"Duda de quienes dicen ser expertos en COVID-19"

Apr 1, 2020 en Cobertura del coronavirus
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Como parte del Global Health Crisis Reporting Forum, un proyecto con nuestra organización matriz, el Centro Internacional de Periodistas (ICFJ), conversamos con la Dra. Angela Rasmussen, viróloga de la Universidad de Columbia. La discusión online y las preguntas y respuestas fueron moderadas por Sharon Moshavi, vicepresidenta senior de nuevas iniciativas de ICFJ.

Una destacada viróloga que ha investigado la amenaza a la salud pública de enfermedades como el Ébola y el SARS aconseja a los periodistas desconfiar de las fuentes que pretenden ser "expertas" en COVID-19, ya que la enfermedad era desconocida hace tan solo unos meses.

“Cualquiera que afirme ser un experto en COVID-19 en particular no es un experto. No conocíamos este virus hasta hace cuatro meses. Así que no me parece que nadie pueda ser un 'experto'", dijo la Dra. Angela Rasmussen, de la Universidad de Columbia, quien estudia las respuestas del huésped a las infecciones y ha investigado múltiples virus.

Rasmussen elogió a los informadores que se han tomado el tiempo para asegurarse de que están interpretando correctamente la información de médicos y científicos sobre el nuevo coronavirus.

“Cuando hablo con periodistas, me doy cuenta de quiénes son muy conscientes de la situación y quiénes no. Los primeros me hacen preguntas de seguimiento; si hay una parte que no entienden, me piden que la aclare", dijo, y señaló que el principal problema que encuentra al hablar con periodistas es que algunos están cubriendo temas relacionados con la ciencia o la salud por primera vez. "Todo el mundo es periodista COVID ahora. Por lo tanto, no necesariamente saben hacer las preguntas correctas, ni saben a quién preguntar qué".

A su vez, señaló que está circulando mucha información errónea difundida por personas que fingen saber sobre la enfermedad.

"También hay muchas personas problemáticas en el ámbito científico que están encantadas de aparecer en las noticias o en los periódicos", dijo Rasmussen. “Y dan información incorrecta a los periodistas. Aprecio inmensamente a los periodistas que hacen un esfuerzo adicional para conseguir la información correcta y para asegurarse de que el público obtenga información confiable y de buena calidad".

A continuación otros puntos clave de la conversación.

Sobre los orígenes de la enfermedad:

Los científicos creen que la enfermedad se originó en murciélagos en China, pero no está "completamente claro" cómo se transmitió de los murciélagos a los humanos. "El virus más estrechamente relacionado que hemos encontrado hasta la fecha es un coronavirus similar al SARS, aislado de un murciélago encontrado una cueva en China en 2017, que está bastante lejos de la provincia donde está Wuhan, donde se originó la pandemia. No es exactamente el mismo virus, pero es un pariente muy cercano".

Sobre la rápida propagación:

La tasa de infección puede relacionarse con ciertas características moleculares del COVID-19. "También es posible que nuestro comportamiento con este virus le haya permitido expandirse más allá de donde surgió originalmente. A diferencia del SARS clásico de 2002, que estuvo contenido en China y Hong Kong, este virus ha logrado expandirse fuera de esas fronteras y ahora se está propagando libremente en otros países. Una cosa que no sabemos es si el SARS clásico hubiera podido hacer eso, si hubiera sido reconocido si ocurría, si hubiera podido contenerse más fácilmente. Pero este virus parece ser más transmisible que el SARS clásico, y ciertamente es más transmisible que el coronavirus MERS".

[Lee más: Are our health systems prepared for COVID-19? Q&A With Dr. Claire Standley]

Sobre la transmisión sexual

"No tenemos evidencia de que se transmita sexualmente. Y no hay evidencia de que se transmita por las heces. Los virus respiratorios como este generalmente no se transmiten de esa manera".

Sobre el uso de mascarillas

"En general está bien usar una mascarilla si tenemos suministros ilimitados, pero las máscaras solas no son la solución. Deben combinarse con otras medidas, como el distanciamiento físico y la buena higiene. El principal problema es que el suministro es limitado y los trabajadores de la salud no tienen suficientes máscaras".

"Las máscaras quirúrgicas generalmente no protegen al usuario tanto como protegen a otras personas... Dicho esto, los estudios han demostrado que el uso de máscaras puede reducir la transmisión de otros virus, incluida la gripe. El problema es si las máscaras no se usan correctamente". Agregó que quitarse una máscara para hablar o comer y ponérsela de nuevo la vuelve ineficaz.

 

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Sobre las curas milagrosas:

"Si alguien habla de una droga milagrosa, los periodistas deben cuestionarlo". Contó que algunos médicos están distribuyendo cloroquina a familiares y amigos. Y eso genera un problema para quienes sí deben tratarse con ese medicamento.

Sobre la medicina tradicional:

"Las medicinas tradicionales se usaron en China para aliviar a los pacientes que no tenían otras opciones... Las medicinas populares pueden tener valor, pero no lo sabremos hasta que se prueben enérgicamente en un ensayo clínico". También advirtió contra la automedicación, citando una muerte en los Estados Unidos como resultado de haber consumido hidroxicloroquina.


Este seminario online fue organizado como parte del Global Health Crisis Reporting Forum de ICFJ e IJNet, que ayuda a periodistas en la cobertura del nuevo coronavirus, al conectarlos con expertos, recursos y otros insumos para su trabajo. Los materiales del Foro están en español e inglés. Conoce más y únete a él a través de su grupo de Facebook. 

Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía visuals.