“La primera víctima de una guerra es la verdad, pero ¿qué podemos decir de los desastres naturales? preguntó Yohan Shanmugaratnam, editor de noticias internacionales del diario noruego Klassekampen. Así inauguró el panel Cómo investigar desastres en la novena Conferencia Global de Periodismo de Investigación.
Inundaciones, erupciones volcánicas, terremotos y tsunamis no son solo procesos geológicos; también revelan la mala gestión social, económica y política de las sociedades afectadas. Por eso es tan importante la investigación de estos sucesos.
“El periodismo de desastres es más relevante hoy en día, como consecuencia de un mundo interconectado”, señaló la experimentada periodista Natalia Antelava, editora de Coda Story. “Internet hace que el mundo sea más chico”.
Las redes sociales son una herramienta poderosa que asegura la comunicación durante estas contingencias. Facebook y Twitter han transformado tanto las noticias como la cobertura de los desastres. Tan pronto como un terremoto de 7.8 grados sacudió a Nepal este año, la población local comenzó a enviar reportes de lo sucedido, participando así en el proceso de recolección de información.
“Cuando la tierra tiembla, las redes sociales no se comportan articuladamente”, advirtió Kunda Dixit, editor del Nepali Times. “Se llenan de rumores, de información no verificada y de predicciones”. Brindar información precisa, remarcó, debería ser la primera regla de la cobertura de desastres.
Los datos importan
Los datos juegan un rol importante durante las catástrofes, ya que ayudan a analizar y a proveer soluciones y a comprender mejor el estado de situación.
“Los datos y los mapas son útiles para los periodistas y para planear acciones, pero lo difícil es encontrar esos datos”, sostuvo Dixit, quien añadió que las cifras y los mapas interactivos pueden hacer que la historia tenga más impacto.
Yoichiro Tateiwa, editor de Nuclear Watch en la emisora japonesa NHK, agregó que los datos pueden mostrar lo que los seres humanos no pueden ver.
“En el equipo, asignamos a una persona para leer cada documento disponible e informe sobre la central nuclear y la empresa de energía respectiva” dijo, al compartir su experiencia sobre la investigación de la fusión en la planta nuclear de Fukushima. También sugirió a los periodistas colaborar con cuerpos especializados extranjeros, para aprovechar habilidades y puntos de vista de distintas personas.
En el panel se sumaron otros consejos:
- Durante los desastres, la información creíble es crucial.
- Investiga si hubo advertencias y preparación adecuadas.
- Desmitifica los datos.
- Sé autosuficiente (baterías, WiFi, comida, seguridad, etc.).
- Aléjate de la mentalidad de manada.
- Recuerda a los olvidados.
- Los desastres son largos; sigue el tema aunque el público parezca haber perdido el interés.
- No busques titulares espectaculares; mucha gente está sufriendo.No hagas cundir el pánico. En cambio, sensibiliza y suma información sobre el desastre.
Los tres panelistas expresaron la necesidad de una reinvención de la cobertura periodística de los desastres.
“¿Qué pasa cuando se apagan las luces y las cámaras pasan a la siguiente historia? Preguntó el moderador Shanmugaratnam. Anteleva ofreció un modelo de cómo seguir la historia y no dejarla ir: Coda Story, una plataforma web que informa sobre una crisis por vez y se queda con ella, proporcionando profundidad, continuidad y comprensión.
Este post apareció originalmente en el blog de la Conferencia Global de Periodismo de Investigación y se reproduce en IJNet con permiso.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr vía UCL Mathematical and Physical Sciences.