Esta es la séptima entrega de nuestra serie "Fact-checking en el mundo", que destaca el trabajo de organizaciones que luchan contra la desinformación. Puedes leer los otros artículos aquí.
Los esfuerzos por frenar la circulación de noticias falsas han crecido sin parar desde 2016. Ese año, durante las conversaciones previas al acuerdo de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Consejo de Redacción (CdR), una asociación que promueve el periodismo de investigación en Colombia, lanzó la primera organización de fact-checking del país, centrada en la verificación del discurso público.
Modelado a partir de Chequeado de Argentina, Colombiacheck, inicialmente financiada por Open Society Foundations, comenzó una difícil batalla contra la difusión de noticias falsas en las redes sociales antes del referéndum sobre los acuerdos de paz.
En el otoño de 2016, los colombianos votaron en contra del acuerdo con los rebeldes de las FARC por un margen de menos de un 1%. Luego de ese asombroso resultado, un prominente funcionario admitió haber engañado deliberadamente a la población antes de la votación con "mensajes tergiversados" en las redes.
Ese fue un punto de partida para Colombiacheck, que comenzó a buscar estrategias para reducir la proliferación de noticias falsas. "Al igual que los académicos, creemos que los resultados del referéndum se debieron a la gran cantidad de desinformación", dice Dora Montero, periodista de investigación y cofundadora de Colombiacheck. "El referéndum fue la primera alerta para que buscáramos una visión global sobre la desinformación y creáramos una estrategia, en la que todavía estamos trabajando".
Después de esta primera fase, Colombiacheck trabajó verificando el discurso público durante la campaña electoral presidencial y ahora se ocupará de las elecciones regionales. Esperan crear más alertas cuando se comparten noticias falsas e informar a los ciudadanos sobre cómo reconocer información falsa o engañosa en las redes sociales. También esperan desarrollar investigaciones en profundidad.
Desde su creación, Colombiacheck estableció una sólida metodología, similar a la de Chequeado, pero ha adoptado ciertos detalles más acordes a su contexto. Como parte de la Red Internacional de Fact-Checking (IFCN), están certificados y se adscriben a sus principios.
El equipo, formado por cinco periodistas y un pasante, cuenta con un sólido método de análisis de datos. La editora de datos Miriam Forero dice que "Colombiacheck ha identificado que el componente de análisis de datos es ideal para aplicar a la metodología de verificación, ya que otorga precisión".
Ampliando su alcance
CdR, que cuenta con más de 120 periodistas asociados en todo el país, ofrece capacitación sobre metodología de verificación de datos e información. El año pasado realizaron tres talleres en todo el país para medios locales y ofrecerán tres talleres más este año.
Como Colombiacheck es parte de la red, constantemente toman cursos para mejorar y aprender más sobre análisis de datos y nuevas herramientas tecnológicas. Una de ellas es Twitter Check, una herramienta de búsqueda en bases de datos que les permite rastrear tendencias.
A pesar de sus esfuerzos, Colombiacheck no asumirá la responsabilidad de poner fin a las noticias falsas porque es difícil detener la desinformación. Montero dice: "Si una noticia falsa se extiende 10.000 veces en las redes sociales en solo una hora, al publicar los chequeos no llegamos ni a la tercera parte de la audiencia que ya ha alcanzado".
Este año Colombiacheck colaboró con otros medios como El Colombiano, La Patria, Semana y Pulzo, con el fin de volver a publicar sus chequeos y acceder a un público más amplio. Además, el sitio brinda capacitación en fact-checking a redacciones.
Hoy Colombiacheck está financiado por el National Endowment for Democracy, Deutsche Welle Akademie y Facebook, que recientemente desempeñó un papel importante en la lucha contra las noticias falsas. La plataforma está trabajando con verificadores certificados para comprobar la veracidad de la información que circula dentro de la red.
Colombiacheck es una de las 24 organizaciones de fact-checking que trabaja con Facebook. “A través de este acuerdo los ayudamos a verificar la información que se publica allí", cuenta Montero. "Así Facebook puede denunciar a quienes están publicando noticias falsas y bloquearlos".
Con el objeto de llegar a audiencias más grandes, también están recibiendo consultas de parte de los lectores.
"Nuestros lectores sugieren temas y piden que chequeemos información que vieron en otros medios", dice Forero. Después de evaluar la solicitud, pueden investigar las consultas de sus lectores y publicar los chequeos en su sitio web. Ahora el reto es adoptar nuevos formatos, como la búsqueda automatizada para verificar declaraciones de manera instantánea, y también ser más eficaces comunicando su trabajo.
"Necesitamos aventurarnos en formatos nuevos e innovadores y utilizar los mismos canales que se utilizan para difundir noticias falsas con un lenguaje claro y convincente", dice Forero.
Pero el desafío no es solo de Colombiacheck. La difusión de desinformación en las redes sociales ha planteado nuevos retos a los medios de comunicación tradicionales.
De acuerdo con Montero, tener fact-checkers en el staff de un periódico –incluso un periódico de primera línea– no es habitual. A excepción de La Silla Vacía, un sitio que desacredita noticias falsas vía WhatsApp, hay muy pocos equipos editoriales que incluyen prácticas de verificación.
"Los medios no tienen el entrenamiento o el conocimiento para aplicar la metodología del fact-checking", dice.
Colombiacheck abrió un nuevo capítulo para abonar a la veracidad del discurso público en el país. "Cuando comenzamos, publicábamos chequeos constantemente pero las noticias falsas eran imparables", cuenta Montero. "Ahora la capacidad de suspender a los medios por publicar o compartir noticias falsas creará un nuevo tipo de control".
Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía Arthur Osipyan.