Los periodistas que trabajan en entornos autoritarios suelen estar bajo vigilancia electrónica. A veces la vigilancia se realiza a escala masiva y su objetivo es averiguar lo que los periodistas, en general, están haciendo, y qué historias están investigando.
Otras veces, en cambio, la vigilancia es específica y toma la forma de un espionaje electrónico destinado a rastrear las acciones de un reportero en particular.
Hay lugares en los que vigilancia es percibida como algo normal: los periodistas se adaptan y acaban aceptando que los vigilen como un riesgo no deseado pero inevitable en su profesión. He escuchado a periodistas de Pakistán decir: "Pueden vigilarme todo lo que quieran; no van a encontrar nada". También he escuchado a periodistas latinoamericanos decir cosas como "No tengo nada que ocultar". En ambos casos la vigilancia ha sido normalizada y los periodistas tienden a adoptar una actitud pasiva.
En otros casos, en cambio, los periodistas eligen luchar contra la vigilancia electrónica. Después de todo, este puede poner en peligro tanto su seguridad como la de sus fuentes, y es, de hecho, un ataque contra la libertad de prensa y expresión.
La pregunta clave es la siguiente: si un periodista quiere combatir la vigilancia electrónica, ¿cómo se supone que la deba reconocer cuándo está sucediendo?
Estos son mis consejos para quienes piensan que la vigilancia es un riesgo potencial o real para su privacidad, seguridad personal, seguridad de sus datos e identidad de sus fuentes:
Mantente alerta. La vigilancia electrónica no es solo una forma de reunir información sobre el trabajo y las fuentes de un periodista; también puede utilizarse para preparar un ataque más grave, si otras formas de intimidación no detienen la investigación que el periodista en cuestión está llevando adelante. En cualquier caso, los periodistas deben informar que están siendo vigilados a las autoridades oficiales, y buscar el apoyo de otros colegas, de su medio de comunicación y de grupos de defensa como el Comité para la Protección de Periodistas, Reporteros Sin Fronteras, el Rory Peck Trust, Freedom House o Article 19.
Protege tus dispositivos. Todos tus dispositivos –computadoras, teléfonos móviles, tablets– deben estar protegidas con software antivirus, encriptación del disco rígido y contraseñas fuertes o frases de contraseña. Las aplicaciones y el software deben estar siempre actualizados. Estos dos pasos serán tu primera línea de defensa. Puedes encontrar una lista más detallada de herramientas de seguridad informativa aquí.
Sigue buenas prácticas de seguridad. La manera más común en que empresas privadas, gobiernos abusivos y grupos delictivos vigilan electrónicamente es infectando los dispositivos mediante el phishing. Se trata de mensajes electrónicos que llegan por email, texto o mensajería instantánea, invitando al usuario a abrir un enlace o archivo que contiene un software de vigilancia. Nunca hagas clic en enlaces o archivos sospechosos: analiza cada mensaje que recibas, incluso si confías en el remitente. He creado un tutorial más detallado sobre la identificación y la prevención del phishing aquí.
Controla tus datos. Si sospechas que tu dispositivo ha sido infectado, comprueba si se produjo un aumento repentino en el uso de los datos. Cuando el software de vigilancia está activo, consume tu plan de datos para extraer fotos, mensajes, contactos, videos y metadatos.
Controla tu batería. Un rendimiento deficiente de la batería es un indicador de que puede haber un programa no deseado que se ejecuta y consume la energía de tu dispositivo. Comprueba si la batería de tu dispositivo utiliza más energía de lo habitual cuando está conectada a Internet.
Controla la temperatura de tu dispositivo. Si tu dispositivo está más caliente de lo habitual cuando no está siendo utilizado, puede que se esté ejecutando un programa malintencionado.
Resetea. Una buena acción preventiva es un restablecimiento completo de tu dispositivo. Si crees que tu dispositivo móvil está infectado, haz una copia de seguridad y resetéalo completamente para que el teléfono vuelva a sus ajustes de fábrica.
Encripta tus comunicaciones. Si necesitas hacer una llamada telefónica o enviar un mensaje con información confidencial, intenta utilizar la encriptación. OpenPGP y MeetJitsi son buenas opciones, mientras que Signal es la aplicación móvil favorita de muchos periodistas de investigación.
Sé consciente de otros posibles tipos de vigilancia. Si sospechas que estás bajo vigilancia electrónica, monitorea también tu entorno físico. ¿Hay vehículos inusuales o sospechosos cerca de tu oficina o casa? Los periodistas que hacen trabajos de alto riesgo siempre deben chequear si alguien los está siguiendo, especialmente si están a punto de ponerse en contacto con una fuente sensible.
Jorge Luis Sierra es un premiado periodista de investigación mexicano y editor y experto en seguridad digital. Conoce más sobre su trabajo como becario ICFJ Knight entrando aquí.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Jay Phagan.