Estudiantes nigerianos utilizan el periodismo para responder a las huelgas

Oct 11, 2022 en Noticias locales
Hombre leyendo el periódico

Hay más de 90 universidades públicas en Nigeria. Estas instituciones dependen principalmente de la financiación del gobierno que, históricamente, ha sido escasa. En los últimos siete años, el gobierno federal solo ha destinado entre el 6% y el 8% de su presupuesto anual a la educación, muy por debajo del 15% mínimo recomendado por la UNESCO.

La falta de financiación ha llevado a frecuentes protestas de profesores. Desde la transición del gobierno a la democracia en 1999, el Sindicato de Personal Académico de las Universidades (ASUU) ha ido a la huelga más de ocho veces.

La última huelga de ASUU comenzó en febrero de este año, siguiendo la estela de una huelga de nueve meses en 2020. Lo que comenzó como una huelga de advertencia de un mes, se ha extendido durante más de siete. Es el resultado de un acuerdo incumplido de 2009 con el gobierno federal que, se suponía, iba a mejorar el bienestar de los empleados e implementaría un plan de pagos para profesores.

El actual conflicto ha puesto en una situación difícil a estudiantes, profesores e incluso a algunos empresarios. La imprevisibilidad de las manifestaciones también hace que los estudiantes nigerianos se gradúen con retraso.

Sin embargo, algunos periodistas estudiantiles han aprovechado la situación para informar y utilizar el oficio como una herramienta de protesta en sí.

El impacto de las protestas en los estudiantes

Durante los dos primeros meses, Olayide Soaga, estudiante de tercer año de ciencias políticas en la Universidad de Ilorin, recuerda que esperaba que la protesta terminara rápido para poder asistir a clases. "Durante los dos primeros meses tenía esa esperanza. Le decía a mi compañera: 'No te preocupes, pronto van a levantar la huelga'", dice.

Al darse cuenta de que no iba a terminar pronto, Soaga escribió un artículo para el Nigeria Guardian en el que explicó que la paralización cuesta dinero a padres y estudiantes, quienes siguen teniendo que pagar el alquiler en los albergues, a pesar de no vivir en ellos cuando se cancelan las clases. Esta historia se inspiró en su propia experiencia.

Soaga sumó también las vivencias de sus compañeros. Esperaba que, al escribir sobre el tema, más gente conociera el alcance total del daño causado a los estudiantes.

"Hay varios efectos subyacentes con que los estudiantes deben lidiar, y parte de ellos es el dinero que estamos perdiendo", dice. También espera que el artículo tenga un impacto para los estudiantes: "Quiero intentar que la gente se involucre con los estudiantes para ver cómo pueden ayudarles, quizá desde el punto de vista de los propietarios o de los locadores".

Los efectos que la batalla entre la ASUU y el gobierno en los estudiantes es también una gran preocupación para Adebayo Abdulrahman, un estudiante de ciencias políticas de la Universidad de Ibadán. "Es como si se hubiera convertido en algo normal que las escuelas estén cerradas durante seis meses", dice.

El joven considera que publicar acerca de la situación recordará al público lo crucial que es que los estudiantes nigerianos estén en las aulas. "Soy periodista estudiantil; la única manera de expresar mi descontento y llamar la atención sobre la situación es escribir sobre ella y los efectos que tiene en los estudiantes nigerianos", explica.

El periodismo se convirtió en una herramienta de protesta después de que las distintas partes interesadas, incluyendo los estudiantes, organizaran sus propias manifestaciones con la esperanza de poner fin a la huelga de profesores. Pero como ni el gobierno ni la ASUU mostraron signos de ceder, las presiones externas desaparecieron.

Sin embargo, periodistas estudiantiles como Soaga y Abdulrahman siguen utilizando la escritura para expresar sus quejas y demandas. La huelga, en opinión de Abdulrahman, impide a los estudiantes avanzar con sus vidas. "Lo que la huelga significa es que no puedes tomar decisiones informadas sobre el siguiente paso que quieres dar en la vida. Ni siquiera sabes cuándo vas a terminar el actual ciclo académico", dice. Para él, cubrir los acontecimientos ha puesto de manifiesto la despreocupación del gobierno nigeriano por el sistema educativo del país.

El trabajo de Soaga la hace tener sentimientos encontrados. Si bien le alivia saber que no es la única que debe lidiar con ciertos obstáculos, también le preocupa que nadie ayude a los estudiantes. "Esta no es una historia feliz. Me alegré de informar sobre ella, pero es una historia triste", dice.

Perseverancia

El 8 de septiembre, el gobierno federal demandó a la ASUU, y el Tribunal Nacional de Trabajo ordenó a la ASUU que cesara la huelga, mientras reexaminaba las demandas presentadas. El sindicato apeló esa decisión ante los tribunales.

Abdulrahman tiene previsto seguir escribiendo sobre la huelga. "Como periodista, no puedo ir a las reuniones de la ASUU ni a las organizadas por el Ministerio de Educación. Lo único que sé hacer es escribir, y pienso seguir informando sobre el tema".

Tras la publicación del artículo de Soaga se creó un Twitter Space en el que pudo hablar de su cobertura  e invitar a otros estudiantes a compartir sus experiencias sobre la huelga.

"Prefiero la reanudación de las clases a cualquier titular, pero si hay alguna posibilidad de volver a escribir un artículo lo haré con mucho gusto", dijo.


Imagen de Muhammadtaha Ibrahim Ma'aji en Unsplash.