En alianza con nuestra organización matriz, el Centro Internacional de Periodistas (ICFJ), IJNet conecta a periodistas con expertos en salud y redacciones internacionales a través de una serie de seminarios web sobre COVID-19 como parte del Foro de Cobertura de la Crisis Mundial de Salud.
El presente artículo corresponde a nuestra serie sobre el coronavirus. Entra aquí para leer más.
Cubrir el COVID-19 a menudo se convierte en un ejercicio estadístico: ¿cuántas personas están enfermas? ¿Desempleadas? ¿Cuál es la tasa de mortalidad de esta semana?
Pero los fotógrafos nos muestran el rostro y el costo humano de la pandemia.
Los periodistas "han cubierto la pandemia sobre todo desde el punto de vista de los datos", dijo Todd James, editor de fotografía de la revista National Geographic. "Y todos esos datos son personas".
"Si vamos a tener una respuesta empática sobre las consecuencias humanas de la pandemia y a quiénes está afectando desproporcionadamente, creo que tenemos que ver en primera persona, en tiempo presente, a las personas sobre las que estamos hablando y cómo la enfermedad está afectando sus vidas”, dijo durante un seminario web de ICFJ/IJNet la semana pasada.
James, junto con los fotoperiodistas David Rodríguez y Camilla Ferrari, hablaron sobre el papel que juega el fotoperiodismo durante la actual crisis e imaginaron la forma que el oficio podría tener en el futuro. El director de IJNet, David Maas, moderó el panel.
"Al crear cierto nivel de conexión humana, podemos relacionarnos y conectarnos con los sujetos", dijo Rodríguez, quien está filmando una serie de cinco partes sobre trabajadores agrícolas en Salinas, California. Durante la sesión, compartió imágenes de su ensayo fotográfico sobre una familia y su lucha contra la inseguridad alimentaria.
"Mi esperanza es que documentar la vida de estas personas cree empatía en los legisladores y no solo en cualquier ciudadano de a pie, y nos ayude a prepararnos para futuras crisis".
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Ferrari, una narradora visual multimedia de Milán, tomó fotos de su ciudad vacía en marzo. Pero cuando el brote se convirtió en una pandemia, enfocó su atención en el hogar y la vida cotidiana con Stay Home: A Portrait of Confinement in Milan. "Estoy muy fascinada por lo simples pero poderosas que son las cosas por las que pasamos todos los días y cómo impactan nuestra vida y nuestra personalidad", dijo. Ella espera que sus fotografías den a quienes están en cuarentena una idea de "lo que tenemos el privilegio de tener, y una forma diferente de enfrentar la pandemia, para tratar de encontrar la belleza en la vida cotidiana".
James le encargó al fotógrafo estadounidense Danny Wilcox Frazier que hiciera una historia fotográfica sobre personas que enfrentan pérdidas en Detroit. “La gente muere sola. Los rituales de despedida se alteraron de manera dramática”, dijo. De un momento a otro, la pandemia "impactó en los rituales culturales y cotidianos de nuestras vidas".
Sobre la seguridad
“Al principio fue complicado luchar contra el instinto de acercarnos a las personas, porque como fotoperiodistas ese es nuestro trabajo: acercarnos lo más posible a nuestras fuentes y conectarnos con ellas a nivel humano". Tomó tiempo acostumbrarse a hablar con las fuentes a distancia y de una manera socialmente aceptable", dijo Rodríguez.
Sobre el diálogo con las fuentes
"Nosotros, como fotógrafos, tendemos a ser vistos como buitres", dijo Rodríguez. Para evitar esa percepción, “tiendo a conversar mucho y recibir feedback de mis fuentes. Cuando hago eso, tiendo a obtener mejores fotografías”, dijo. "Tener ese diálogo constante con mis fuentes lleva a mejores momentos".
Sobre el fotoperiodismo después de la pandemia
National Geographic ha "tenido que repensar abruptamente cómo seguirá cubriendo el mundo". Y hemos tenido que hacerlo regionalmente porque nadie puede viajar. Así que creo que eso se mantendrá”, contó James.
Ahora “estamos muy cerca de un modelo en el que las coberturas vendrán de personas que viven en la región y la conocen mejor que de alguien que tal vez llegue de Washington DC y de una cultura diferente. Creo que este es un momento importante y optimista para que tenga lugar ese cambio, donde la narración de historias será más regional”, dijo. "Así obtendremos un tipo de diversidad mucho más robusta en términos de las historias que estamos contando y quién las está contando".
“Creo que lo que cambiará más será la confianza y el acceso a las historias, a las familias, a las fuentes. Ya es, para cualquiera, difícil confiar en que un extraño venga y documente tu vida”, dijo Rodríguez. "Con temas de salud lo será más".
Consejos para fotoperiodistas
“Conoce la historia que estás tratando de contar. Céntrate en eso. Preocúpate por las personas que estás fotografiando, más que por tu fotografía. Tus fotos serán mejores si estás pensando en las personas y la historia que estás haciendo”, dijo James. "Si la fotografía se convierte en tu objeto de deseo, en lugar de contar una historia, creo que vas por un camino errado".
Para Ferrari, el trabajo de los fotoperiodistas es imprescindible. Por esa misma razón, considera que es necesario ser honesto con los sujetos a fotografiar al comunicarles las verdaderas intenciones del trabajo que se está haciendo.
Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía toine G.