Las subvenciones para periodistas son pocas y distanciadas entre sí. La mayoría otorgan cantidades relativamente pequeñas que, sin embargo, pueden hacer una gran diferencia en tu trabajo. Si puedes pagar los EUR1.500 que necesitas para visitar el lugar sobre el que quieres reportear, tu proyecto podría ser viable y los lectores seguramente se darán cuenta de que trabajaste sobre el terreno.
Unos pocos programas de subvenciones ofrecen montos sustancialmente más altos, como el Innovation in Development Reporting. Los grandes subsidios pueden financiar equipos enteros de periodistas, fotógrafos, expertos, diseñadores gráficos, especialistas en datos, programadores, etc., para abordar una investigación ambiciosa que los medios de comunicación involucrados podrían nunca haber encargado por su cuenta.
Participo personalmente en el negocio de las subvenciones desde diferentes áreas: como autor de subvenciones, como consultor de subvenciones y, ocasionalmente, como miembro del prejurado. En este trabajo, he notado nueve errores comunes que cometen los postulantes y, especialmente, los postulantes de la comunidad periodística. Esto ocurre, en mi opinión, porque los periodistas, a diferencia de, por ejemplo, las ONG, generalmente no tienen incorporado el esquema mental que se necesita para pedir subsidios. Presentan su historia a un editor, el editor dice "no" o "sí", y se ponen a trabajar. Pero redactar una solicitud de apoyo financiero no solo requiere una buena planificación anticipada, sino también una técnica algo compleja. Podríamos decir que las solicitudes de financiamiento son propuestas periodísticas con esteroides.
Así que aquí está mi lista de errores que tienden a matar a muchos proyectos periodísticos incipientes. En aras de la claridad, puede que exagere un poco. Pero solo un poco.
1. No leer ni comprender los términos y condiciones
Es realmente asombrosa la cantidad de propuestas de solicitud de subsidios que expresan solo un conocimiento bastante fugaz de las condiciones marco del programa al que le están pidiendo dinero. Los jurados notan y descartan tales propuestas inmediatamente, incluso si tienen mérito en sí mismas. Porque, ¿por qué un programa que busca, por ejemplo, que se cubran los últimos avances en biociencia financiaría un reportaje sobre la crisis de refugiados?
Por lo tanto, recomiendo leer el texto de la convocatoria no solo dos veces, sino tantas como sea posible: te sorprenderá el tipo de matices que solo descubrirás una vez que te hayas familiarizado muy bien con ella. Y esto está estrechamente relacionado con:
2. Perder de vista la especificidad del tema
Incluso si las propuestas captan correctamente el tema general de la convocatoria, suelen arreglárselas para perder de vista la especificidad del programa de subsidios. Si la convocatoria es, por ejemplo, sobre cooperación para el desarrollo con los países menos desarrollados del mundo, entonces no presentes una propuesta sobre cuestiones de desarrollo rural en Alemania Oriental. Esto puede sonar obvio, pero lo digo por experiencia.
Del mismo modo, presta atención a la letra chica de la convocatoria y haz lo que has aprendido como periodista: una investigación para comprender la letra pequeña del financiador. Pero incluso si haces eso, puede que:
3. No seas lo suficientemente específico
Muchas propuestas logran dar con el tema y las condiciones, pero luego fallan porque no desarrollan una idea suficientemente concreta sobre el tipo de historia específica que les gustaría contar. Una propuesta de subvención sobre corrupción puede estar bien, pero a los jurados les gusta ver que tienes un caso particular en la mira y no que investigarás hasta que, por casualidad, te encuentres con un caso interesante.
Por lo tanto, haz tu tarea antes de postular: desarrolla una investigación inicial, verifica si tus corazonadas son correctas, explora si realmente podrás cultivar las fuentes que necesitas para mostrarle la historia a tu audiencia. Con todo, esto no es suficiente, porque podría ser que:
4. No te expliques correctamente
Muchas ideas son brillantes, viables y una combinación perfecta para el programa de becas al que están postulando. Sin embargo, una cantidad sustancial de propuestas no logra transmitir esas virtudes, lo que resulta sorprendente en el caso de los periodistas ya que, después de todo, de eso se trata su trabajo. Realmente se nota cuando la postulación se improvisó rápidamente y sin entusiasmo, o cuando el postulante no se molestó en entrar en suficientes detalles.
Asume que el jurado no sabe nada acerca del tema que estás proponiendo, incluso si lo sabe todo. Suponer que tu audiencia no sabe nada sobre el tema te ayudará a explicar y motivar tu propuesta de una forma mucho más creíble. Pero luego acecha el siguiente desafío:
5. No asegurarle al donante que realmente podrás hacer el trabajo
Hay muchas solicitudes que cumplen a la perfección con todos los pasos anteriores, pero que no logran demostrar las competencias y habilidades apropiadas para implementar el proyecto, a veces por negligencia, a veces simplemente por ingenuidad. Si nunca antes has estado en África, el jurado no te dejará viajar al Congo, tanto porque les preocupa tu bienestar como porque no querrán perder dinero.
Las competencias pueden ser demostradas de muchas maneras. Si eres un periodista experimentado, entrega un CV detallado con referencias verificables. Si no tienes experiencia específica, demuestra que has investigado los desafíos por delante y desarrollado tácticas razonables para cumplirlos.
6. Dar a entender que solo buscas dinero
Algunas postulaciones fracasan por falta de credibilidad, incluso si la propuesta está bien desarrollada. Esto sucede, en particular, cuando no hay coincidencia entre la persona o el equipo que postula y el tema. Un periodista deportivo que de repente aspira a investigar las complejidades de la proliferación de armas nucleares corre el riesgo de que el jurado piense que solo quiere el dinero y que el tema no le apasiona.
Por lo general, es más prometedor solicitar subsidios a los programas periodísticos que tienen una relación clara con tu carrera. Pero si de hecho has desarrollado un interés completamente nuevo, explica por qué y cómo surgió. De lo contrario, el jurado podría sentir que:
7. Asumes que se te debe algo
Esto le sucede especialmente a los periodistas ya destacados. Tal vez sean una especie de celebridad en su carrera, o trabajen para un medio que todo el mundo conoce y respeta o, lo que es peor, trabajen en televisión. Están acostumbrados a que las puertas siempre se les abran y que los políticos encuentren el tiempo para hablar con ellos. Entonces, ¿por qué un jurado no les debería dar una beca?
Por supuesto, tendrás a favor tu buena reputación y tu fama como líder de opinión. Sin embargo, los jurados tienden a apreciar la modestia. Haz que tu propuesta sea sobria como todas las demás. Y evita:
8. Enviar un presupuesto poco creíble y arbitrario
Presupuestar es una forma de arte, y los proyectos periodísticos no son una excepción. Es sin duda difícil anticipar todos los costos y prever todos los problemas financieros que puedan surgir. Los errores son perdonables. Pero hay formulaciones presupuestarias que son excesivas, donde los postulantes se adjudican sueldos equivalentes a su salario, o donde esperan quedarse con algo de dinero extra aumentando los costos de los ítems.
Los jurados tienen una idea bastante clara del trabajo periodístico: cuánto cuesta viajar a un lugar lejano y cuánto tiempo se necesita para informar correctamente. No intentes pasar una semana en la playa con el dinero de los financiadores.
9. Desconcierto ante los templates y la jerga de los donantes
Este punto es quizás el menos obvio. Muchos donantes tienen formas muy específicas de trabajar y pensar. Pueden adherirse al marco lógico, revisando los proyectos en base a su finalidad. O esperan que llenes correctamente los formularios que están principalmente destinados a satisfacer los requerimientos de la oficina de impuestos u otras autoridades reguladoras a las que responden. Esto puede ser confuso y bastante difícil para los principiantes.
La forma más sencilla de lidiar con esto es pedir ayuda a los beneficiarios anteriores; después de todo, a ellos les fue bien. Encuentra tutoriales como este, analiza detenidamente las preguntas frecuentes de los financiadores o pregunta a los financiadores mismos: la mayoría de las veces están felices de ayudar.
Para no ser tan negativo terminaré diciendo que hay una gran cantidad de excelentes propuestas de subsidios periodísticos. Sin embargo, insisto en que el trabajo del postulante es hacer que el proceso de toma de decisiones del jurado sea lo más difícil posible: hazles discutir seriamente tu propuesta y pídeles que la sopesen escrupulosamente.
Los errores que señalé aquí logran exactamente lo contrario.
Este post fue publicado originalmente en el sitio web personal de Eric Karsten y es reproducido en IJNet con permiso.
Eric Karstens es consultor, desarrollador, conferencista, editor y autor enfocado en periodismo, política y desarrollo de medios e internet. Ha estado involucrado en el otorgamiento de subsidios periodísticos y en el trabajo con jurados, tanto desde el punto de vista de los donantes como de los beneficiarios, y con programas periodísticos en países en desarrollo y en Europa Central y Oriental.
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