Desde hace más de tres años, el blog Mural ha funcionado haciendo uso del periodismo colaborativo, escapando de los estereotipos y buscando asegurar la calidad de su cobertura sobre temas locales.
Algunos le llaman periodismo de comunidad, periodismo ciudadano, periodismo hiperlocal o de organizaciones no gubernamentales. Yo no acepto ninguna de estas etiquetas. De mi parte, puedo asegurar que lo que los corresponsales del blog Mural han hecho es periodismo de calidad. Buen periodismo. Punto.
Todo comenzó en el 2010 cuando Bruno Garcez, un becario de la ICFJ Knight International Journalism Fellowship, desarrolló un programa de capacitación para 60 periodistas ciudadanos que vivían en las afueras de San Pablo. De este grupo, 20 comenzaron una aventura: una asociación con el periódico Folha de S. Paulo, que lanzaba un nuevo blog de noticias sobre las regiones periféricas y las municipalidades del área metropolitana de San Pablo.
Alojado en una nueva casa, Mural se puso en marcha el 24 de noviembre del 2010. En ese entonces todo era un reto diario: trabajar durante las horas que sobraban después de estudiar y viajar un promedio de tres horas diarias en un transporte público desbordado de gente y en malas condiciones. Cada corresponsal es responsable de cubrir todo lo que ocurre en el lugar donde vive; desde las ideas de los reportajes hasta los textos, las fotos y los videos. Todo.
Desde 2010 hasta ahora se formaron e incorporaron tres grupos nuevos para trabajar en las coberturas del sitio. Siempre usamos nuestro aniversario en noviembre para darles la bienvenida a nuestros nuevos participantes. También ocurre que como Mural es un esfuerzo realizado en base a la colaboración, muchos periodistas terminan abandonando el sitio.
Hoy en día el grupo tiene 50 “muralistas” (así se le llama a los colaboradores) que residen en más de 40 distritos del área metropolitana de San Pablo.
Una de las premisas que guía nuestro trabajo es que no creemos que se pueda practicar un "periodismo de gueto". No existe el objetivo de escribir como “personas de las afueras”. No seguimos una prédica “de nosotros para nosotros mismos”. Todos somos “nosotros”. Las afueras son las afueras solamente porque han sido abandonadas por el Estado. De otra manera, Campo Limpo hubiera sido Vila Mariana, Jardim Damasceno podría haber sido Santana y Perus una Vila Madalena.
Mural es un blog que cubre una región geográfica específica, al igual que un corresponsal en Nueva York. Si un periodista está trabajando en Londres, en Ferraz de Vasconcellos o en Paraisópolis, ¿cuál es la diferencia?
En efecto, existe un compromiso inevitable debido a que es necesario deconstruir el prejuicio que prevalece en la cobertura de estas áreas. Por eso es que hay dos temas que no son abordados por los periodistas. El primero es la violencia, debido a que la prensa tradicional ya cubre el tema y el blog no puede ofrecer protección a sus colaboradores. Tampoco cubrimos los proyectos de las organizaciones no gubernamentales, fundaciones y otras acciones de responsabilidad social realizados en las zonas de cobertura.
La cobertura de Mural rechaza el estereotipo que se ha ido consolidando a través de los años: la periferia es una amenaza para la ciudad, perpetradora de actos violentos y también escenario de esta misma violencia; sus habitantes son “pobres cosas” (“los necesitados”), victimizados hasta el punto de no poder desarrollar sus propias iniciativas para el desarrollo y el cambio, ciudadanos reducidos a materias de estudio y buenas acciones de otros. Esta fue la dicotomía que se daba en las noticias sobre la periferia antes de que Mural fuera lanzado. Los muralistas están ansiosos de cubrir la realidad de sus regiones. Ellos van a donde otros periodistas y medios no llegan, lugares de los que otros no saben o no quieren saber.
Al principio algunos de los muralistas no querían escribir sobre las cosas que no andaban bien o no funcionaban. Decían que no iban a sentirse bien al hablar mal de donde vivían; querían mostrar el lado positivo de sus lugares. Pero después la discusión del grupo evolucionó. Si un muralista hoy describe lo difícil que es ir a una consulta en el centro de salud –que generalmente no se ubica en su barrio, y eso implica superar los desafíos que ofrece el transporte público – no está hablando mal de su lugar. En cambio, está denunciando la falta de planeamiento, infraestructura e inversiones en la provisión de servicios públicos de la ciudad (por la que todos, incluso aquellos que viven en las afueras, pagan impuestos).
El blog Mural ganó el premio Top Blog Award, [entregado por la agencia de medios Insere Comunicação], en la categoría “Noticias y Cotidiano” por dos años consecutivos: 2011 y 2012. Y mucho más está por venir. En enero, el sitio ganó un espacio bimensual en la Guia da Folha, la guía de cultura y arte de Folha de S. Paulo. En febrero recibimos una invitación para escribir para la revista Observatorio da Imprensa. Y un subgrupo de mujeres va a sacar otro sitio web: Nós, Mulheres da Periferia ("Nosotras, las Mujeres de la Periferia").
En la era de las revoluciones en el mundo del periodismo y los negocios, la búsqueda de una relación más directa con los lectores parece haberle facilitado el camino a Mural para conseguir nuevos objetivos. Como escribió en un poema la muralista de 22 años Jessica Moreira, corresponsal del distrito de Perus: “No quiero estar, quiero ser protagonista".
Este post apareció originalmente en la Revista de Periodismo ESPM, la edición brasileña de la Columbia Journalism Review. Es publicado en IJNet con permiso de la revista y del autor.
Izabela Moi es una periodista que ha escrito y vivido en San Pablo por más de 20 años. Fue nombrada becaria de la John S. Knight Journalism Fellowship en Stanford.
Traducción del inglés al español por Andrea Arzaba.
Imagen con licencia Creative Commons, vía SumAll.com en Flickr.