Consejos para periodistas que cubrirán los Juegos Olímpicos

por Sam Berkhead
Oct 30, 2018 en Temas especializados

Mañana, la atención mundial estará puesta en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos 2016, donde se espera la llegada de 30.000 periodistas a Río de Janeiro.

El camino hacia los Juegos no ha pasado sin controversias. El virus del Zika, la preparación de Brasil, el agua para los atletas, discusiones arqueológicas y preocupaciones por los derechos humanos han proyectado su sombra en el evento. Esto significa que no habrá escasez de historias para los periodistas que estén dispuestos a buscarlas fuera de los eventos deportivos pero, al mismo tiempo, los juegos de este año ofrecen una serie de desafíos únicos para el periodismo.

¿Qué deberían saber y comprender los periodistas antes de abordar el evento? Pon atención a estos consejos y sugerencias:

Seguridad

Los periodistas que se dirigen a Río enfrentan dos amenazas de seguridad y salud principales: el Zika y el crimen. Debido a que actualmente Brasil se encuentra en la estación seca, los riesgos de contraer Zika son mucho más bajos. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades han publicado una guía olímpica con consejos útiles.

Y, afortunadamente, si bien las tasas de crimen en Río de Janeiro han aumentado respecto del año pasado, los visitantes tienen altas probabilidades estadísticas de estar a salvo, según especialistas locales en seguridad.

Para prepararte para cualquier amenaza de seguridad, la Guía de Seguridad de IJNet (en inglés) puede ser un buen lugar para comenzar. El siguiente video del International News Safety Institute (INSI) profundiza en los peligros eventuales que los periodistas pueden correr en Río:

Buscar temas con poca cobertura

Como dijimos antes, hay toda una variedad de temas que los periodistas pueden explorar en Río de Janeiro fuera de los Juegos Olímpicos. Aparte de las piezas sobre los eventos deportivos, los periodistas también tendrán la oportunidad de informar sobre cuestiones que afectan a los habitantes de la ciudad, en lugar de a los turistas y deportistas. Las historias acerca de la calidad del agua, por ejemplo, tienden a centrarse en los riesgos para la salud de los atletas olímpicos, más que en el impacto que han tenido en la vida de los habitantes locales.

"Hay asuntos muy importantes respecto de los eventos deportivos y las finanzas", sostuvo la profesora de periodismo Laura-Jane Filotrani en una entrevista sobre los Juegos con la Universidad de South Bank de Londres. "¿De dónde proviene la financiación de los Juegos? ¿Cuáles son las implicaciones? ¿Cuáles serán los beneficios o las pérdidas para la ciudad anfitriona y sus habitantes cuando los Juegos terminen?

Los periodistas no deben sentirse obligados a pintar a los Juegos Olímpicos como un éxito rotundo para Brasil, como afirman las narrativas convencionales. Los Juegos son notorios por colocar una enorme presión económica y social en las ciudades en que se organizan, y Río de Janeiro, golpeada por la recesión, es especialmente vulnerable. Esto generará una gran cantidad de historias que necesitarán salir a la luz tras la ceremonia de clausura el 21 de agosto .

"Si hay un error que los medios de comunicación internacionales deben evitar es permitir que el gran evento deportivo eclipse el relato crítico, y abandonarlo por completo una vez que el circo se vaya de la ciudad”, escribió en Politico Cerianne Robertson, coordinadora de investigación de Catalytic Communities (ComCatz).

Evitar el cliché

Si bien Río de Janeiro es una ciudad única, es importante que los periodistas no caigan en las trampas del cliché, la inexactitud y el sensacionalismo, explicó Robertson. Por ejemplo: Río no es, como han sugerido algunos artículos, la capital de Brasil. Su capital es Brasilia.

Llamar a las favelas de Río –barrios de trabajadores de bajos recursos– villas, barrios marginales o guetos es un hábito dañino que los periodistas extranjeros han adoptado. El lenguaje sensacionalista que se refiere a las favelas de Río como "infames", "notorias” o la “zona roja” que contrasta con las playas y las caipiriñas de la ciudad también debe ser evitado.

“El estigma al que se somete a los residentes de las favelas afecta su confianza, autoestima y oportunidades”, sostiene CatComm. "Este estigma se refuerza cada vez que un reportero cae en el estereotipo mediático de la favela como un barrio miserable y oscuro en el que se multiplican la precariedad y la delincuencia. Y eso tiene graves consecuencias. Las comunidades de Río deben ser reconocidas por lo que son, y nombradas en consecuencia. Así, debemos llamarlas favelas".

Los recursos para periodistas de RioOnWatch (en inglés y portugués) brindan consejos y guías útiles para cubrir temas relacionados con las favelas de la ciudad.

Consejos de estilo

Esta guía de AP (en inglés) ofrece indicaciones sobre terminología y estilo para cubrir los Juegos Olímpicos.

Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Brian Godfrey.