A medida que la crisis climática se intensifica, la información sobre el medio ambiente se convierte en un tema cada vez más urgente. En África, esta cobertura es hoy más sólida que nunca, llenando un vacío de conocimiento en las comunidades africanas.
Un informe de Afrobarometer indicó que, entre 2016 y 2018, algo menos de seis de cada diez africanos dijeron haber oído hablar acerca del cambio climático. De este grupo, el 52% creía que su causa era únicamente por las actividades humanas, el 27% creía que los cambios naturales eran los responsables y el 16% consideraba que ambos eran causantes. Un poco más de 1 de cada 4 (28%) africanos dijo tener una comprensión adecuada de las causas y efectos del cambio climático.
Históricamente, los ciudadanos africanos han sido menos conscientes de los problemas derivados del cambio climático. Y los medios de comunicación han desempeñado un papel importante en esta situación: solo recientemente han impulsado una cobertura de la crisis climática en el continente.
De acuerdo con Media Monitoring Africa, los periodistas sudafricanos produjeron menos de 1.000 artículos sobre clima al año entre 2014 y 2016. En 2014, solo se registraron 170 artículos.
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Desde 2018, sin embargo, el continente ha vivido un renacimiento del periodismo ambiental. Más redacciones y periodistas están informando de forma exhaustiva sobre cuestiones ambientales, al tiempo que desarrollan técnicas narrativas más eficaces. Ese año, el número de artículos publicados sobre el medio ambiente aumentó a 4.885, y en 2019 aumentó a 8.870.
El periodismo desempeña un papel importante en la percepción que el público tiene de las cuestiones ambientales. Una cobertura climática de mayor calidad puede estar relacionada con una mayor conciencia por parte público en general. "Aunque la mayoría de los líderes políticos son reacios a aplicar medidas contundentes, la mayoría de los africanos aceptan hoy el cambio climático como un hecho", afirma Denis Morris Mimbugbe, periodista especializado en clima de Sudán del Sur.
Esta nueva ola de información no solo está generando una mayor conciencia entre los africanos. También está llevando a un mayor reconocimiento mundial de cómo la crisis climática está afectando al continente. Por ejemplo, si bien ha contribuido relativamente poco a las emisiones de gases de efecto invernadero, África sufre algunas de sus consecuencias más graves. Gran parte del continente ya se ha calentado más de 1 ⁰C, lo que ha afectado los patrones de precipitación y aumentado la desertificación, la migración irregular y los conflictos por los recursos agrícolas.
Ocho de los países más vulnerables al clima se encuentran en África. Cada uno de ellos se enfrenta a un daño de más del 70% de su respectivo producto bruto interno (PBI) si la trayectoria actual no cambia antes de 2100, y a un golpe del 40% si el mundo limita el calentamiento a 1,5⁰C. La crisis climática también ha agravado la crisis del agua y de los alimentos en el continente, y lo seguirá haciendo.
"El incremento del periodismo ambiental está mostrando al mundo que para África hay más cosas en juego. Significa menos agua, menos alimentos, menos espacio", dijo Madalitso Kateta, un reportero ambiental de Malawi. "Y no es un 'menos' cualquiera: es el punto de inflexión. El menos que separa la vida de la muerte". Un mayor número de reportajes sobre el clima estimulan conversaciones importantes, que a su vez fomentan más coberturas sobre estos temas.
Es importante señalar el papel crucial que desempeñan los medios de comunicación internacionales en la nueva ola de cobertura climática de África. En el informe Media Monitoring Africa de Sudáfrica, The Guardian y Deutsche Welle representaron el 45% de todas las coberturas sobre el clima analizadas. "Los medios de comunicación locales suelen rehuir debido a los costes, la falta de conocimientos científicos y la presión para informar más sobre política y economía", afirma Sebastián Rodríguez, redactor jefe de Climate Tracker. "Los medios internacionales ayudan a aliviar la presión sobre los periodistas locales mediante la financiación y la prestación de apoyo técnico".
La financiación de donantes internacionales también permite a más medios de comunicación locales crear secciones y becas dedicadas al medio ambiente. Por ejemplo, el Premium Times Centre for Investigative Journalism (PTCIJ) puso en marcha en agosto pasado un proyecto de información ambiental y una beca. The Cable creó una sección de clima propia, centrada exclusivamente en el cambio climático, y los periódicos también aumentaron su cobertura.
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"Había algunas buenas historias sobre el clima, pero no había una sección clima", dijo Vivian Chime, una antigua becaria de Climate Tracker que se convirtió en la primera periodista de la mesa de clima de The Cable. "Los medios de comunicación africanos tienen ahora desks específicos sobre clima".
Pero podría ser demasiado tarde. Durante la última conferencia COP26, varios líderes africanos se mostraron reacios a adoptar medidas más rápidas y contundentes para frenar los residuos y las emisiones. Esto se debe, en parte, a que los países africanos no son grandes contaminadores, pero también a que, a diferencia de los países desarrollados, ha habido menos conciencia histórica de los problemas.
El periodismo ambiental –o tal vez cualquier forma de información científica– debe lidiar con grandes desafíos en África, siendo el más evidente la falta de datos. "La mayoría de los países en vías de desarrollo todavía carecen de datos adecuados sobre el clima y el medio ambiente, y esto tiene relación con el periodismo orientado a la ciencia en general", dijo Rodríguez. "Es probable que los países con datos inadecuados sobre el coronavirus sufran la misma insuficiencia de datos sobre el clima y el medio ambiente".
El periodismo también suele tener más dificultades en los países con menos recursos. Los periodistas de estas zonas sufren más amenazas y acosos, y esto se traslada incluso al periodismo no político. Los profesionales africanos también se enfrentan a importantes obstáculos a la hora de acceder a información de las instituciones públicas. "También te das cuenta de que es mucho más difícil financiar a los periodistas en los países africanos", dijo Rodríguez.
A pesar de estos desafíos, "me siento más escuchado que en los últimos dos o tres años", dice Banana Hatahata, periodista ambiental de Ultimate Radio en Lesoto.
Por ejemplo, muchos de los periodistas con los que hablé afirmaron que más africanos estuvieron pendientes de la conferencia COP26 que antes. "Puedes imaginar que ha habido 25 COP anteriores, y por primera vez los africanos están haciendo preguntas y exigiendo acciones a sus líderes", dijo Chime. "Es impresionante. Es algo que nos entusiasma".
Foto de Chris Stenger en Unsplash.