia, esta persistió hasta el día de votación.

"Los proveedores de información falsa no cejan en sus malintencionados esfuerzos por desacreditar a la comisión electoral", dijo Olusegun Agbaje, comisario residente de la Comisión Electoral Nacional Independiente, en una rueda de prensa celebrada en Lagos antes de la jornada electoral.

Nuevos patrones

Personalidades famosas también difundieron información falsa durante las elecciones, de acuerdo con el informe de FactCheck Elections.

Por ejemplo, Rinu Oduala, una popular activista nigeriana, compartió un video en Twitter durante el recuento de los resultados electorales alegando que se estaban manipulando. El equipo de FactCheck Elections analizó el video y determinó que las acusaciones eran falsas.

"En comparación con 2019, vimos un aumento en la difusión de desinformación, especialmente en las plataformas sociales durante las elecciones", dice Kemi Busari, editor de la organización de verificación Dubawa. Señaló además que circularon en línea afirmaciones falsas sobre candidatos que se retiraban de la carrera, así como fotos y videos de elecciones pasadas.

Este problema no es exclusivo de Nigeria. La desinformación contribuyó a la insurrección del 6 de enero tras las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, y en Brasil ha proliferado la información falsa en torno a sus elecciones, especialmente en WhatsApp, influyendo en un intento de golpe de Estado a principios de este año. En la India, la difusión de información falsa ha provocado violencia contra los indios musulmanes.

Contrarrestar los contenidos falsos

La Ley de Ciberdelincuencia de Nigeria de 2015 establece que difundir información falsa es un delito punible con hasta tres años de cárcel, una multa de aproximadamente siete millones de nairas (US$15.000), o ambos.

Aunque expertos como Olasupo Abideen, jefe de operaciones de FactCheck Elections, aplauden la política, siguen sin estar convencidos de que el gobierno esté realmente interesado en luchar contra la difusión de desinformación. Después de todo, sus propios funcionarios han sido acusados de promover falsas narrativas.

"No se ha castigado realmente a quienes comparten desinformación", afirma Abideen. "A veces es incluso lamentable que los responsables de las cuentas del gobierno en las redes sociales también compartan noticias apócrifas. En su pequeña capacidad lo intentan, pero pueden hacerlo mejor a la hora de castigar a los infractores".

Entre sus esfuerzos, FactCheck Elections está preparando infografías que muestran a personalidades populares que difundieron información falsa durante las elecciones.

"Suele ser un caso de impunidad; a los responsables no les importa. Saben que pueden compartir esos contenidos, utilizarlos para influir en las decisiones electorales y salir impunes", afirma Abideen. "Es un gran desafío para nosotros. Solo podemos verificar datos para dar a la gente información precisa, pero no tenemos poder para procesar".

Busari, por su parte, quiere que las redes sociales, especialmente aplicaciones como WhatsApp y Facebook, hagan más por controlar la difusión de información falsa. "Tienen que ser más estrictos con sus plataformas. Algunas personas también abogan por que el gobierno haga más por perseguir a los vendedores de falsedades, aunque eso también podría conllevar algún tipo de supresión del derecho a la libertad de expresión", afirmó.

Por otra parte, Dubawa acaba de poner en marcha un servicio comunitario de verificación con la International Fact-Checking Network y Meta. El proyecto espera "garantizar un ecosistema informativo saludable, salvaguardar la democracia y promover la transparencia entre los ciudadanos".

También se espera que la iniciativa aborde el problema central de la accesibilidad a las verificaciones, especialmente entre las comunidades que no hablan inglés en África Occidental, Nigeria, Ghana y Sierra Leona. Los planes incluyen el uso de WhatsApp para difundir traducciones de contenidos verificados en inglés a lenguas locales como el hausa, el igbo, el twi y el krio.


Fotografía de Glen Carrie en Unsplash.