El crecimiento de Internet facilitó el acceso de los contenidos periodísticos a los usuarios en forma gratuita. También provocó el desarrollo de nuevos medios de comunicación digitales. Pero además facilitó los métodos para copiar el trabajo ajeno.
Por eso, aunque compitan por conseguir la mayor cantidad de clientes, las agencias Agence France-Presse (AFP) y EFE se unieron para defender su trabajo de la “piratería”.
El director comercial de AFP se comunicó hace un tiempo con su homónima en EFE con el objetivo de “luchar juntos para encontrar los piratas en la web”, contó a IJNet Olivier Bendahan, responsable de Marketing de AFP para América Latina.
Ya en el siglo XXI y con los avances tecnológicos que existen, AFP contrató a una empresa, Attributor, para que se encargue de cotejar sus noticias con las publicadas en todos los sitios web del mundo. La finalidad es encontrar portales en los que se usen los textos de la agencia sin pagar por ellos.
La agencia envía todas sus noticias en los diferentes idiomas a la empresa, que también fue contratada por EFE. Allí utilizan un programa denominado Guardian que chequea los textos.
Otra empresa contratada los provee del chequeo de las fotografías que toman sus trabajadores. El procedimiento consiste en establecer similitudes píxel por píxel de cada foto.
Las agencias sólo se financian por los contratos que consiguen con aquellos medios que utilizan sus cables. Pero con la multiplicación de los sitios web dedicados a las noticias, en las últimas décadas las empresas tuvieron que pensar en protegerse en contra de la piratería porque “cada vez es más incontrolable” la reproducción ilícita, señaló Bendahan.
El programa no sólo indica el porcentaje de coincidencias entre el cable de la agencia y lo publicado por el portal. También señala si el presunto “pirata” tiene banners con publicidad, con lo que pueden saber si el sitio “está haciendo dinero con noticias de la agencia”, señaló.
Para AFP, cada “pirata” es un posible cliente, porque ya conoce el producto y está interesado en él. Por eso, los empleados del área comercial de la agencia organizan esos plagios -que son detectados a diario- en carpetas con diferentes órdenes de prioridades.
Luego se ponen en contacto con el responsable del sitio, le indican que saben que está utilizando sus servicios y cuánto cuesta. Si la respuesta es que no les interesa, entonces les exigen que dejen de usar sus cables. Si la respuesta es afirmativa, comienzan una negociación que termina con la firma de un contrato.
En el caso de que sea un sitio que tiene publicidades pero no quiere pagar por el servicio y continúa publicando información sin autorización, entonces AFP envía un mail a Google. En unos 10 días, Google borra todos los banners publicitarios del sitio colocados por la empresa del buscador y elimina el portal de su motor de búsqueda, informó Bendahan.