Este es el segundo artículo de una serie de SembraMedia sobre cómo los sitios de noticias independientes pueden lograr la estabilidad financiera. Puedes leer el primero aquí.
Lado B es un medio local, enfocado principalmente a contar e investigar la política, la economía y los temas sociales del estado de Puebla, en México. Existe desde 2011, es dirigido por Ernesto Aroche y Mely Arellano, y cuenta con un equipo base de seis editoras y reporteras, todas mujeres.
Según Aroche, la idea de realizar una campaña de crowdfunding era algo que tenían contemplado desde hace tiempo, pero nunca se habían sentado a pensarlo en forma. “Desde 2014 teníamos claro que debíamos diversificar las entradas de ingreso. Pensamos en realizar talleres, venta de contenidos, publicidad comercial y, claro, alguna forma de fondeo colectivo”, explica.
En 2015, realizaron un mini experimento de crowdfunding muy específico que les sirvió como aprendizaje. “Solicitamos 10.000 pesos (US$460, aproximadamente) para obtener vía solicitud de transparencia el expediente de un político. La campaña duró apenas una semana pero funcionó bastante bien. Se consiguieron los recursos, el expediente y contamos una buena historia”, dice Aroche.
A mediados de 2016, el equipo de Lado B tomó la decisión de explorar la vía del crowdfunding como primera opción de diversificación. Dos razones fueron clave en esta decisión: “en primer lugar, tuvimos un amigo, Héctor Ranauro, que nos comenzó a dar muchas ideas de cómo podríamos conseguir los recursos y nos metió la idea de la campaña. En segundo, Fondeadora (plataforma digital de crowdfunding) nos buscó directamente. Nos dijeron que habían hecho una valoración de proyectos en Puebla y que nos veían muchas posibilidades. Que si decidíamos lanzar una campaña con ellos, nos apoyarían en la gestión de la plataforma y nos darían asesoría puntual. Ante este panorama, decidimos lanzarnos”.
Lado B se planteó una meta sencilla para la campaña, que denominaron Queremos más: 80 mil pesos (3.650 dólares, aproximadamente).
“Queríamos una meta que todos viéramos alcanzable. 50 mil pesos nos parecía muy poco. Pero ir por más de 100 mil nos dio un poco de miedo”, confiesa el director. No se pusieron ninguna meta en cuanto al número de donantes.
Al final de la campaña, que duró 30 días, consiguieron 110 mil pesos (5.000 dólares) de parte de 195 donantes.
“El monto recaudado significa un 17 por ciento del presupuesto de 2017. Del total ingresado, 10 por ciento se irá a compra de equipo; 60 por ciento será destinado a mejorar las condiciones de nuestras reporteras; y 30 por ciento se dedicará para la realización de coberturas e investigaciones”, explica Aroche.
La campaña tuvo componentes online/offline que lograron acoplarse bien en tiempo y forma. Lado B realizó un video institucional y una serie de “memes” que se compartieron ampliamente en redes sociales. Fue una campaña artesanal, hecha por el equipo interno. La principal coordinadora de la campaña fue Mely Arellano, editora general de Lado B, sin aliarse con agencias externas.
Además de la campaña en línea, Lado B realizó una cena de fondeo, a la que asistieron 60 personas que pagaron 1.000 pesos (48 dólares) por el boleto. “Hicimos una lista de 130 personas que creímos que podían tener el interés y el recurso económico para asistir. Al final, nos quedó chico el lugar. El límite de asistencia lo puso el espacio que teníamos para hacer la cena. Como gancho, invitamos a Daniel Lizárraga, periodista amigo de Lado B, para que los asistentes pudieran platicar con él sobre la investigación de la Casa Blanca de Peña Nieto”, relata Aroche.
Pero en periodismo no todo es investigación, verificación y reporteo. “También hicimos una fiesta. Conseguimos que nos regalaran unas cajas de cerveza y nos prestaran un espacio. Fue un éxito, en nuestras proporciones. Más de 100 personas asistieron a la fiesta. El acceso costaba 30 pesos (menos de 2 dólares). El alcohol se vendía aparte y eso era lo que Lado B se llevaba. Al final fueron 6 mil pesos (290 dólares)”.
El equipo de Lado B también fue a universidades y centros de estudio a hablar con estudiantes y maestros. Incluso contemplaron hacer una recolección en las calles, “pero no lo hicimos porque nos pareció que ya no era necesario”, dice Aroche. A pesar de la asesoría de Fondeadora, tuvieron algunos problemas técnicos en la plataforma, por lo que abrieron un par de cuentas bancarias para recaudar donaciones directas.
¿Qué lecciones aprendió Lado B?
En primer lugar, “sentimos que nos faltó planeación. Por ejemplo, nunca pensamos cómo íbamos a dividir la campaña semana a semana, en cuanto a qué productos o mensajes posicionar. Al inicio sólo teníamos un video, que una vez que lo miras ya pierde sentido. Afortunadamente, hicimos una alianza con el monero -caricaturista- Ángel Chanes, que nos ayudó con memes, carteles y tiras cómicas durante la campaña”, dice Aroche. Al final, tres moneros de Puebla donaron sus obras a la campaña, las cuales serán entregadas como recompensas a los donantes que aportaron más de 3.000 pesos (140 dólares).
“En segundo lugar, vimos que la gente que donó son personas que nos conocen directamente. Solamente un 10 por ciento de los donantes no están en nuestro círculo cercano. Eso quiere decir que el próximo año tenemos que planear una campaña mucho más ambiciosa, abierta y estratégica, para llegar a más gente”, explica Aroche.
El promedio de donación fueron 500 pesos (23 dólares) y 20 por ciento de los donantes lo hizo sin pedir ningún tipo de recompensa. Cencos, un centro de investigación y promoción de los derechos humanos, aportó 10.000 pesos (460 dólares) bajo la categoría de patrocinador institucional.
Según Aroche, el próximo año buscarán recaudar al menos 50 o 60 por ciento de lo que recibieron en 2016. “Nuestra mayor ambición es ir disminuyendo de manera gradual los ingresos de publicidad que vienen de una universidad pública, porque al final es publicidad oficial”, explica el director. Van por buen camino.
Este artículo se reproduce en IJNet con permiso. Es parte de una serie sobre financiación de proyectos periodísticos elaborada por SembraMedia, organización dedicada a la mejora de contenidos en español.
La fundadora y directora ejecutiva de SembraMedia es Janine Warner, becaria ICFJ Knight, y especialista en ayudar a emprendedores de medios digitales a implementar prácticas comerciales sostenibles y a generar nuevas fuentes de ingresos online. Conoce más sobre su trabajo como becaria ICFJ Knight aquí.