Cómo los periodistas responden a la falta de protección en Latinoamérica

30 oct 2018 dans Seguridad digital y física

Con frecuencia los periodistas deben tomar riesgos al informar sobre temas escabrosos como violencia, corrupción o crímenes. Y ese riesgo está aun más latente cuando hay falta de protección por parte del propio Estado. ¿Qué hacer cuando los periodistas reciben ataques o amenazas y las instituciones que deberían defenderlos no reaccionan?

Para responder esa pregunta, el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por su sigla en inglés), Connectas, Freedom House y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de República Dominicana organizaron un panel el pasado 24 de mayo, dirigido por Luis Manuel Botello (director adjunto de ICFJ), en el que periodistas de diferentes partes de Latinoamérica profundizaron sobre la situación de sus países y los desafíos que deben enfrentar.

Repasamos a continuación la situación en cuatro países, narrada directamente por sus protagonistas.

Nicaragua

Octavio Enríquez, periodista del periódico La Prensa, comentó la crítica situación que viven sus colegas en Nicaragua, que se ha acrecentado luego del 18 de abril, cuando se publicó oficialmente la reforma del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, que desató una ola de protestas contra el gobierno encabezado por Daniel Ortega.

Desde entonces, un periodista ha sido asesinado, 12 fueron agredidos, y existen ataques de paramilitares afines al gobierno. Según dijo, el presidente tiene un control muy fuerte de la televisión está prácticamente controlada por su familia, dado que sus hijos controlan la mayoría de los canales, lo que ha permitido que se haga una “distorsión” de la realidad.

Venezuela

La situación del periodismo independiente en Venezuela es una de las más complicadas de Latinoamérica y de forma inmejorable lo relató Laura Weffer, directora editorial y cofundadora de Efecto Cocuyo. Por ejemplo, contó  que desde que asumió el gobierno Nicolás Maduro, ya se han cerrado 40 periódicos.

A diferencia de México, Venezuela no registra tantos asesinatos de periodistas, pero para Weffer esos registros pueden estar subestimados. Según dijo, en los últimos años ha habido cinco periodistas asesinados, aunque “no se ha logrado determinar que su muerte esté directamente relacionada con su actividad periodística”. Sin embargo, resaltó que en todos los casos se trataba de periodistas que trabajaban para pequeños periódicos del interior del país que eran críticos con el gobierno.

República Dominicana

Si bien el periodismo no vive un momento tan crítico en República Dominicana como en otros países de Latinoamérica, la realidad dista mucho de ser la ideal, según describió Adalberto Grullón, gerente de noticias de Tele Antillas. Aunque allí no existe una política de “ataque frontal” contra los periodistas, sí dijo que hay muchas limitaciones, como la presión del gobierno y actores privados hacia los medios de comunicación o la autocensura.

Según Grullón, el gobierno además contrata directamente periodistas. “El gobierno tiene 1.228 periodistas que trabajan en oficinas de relaciones públicas, y los 16 medios más importantes del país, los ocho canales y diarios más importantes, entre todos tienen 1.000 periodistas”, aseguró. La autocensura es otro problema: los periodistas trabajan en condiciones muy precarias y ganan en promedio 570 dólares, lo que hace que tengan que pensar dos veces si es que quieren publicar una historia que puede perjudicar a algún anunciante del medio.   

México

Seguramente México sea uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. Las cifras lo confirman. Solamente en Veracruz ha habido más de 20 periodistas muertas y cuatro en los últimos años, informó Flavia Morales Carmona, de AVC Noticias. Según dijo, la mayoría de las víctimas reporteaban en condiciones precarias.

Morales Carmona también contó que ante una agresión a un periodista, lo primero que se busca hacer es desacreditar su trabajo, y además se minimiza la problemática y las agresiones que sufre.  Además, dijo que existe una gran impunidad en esos crímenes.

En Veracruz, explicó, se conjugan varios problemas: “la impunidad, el poder, el crimen organizado y las condiciones precarias de los compañeros periodistas”.

La alianza como solución                 

¿Cómo los periodistas pueden defenderse en estas situaciones opresivas? Weffer explicó que en Venezuela existen mecanismos de defensa en las redes y de forma online. Estos mecanismos se basan en la alianza no solo entre periodistas, sino también entre medios. “Se trata de formar un frente común, cada uno manteniendo su espacio  y su línea editorial, pero si en ese entendimiento, si afectan a uno, afectan a todos”, dijo.

Ante este tipo de situaciones, para Grullón es clave no apartarse de los valores del periodismo para no minar su credibilidad. En su país, contó, “ha habido una respuesta de medios digitales y tradicionales" frente a la presión oficial, y los periodistas “bocinas”, aquellos que responden al gobierno, están “acorralados en cuanto a su credibilidad”.

En tanto, Morales Carmona dijo que a pesar de la violencia extrema que se vive en Veracruz, esa situación les ha permitido unir fuerzas y reflexionar sobre la profesión: “Nos une solo una cosa, hacer más y mejor periodismo, y en eso ya hay un camino avanzado”.

El periodismo como herramienta

Durante el encuentro, una asistente preguntó si no consideraban que sus reclamos como periodistas podían ser vistos como una forma de activismo. Pero Enríquez respondió que "los hechos hablan por sí solos" y que, frente a acontecimientos como casos de corrupción o asesinatos, es necesario asumir una posición. “En mi condición de periodista y de ser humano, ¿voy a mirar hacia otro lado?”, se preguntó.

Para Grullón el periodismo sin responsabilidad social “sirve para poca cosa”. “El periodismo tiene una función esencial: canalizar las denuncias. Y si las cosas se demuestran con información y con datos, no podemos tener miedo a que nos acusen de activistas”.

Según Weffer, la forma de responder a esa acusación es “con más periodismo y menos opinión”. “La respuesta de los periodistas debe ser siempre desde el periodismo, con hechos, investigando, buscando e indagando hasta la raíz. Es ahí cuando un trabajo deja de hacer activismo y se convierte en una pieza periodística producto de tu trabajo, que es una pieza imparcial”.

Imagen, de izquierda a derecha: Adalberto Grullón, Luis Botello, Laura Weffer, Flavia Morales Carmona y Octavio Enríquez.