Bienvenidos a la primera entrega de nuestra serie "Fact-checking en el mundo", que destaca el trabajo de organizaciones que luchan contra la desinformación.
Chequeado cuenta con un pequeño equipo de ocho periodistas de tiempo completo y ocho de medio tiempo, pero la organización argentina sin fines de lucro se ha convertido en un líder mundial en la lucha contra la desinformación.
La organización fue fundada en 2010 por un químico, un economista y un físico insatisfechos con los medios tradicionales y preocupados por las políticas públicas de su país.
"Cuando nacimos, nuestro sistema político estaba realmente polarizado y el gobierno anterior peleaba abiertamente con los medios privados del país", cuenta Laura Zommer, directora ejecutiva y periodística de Chequeado. "Los ciudadanos y lectores quedaron en medio de esa pelea".
La misión de Chequeado era clara: mejorar la calidad del debate público brindando evidencias y datos abiertos para informar mejor a los ciudadanos.
En los últimos ocho años, la organización ha crecido y ahora está capacitando a periodistas de toda América Latina. Chequeado está estructurado en tres áreas: medios, educación e innovación, pero los equipos trabajan juntos en una oficina en Buenos Aires. Cada semana se reúnen durante dos horas para discutir proyectos en curso y nuevas ideas.
Para Zommer, el éxito de la organización es el resultado de cómo abordan los proyectos. Siempre se preguntan si otro medio de comunicación ya ha hecho lo mismo, y si serían la organización más idónea para desarrollarlo.
"Tratamos de no repetir cosas que otros ya están haciendo más o menos bien. Siempre nos preguntamos cómo podemos diferenciarnos”, dice.
Dentro de Chequeado, si un periodista tiene una idea que uno de sus compañeros estaría más capacitado para llevar adelante, la idea se comparte.
"Somos un equipo. No tenemos ‘estrellas’; la estrella es Chequeado", dice Zommer. "Intentamos tener más impacto como organización que como individuos".
Para Zommer, es particularmente importante que Chequeado llegue a personas que no consumen medios tradicionales ni noticias políticas y económicas.
"La razón por la que necesitamos llegar a estas personas es porque la investigación muestra que el fact-checking es mucho más eficiente y tiene un mayor impacto entre quienes no tienen posiciones políticas fuertes", explica.
Para lograrlo, Chequeado adopta un enfoque opuesto al de la mayoría de los medios tradicionales. Durante décadas, los medios han presentado investigaciones de manera formal para demostrar su credibilidad.
"Creemos que debemos ser serios en nuestras investigaciones, pero no en la forma en que las presentamos", dice, y agrega que hay muchas personas que no están dispuestas a leer artículos sobre datos y estadísticas.
"Siempre estamos pensando cómo podemos llegar a quienes no quieren escuchar malas noticias o información que en el pasado se consideraba aburrida".
Por eso el equipo busca constantemente nuevos formatos y métodos para llegar a las audiencias.
El año pasado, Chequeado colocó un juego de mesa gigante, similar al Juego de la Oca, en un parque público de la ciudad de La Plata. El juego relataba su investigación sobre la falta de progreso de las obras públicas de la ciudad tres años después de una gran inundación.
La misma idea se repitió en otros cuatro parques públicos con otras investigaciones.
"Los niños querían jugar y sus padres tuvieron que esperarlos y mientras esperaban escuchaban, y mientras escuchaban, se informaron", cuenta.
Chequeado también apunta a los adolescentes a través de su programa educativo. En Argentina, los ciudadanos pueden elegir votar desde los 16 años. Después de los 18, es obligatorio. Los periodistas de la organización buscan llegar a los jóvenes a través de las redes sociales y el lenguaje, las imágenes y los formatos con los que están familiarizados.
Con el fin de mantenerse transparentes, la metodología de verificación y el modelo comercial de Chequeado están disponibles en su sitio web.
En su programa de periodismo de investigación, recientemente inaugurado, también intentan evitar citas extraoficiales, muestran todos sus datos y explican cómo obtienen sus documentos.
Era importante para Zommer lanzar un programa de investigación para ser más proactivos como fact-checkers.
"Con el fact-checking solo se analizan los problemas que ya están en el debate público. Los que no están no se pueden abordar", explica.
Zommer considera que Chequeado está teniendo éxito en su misión. Después de las últimas elecciones presidenciales argentinas en 2015, la organización encargó una investigación independiente para comprender mejor cuál había sido su impacto. La mayoría de los participantes del estudio dijeron que Chequeado había actuado como árbitro, proporcionando datos y contexto durante el período electoral.
Con la expansión de la desinformación en las redes sociales, Chequeado dedica una sección de su sitio web a desacreditar declaraciones falsas. Sin embargo, Zommer cree que es más importante educar a los ciudadanos para que sean críticos.
"Creemos que es importante estar atentos, pero también somos conscientes de que no vamos a frenar las noticias falsas desde nuestras redacciones porque crear noticias falsas es más fácil y más rápido que verificar", dice. "Simplemente podemos contribuir a crear una mayor conciencia pública sobre el problema de la desinformación".
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Max Pixel.