El presente artículo corresponde a nuestra serie sobre el coronavirus. Entra aquí para leer más.
Conocemos los desafíos que presentó la pandemia por el coronavirus en las redacciones de los medios de comunicación, pero ¿qué tanto sabemos de los cambios en el consumo de la información por parte de las audiencias?
En este artículo planteamos las lecciones que nos ha dejado a periodistas el consumo de contenidos informativos durante la COVID-19; tanto aprendizajes como retos que motivan un análisis para renovar coberturas, acercamiento con audiencias y apuesta por nuevas formas de informar.
Los informes “Noticias Digitales 2021” (aplicado en 46 países) y “Una infodemia en curso: cómo las personas en ocho países acceden a noticias e información sobre el coronavirus un año después de la pandemia”, ambos del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, presentados en mayo y julio de 2021, nos muestran el panorama del acceso a las noticias por parte de más 92.000 consumidores.
A continuación, algunos puntos clave de estos estudios, que nos advierten de lo que ya debería ser el análisis en cuerpos de redacción y las perspectivas de trabajo para quienes trabajan en el sector informativo.
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Aumenta la confianza en la calidad de las noticias
La COVID-19 impulsó la confianza en las noticias; las y los lectores necesitaban información para entender la pandemia lo que aumentó el interés. Finlandia es el país con los niveles más altos de confianza general y Estados Unidos, el que tiene los niveles más bajos.
Una de las principales observaciones es que las audiencias otorgaron una mayor importancia a las fuentes de noticias precisas y confiables, priorizando el consumo sobre marcas informativas reconocidas, y aún más en noticias que reflejaron una variedad de puntos de vista.
Este panorama ha llevado a que la brecha de confianza entre las organizaciones de noticias y la de otras plataformas como las redes sociales, videos y mensajería, sea más pronunciada. Las personas confían más en las noticias procedentes de medios informativos.
No obstante, también hubo hallazgos sobre la pérdida de audiencia derivada de la infodemia o saturación de contenidos. Este es el caso de Estados Unidos donde, a partir de la última elección presidencial se observó un descenso en el consumo de noticias. A esto se suma la crítica hacia noticias repetitivas, confusas e incluso deprimentes.
Destaca el caso de Argentina, Brasil, Alemania, Japón, Corea del Sur, España, Reino Unido y Estados Unidos, donde a diferencia del promedio global, la confianza en las organizaciones de noticias disminuyó en 8 puntos porcentuales, aunque la confianza en los gobiernos cayó aún más, 13 puntos porcentuales.
Pandemia revela la desigualdad informativa
Uno de los desafíos que presentó la pandemia fue la desigualdad de la información; por un lado, el acceso a las noticias no fue igualitario, y por otro, los contenidos presentados no otorgaron una cobertura amplia de la población, lo que llama a las redacciones a ser más diversas e inclusivas.
Si bien son la fuente de información más utilizada sobre la COVID-19, las organizaciones de noticias aún tienen un alcance que está lejos de ser universal. En la mayoría de los países donde el Instituto Reuters aplicó encuestas, llegan a cubrir apenas a la mitad o a tres cuartas partes de la población.
En todos los países, las organizaciones de noticias llegan a una proporción menor de jóvenes entre los 18 a 24 años en comparación con los grupos mayores. A su vez, en la mayoría de los países también disminuyen su penetración en personas con niveles de educación bajos o medios, en comparación con aquellos con título universitario.
Así, las desigualdades en el consumo de noticias respecto a pandemia están alineadas con la desigualdad estructural que involucra factores como la edad y la educación.
Consumo sobre COVID-19 crece en Youtube y Whatsapp
Mientras que el consumo de medios se concentra cada vez más en personas con niveles más altos de educación, las redes sociales se usan por igual en todos los niveles, e incluso más en aquellos con bajos niveles.
Durante la pandemia, el consumo de YouTube se colocó a la par de Facebook, liderando las redes sociales. Le siguió Whatsapp, cuyo uso, en el mismo periodo, se triplicó. A su vez, el de Instagram se quintuplicó.
TikTok y Telegram presentaron un crecimiento constante y acelerado; en el caso de la primera, ya llega a una cuarta parte de los menores de 35 años con un 7% de uso para noticias; sobre la aplicación de mensajería, su uso se diversificó en compartir y discutir noticias.
Las redes que más atraen por parte de medios y periodistas son Facebook y Twitter. Sin embargo, existe un auge de personas influyentes y fuentes alternativas en redes como TikTok, Snapchat e Instagram. En Argentina y Brasil, por ejemplo, se confía más en los motores de búsqueda que en las mismas organizaciones de noticias.
Mayor preocupación por la desinformación sobre el coronavirus
Si bien las redes sociales han mostrado un crecimiento en el consumo de noticias, no ocurre lo mismo con la confianza hacia ellas; existe una preocupación generalizada por la información falsa o engañosa que se ha encontrado sobre el coronavirus en WhatsApp y YouTube.
En países como Brasil, Indonesia, India, Nigeria y Sudáfrica, las aplicaciones de mensajería como WhatsApp son las que más preocupan. En Reino Unido y Estados Unidos, Facebook se considera la principal preocupación, y Twitter se percibe en un segundo lugar en esa lista.
Los resultados de la encuesta aplicada por el Instituto Reuters revelan que en el primer año de la pandemia se encontró más desinformación sobre el coronavirus que sobre política. La preocupación sobre el tema se ha concentrado mayormente en África, seguido de América Latina y América del Norte.
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Sobre las fuentes de donde proviene la desinformación, los hallazgos revelan que se centra principalmente en actores políticos. En segundo lugar se ubican los gobiernos. Tan solo en Brasil, verificadores identificaron cerca de 900 manifestaciones falsas o inexactas sobre el coronavirus por parte de su presidente durante el 2020. Y en Estados Unidos, su entonces presidente minimizó el valor de usar mascarillas y luego sugirió inyectar desinfectante como una cura milagrosa.
Los medios de comunicación desempeñan un papel central para ayudar a las personas a comprender mejor la pandemia y sus efectos; sin embargo, la información a veces se ha quedado corta y la cobertura de la crisis se ha tornado con un enfoque político, lo que los ha llevado a ser sujetos de una creciente controversia política, que a menudo erosiona la confianza.
Lucero Hernández García es periodista independiente y estratega digital; maestra en Comunicación y Medios Digitales con Especialidad en Producción Multimedia; docente universitaria en Periodismo de Precisión y Periodismo Digital. Síguela en Twitter y en Instagram.
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Imágenes del texto elaboradas por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, con licencia Creative Commons.