Al carecer del ejemplo de medios de comunicación independientes o no sujetos a la censura, sería fácil para los periodistas ciudadanos de Siria desempeñar un rol de activistas, especialmente cuando informan sobre las violaciones de los derechos humanos en su propio país.
En cambio, están adoptando valores éticos para informar con precisión e imparcialidad, como un antídoto a la desinformación y distorsión oficial.
Esto es lo que la profesora de periodismo Kathleen Bartzen Culver aprendió, de su reunión con tres periodistas ciudadanos sirios que estaban en Estados Unidos, a través de un programa de liderazgo del Departamento de Estado.
Culver se desempeña como profesora adjunta de la Escuela de Periodismo y Comunicación Masiva de la Universidad de Wisconsin- Madison, y como directora asociada del Center for Journalism Ethics. "Uno de los periodistas me dijo que debido a que el régimen utiliza la desinformación y la fabricación de datos, quisieron hacer hincapié a un periodismo revolucionario, centrado en la precisión, el contexto y la credibilidad", escribió en un post del PBS MediaShift.
Sin medios formales para llevar a cabo una capacitación, algunos periodistas con experiencia de campo utilizaron Skype y Google Hangouts para enseñar los fundamentos del periodismo a aquellos ciudadanos que estuviesen dispuestos a denunciar los hechos. Este cuerpo de reporteros de base hizo varios reportajes a través de texto, audio y video. El material lo están distribuyendo a través de las redes sociales, la web y sus propios medios.
"Cuando se trabaja sin ningún ejemplo local de medios de comunicación libres y sin censura, los periodistas ciudadanos utilizan las redes sociales y otras tecnologías para establecer lo que parece una agencia de noticias de aficionados, una especie de Associated Press de ciudadanos", escribió Culver.
Cuando muchas de las atrocidades en el conflicto eran demasiado gráficas para ser verdad, la gente consultó los reportajes de este "ejército de periodistas autoproclamados" (como Radio Free Europe los llamó) en redes sociales, para ver lo que realmente estaba sucediendo en un país con un flujo restringido de información.
Fue un set de videos de YouTube, grabados por los ciudadanos y distribuidos por Shaam News Network, lo que realmente convenció al mundo occidental que se utilizaron armas químicas contra la población.
Muchos de estos reportajes ciudadanos también suministraron datos necesarios para crear infografías que cuentan la historia de lo que está ocurriendo en Siria. Humanitarian Tracker trabajó junto con Ushahidi para crear Syria Tracker, un mapa interactivo que utiliza los reportajes de las redes sociales para rastrear las muertes en todo el país.
Además de los reportajes de las zonas de conflicto, estos periodistas ciudadanos también están contando historias sobre problemas sociales de gran importancia.
"Uno de los periodistas ciudadanos , un médico que dirige un transmisor de radio en una de las zonas controladas por los rebeldes , dijo que mientras la revuelta continúe, es importante que los periodistas ciudadanos pasen de cubrir la guerra a informar sobre los temas sociales", escribió Culver. "Tienen que servir como contrapunto a la excesiva cobertura internacional de la violencia y el militarismo, contando también historias sobre los problemas sociales y los el progreso en ese país".
Lee más sobre la experiencia de Culver, con los periodistas sirios aquí.
Margaret Looney, asistente editorial para IJNet, escribe reportajes y posts sobre la últimas tendencias, herramientas y recursos periodísticos.
Este texto fue traducido del inglés al español por Andrea Arzaba.
Imagen con licencia de CC, en Flickr via jamesjustin.