En alianza con nuestra organización matriz, el Centro Internacional de Periodistas (ICFJ), IJNet conecta a periodistas con expertos en salud y redacciones internacionales a través de una serie de seminarios web sobre COVID-19 como parte del Foro de Cobertura de la Crisis Mundial de la Salud.
El presente artículo corresponde a nuestra serie sobre el coronavirus. Entra aquí para leer más.
“Una de las claves para cubrir periodísticamente las crisis prolongadas en los países con regímenes autoritarios como Cuba y Venezuela es evitar la polarización de las posturas y la falta de matices en los relatos, sacando a luz las historias de la gente de la calle, contando lo que la política mantiene escondido, los temas que los medios gubernamentales u opositores evitan contar”, sostuvo Rafael Osío Cabrices, editor jefe de Cinco8 y de Caracas Chronicles.
El periodista venezolano, residente en Canadá, participó del seminario web “Claves para cubrir crisis sostenidas”, organizado por el Foro de Cobertura de la Crisis Mundial de Salud de ICFJ-IJNet, conjuntamente con la periodista cubana Mayle González Mirabal, editora en El Toque, que actualmente vive en Estados Unidos.
Osío Cabrices expuso las principales dificultades que supone contar lo que sucede en su país, gobernado por Nicolás Maduro, quien sigue la línea trazada por el régimen del fallecido líder Hugo Chávez. Falta de libertad de expresión y persecución a periodistas son algunas de las principales dificultades que suponen relatar la crisis sostenida venezolana.
“Tenemos una audiencia dividida entre los venezolanos que viven en Venezuela y los que han debido abandonar el país, como también a personas de otras nacionalidades interesadas en lo que sucede en nuestra nación. El principal desafío es evadir la falta de matices o la polarización que sigue existiendo, como evitar el contagio de medios de la diáspora venezolana con agendas locales, como los que existen en Florida, Estados Unidos. Son medios pequeños que compiten por la audiencia sobre Venezuela y se contagian de los debates políticos en Miami”, explicó.
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Osío Cabrices sostuvo que en ambos medios bajo su dirección han decidido no entrevistar a políticos, ni del gobierno ni de la oposición. “Preferimos hablar con intelectuales, con la gente en la calle, contar sus historias. Nos alimentamos de lo que vive y piensa la gente real, de la economía, la subsistencia. El periodismo venezolano se ha acostumbrado a contar lo que pasa en el país como un juego de pelotas entre el gobierno y la oposición, sin incluir a los espectadores”, señaló.
Acerca de la cobertura sobre la realidad cubana, González Mirabal aportó una mirada distinta, al considerar que los periodistas de medios independientes que trabajan en la isla deben hacerlo casi en la clandestinidad, al no contar con la autorización del régimen actualmente presidido por el presidente Miguel Díaz-Canel.
“En Cuba hay un debate acerca de si el periodismo independiente se acerca o se mezcla con el activismo contra el régimen. Es complicado hacer periodismo fuera del activismo en un régimen totalitario que se mantiene por más 60 años. Es un lujo que se pueden dar en las sociedades democráticas, pero no en Cuba o Venezuela. Es un desafío constante poder contar las historias, sin ser también tú un protagonista de esas historias. La mayoría de los periodistas que trabajan en los medios independientes han sido víctimas de arresto domiciliario durante semanas o meses. La policía política decide cuándo puedes salir de tu casa. Tampoco podemos acceder a las fuentes oficiales. En ese contexto es muy complicado hacer periodismo”, indicó.
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En el seminario web se incluyó la participación de la periodista Jessica Domínguez, quien aportó su perspectiva a través de un video grabado desde La Habana, donde trabaja como editora de El Toque.
“Hablar de crisis en Cuba es redundante, ya que vivimos en crisis de modo permanente, cíclica, mediática, de periodos especiales o coyunturales. Hay una crisis interna, que tiene que ver con las tensiones que sufren los periodistas para poder ejercer su trabajo. En el caso de los medios independientes, lo hacen ‘fuera de la ley’ y eso condiciona la manera en que los periodistas deciden como cubrir un tema, como contar las historias, cuándo van al terreno, cómo se presentan, como convencen a las personas para que puedan hablar y contar lo que está pasando. Es algo que enrarece la manera de hacer periodismo, algo que no pasa en otros contextos, pero que en Cuba es un ejercicio cotidiano”, expresó.
Ante las crisis, la estrategia que recomienda Domínguez es apostar a la fortaleza del equipo interno del medio, desarrollar una capacidad de responder ante los problemas con agilidad, contar con una buena organización y liderazgo, y saber escuchar a la audiencia para responder a sus requerimientos con innovación y creatividad.
Osío Cabrices, al igual que González Mirabal, coincidió en que en ninguna primicia o exclusiva vale arriesgar la vida de los periodistas, menos aun en realidades siempre críticas y peligrosas como las de Cuba y Venezuela. “Nunca enviamos a un periodista a realizar una cobertura que pueda resultar peligrosa. Ninguna historia, ninguna foto, es más importante que la vida y la integridad de nuestros reporteros. No importa si perdemos una exclusiva. Aun así, nos han ocurrido situaciones de violencia y encuentros desagradables. Hemos debido pedir a los periodistas que se encontraban en zonas de frontera en Venezuela que cuiden lo que van a decir o publicar, porque allí fácilmente te pegan un tiro. La violencia no solo viene del chavismo, también de gente corrupta que supuestamente no es chavista”, indicó Osió Cabrices.
Puedes ver el seminario web completo aquí:
Imagen de Ricardo Arce en Unsplash.