La experiencia de Factchequeado, un proyecto para combatir la desinformación entre la comunidad latina de EEUU

Jun 12, 2022 في Lucha contra la desinformación
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“Un día nos dimos cuenta de que mucha de la información falsa que circulaba en español, en redes sociales y servicios de mensajería instantánea, era generada o consumida por migrantes latino residentes en Estados Unidos, y que los miembros de esa comunidad prácticamente no tenían quién les ayude a verificar y a desmentir esas informaciones, porque los chequeos periodísticos se hacían principalmente en inglés y no en español. Fue entonces cuando decidimos llevar adelante nuestro emprendimiento Factchequeado”. Esto es parte del relato de la periodista española Clara Jiménez Cruz, con fundadora y CEO del sitio Maldita.Es, medio digital de verificación de hechos, quien junto a la argentina Laura Zommer, directora y editora de Chequeado, participó de un seminario web organizado por el Foro Pamela Howard sobre Cobertura de Crisis Mundiales de ICFJ e IJNet.

Ambas expusieron sobre la experiencia de Factchequeado. Se trata de una iniciativa surgida en 2021, como una alianza liderada por Maldita.es y Chequeado, para crear una comunidad latina que busca contrarrestar la desinformación en español en los Estados Unidos.

“Nos propusimos atender a un público que creíamos que en Estados Unidos estaba muy desatendido, buscando además que ese trabajo repercuta positivamente en nuestra región, ya que los latinos en Estados Unidos tienen familias en sus respectivos países de Hispanoamérica y se mantienen permanentemente en contacto, principalmente a través del servicio WhatsApp”, explicó Jiménez.

Más de 60 millones de hispanohablantes viven en los Estados Unidos. En 2030, esta comunidad representará más del 20% de la población del país, de acuerdo con un estudio del Pew Research Center. Es una población que sigue comunicándose mucho en idioma español y que ha sido muy vulnerable a la difusión de contenidos falsos, situación que se puso principalmente en evidencia durante la pandemia de la COVID-19.

Aliarse, en lugar de competir

“Nos propusimos construir una comunidad hispanohablante contra la desinformación en los Estados Unidos. En lugar de plantear nuestro trabajo como una competencia, decidimos hacer alianza entre estos dos sitios periodísticos de España y Argentina que ya venían haciendo un muy buen trabajo en nuestros países. Buscamos además sumar a otros medios regionales que ayudan a ampliar el impacto de nuestra propuesta”, señaló Zommer.

En ese sentido, Factchequeado estableció alianzas con varias organizaciones de verificación de noticias certificadas por la International Fact Checking Network (IFCN) y medios estadounidenses como Conexión MigranteDocumented, ElDetector de UnivisionEnlace Latino NCFactcheck.orgLa EsquinaMediaWisePolitifact y T-Verifica de Telemundo.

“Allí donde no existe información de calidad, todo es inundado por la desinformación. Las personas tenemos preguntas y curiosidades, pero ante la falta de buena información, el vacío se llena con lo que sea. Por eso es importante que la gente pueda tener criterios de que la información que recibe es verdadera, para que ayude a tomar decisiones no solamente en política, no solamente en época de elecciones, sino también en términos de salud, de consumo, de decisiones educativas de los niños”, explicó Zommer.

La experta puso como ejemplo los casos de muchas personas que se resisten a recibir vacunas en base a informaciones que son falsas, o que abandonan un tratamiento especializado contra el cáncer por creer que determinada hierba natural o determinado comprimido le resultaría más válido, y muchas veces caen en graves situaciones de riesgo.

En Factchequeado se verifica la desinformación que circula en redes sociales como Facebook, TikTok, YouTube y Twitter, en WhatsApp y Telegram, y también en medios de comunicación masiva, como noticieros y periódicos. Para eso recurren a herramientas de investigación y periodismo de datos, técnicas de verificación de imágenes y videos, que cualquier ciudadano puede aprender, “para ayudar a nuestra comunidad a tomar decisiones basadas en hechos, no en chismes, rumores, prejuicios o especulaciones”, según explicó Jiménez.

Una acción pedagógica

“Nuestra propuesta es proveer herramientas para que los latinos en Estados Unidos no se dejen engañar por la falsa información”, destacó Zommer.

La periodista aseguró que no pretenden solucionar solos la desinformación, sino trabajar con la comunidad, enseñar a leer y analizar críticamente los datos.

“Nuestra metodología es pública y transparente, es un contrato con la audiencia. Le decimos a la gente: estos son los pasos de verificación que hacemos antes de decirte que algo es falso, engañoso o exagerado. No nos creemos dueños de la verdad. Dudamos más que casi todos, pero somos garantes de los hechos. Motivamos a desconfiar, a chequear, a ganar herramientas y capacidades, para que todos tengamos un ojo más despierto, más alerta, más vigilante”, dijo.

Para seleccionar las historias a verificar, la iniciativa se basa en dos variables, explicó Jiménez:

Viralidad: “No es lo mismo una posible desinformación que sólo nos mandas una vez a nuestro servicio de verificación o cuentas de redes sociales, que una que nos llega más de 10 veces en una hora, o que tiene cientos de compartidos en Facebook, Twitter, Instagram o Tik Tok, o que ha sido emitida por un personaje público o en una página web o medio de comunicación con alcance público. No publicaremos un desmentido de una desinformación que prácticamente no ha tenido impacto con el fin de no amplificarla, excepto en las situaciones de peligrosidad contempladas en el siguiente punto”.

Peligrosidad: “Hay posibles desinformaciones que aparecen en situaciones de crisis especialmente delicadas como atentados, catástrofes naturales, guerras, estallidos sociales o procesos electorales en los que se pone en duda el propio proceso. Aquellos que afectan a la salud pública o a la convivencia social, procuraremos verificarlos desde el primer momento en el que los detectemos”.

No obstante, Jiméndez aclaró que no todo es verificable: “Sólo comprobamos los datos y hechos que son susceptibles de ser contrastados. No verificamos opiniones ni ideas, aunque sí señalamos las falsedades que las sustentan siempre que sean de interés público”.

Puedes ver el seminario completo aquí:


Imagen de Markus Winkler en Unsplash.