Un nuevo informe del Instituto de Reuters para el Estudio del Periodismo ofrece una visión acerca de qué impulsa la desconfianza hacia los medios en todo el mundo.
Trabajando con YouGov, el Instituto de Reuters para el Estudio del Periodismo encuestó alrededor de 18.000 personas en nueve países (Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Irlanda, España, Dinamarca, Australia, Francia y Grecia) para reunir datos cualitativos sobre la confianza en las noticias y las redes sociales. Después de que se preguntara a los encuestados si estaban de acuerdo con afirmaciones como "los medios hacen un buen trabajo para ayudarme a distinguir los hechos de la ficción", se los invitó a compartir sus razones en un cuadro de texto abierto. Nic Newman y Richard Fletcher de Reuters codificaron estas 7.915 respuestas para categorizar los problemas y preocupaciones que están alimentando la desconfianza hacia los medios.
Algunos de sus descubrimientos:
— ¿Por qué las personas no confían en las noticias? Preocupación por el sesgo, la invención y las agendas ocultas. Dos tercios de las personas (67%) citaron uno de esos factores como la razón por la cual no confían en lo que leen. Como era de esperar, las preocupaciones sobre el sesgo político fueron particularmente significativas en los EE.UU, donde el 34% de los encuestados lo citó como la razón por la que desconfían en los medios de comunicación. Esta preocupación es aun más aguda entre quienes se sitúan a la derecha política, que tienen tres veces más probabilidades de desconfiar de los medios que quienes se sitúan a la izquierda.
— Construir confianza lleva tiempo, pero puede evaporarse rápidamente. Un hallazgo revelador del informe es que la confianza en las noticias es significativamente mayor entre las personas mayores de 35 años (42%) que entre las menores de 35 (34%) y las de bajos ingresos (35%). Los autores sugieren que esta diferencia se debe a que las personas mayores y más adineradas tienen más probabilidades de estar conformes con el status quo, pero también porque la confianza es producto de "historias que resultan precisas y justas una y otra vez", lo que lleva tiempo reconocer . Las marcas, particularmente las periodísticas, no ganan la confianza de la noche a la mañana, y puede pasar mucho tiempo antes de que las organizaciones noticiosas vean que sus esfuerzos en el fact-checking y la transparencia periodística rinden frutos entre los lectores.
— El video es un factor de confianza clave. Si quieres que la gente confíe en lo que dices, muéstralo, no lo digas. Debido a que la TV es percibida como menos proclive a la manipulación en comparación con el texto y las fotos, los encuestados dijeron que confían más en un informe si contiene imágenes en movimiento. "En general, los medios de comunicación pueden ofrecer imágenes, videos, entrevistas o declaraciones que muestren lo que informan o que provengan de fuentes oficiales", dijo un encuestado en Australia.
Por supuesto, esto podría cambiar a medida que las nuevas tecnologías faciliten la falsificación de secuencias de video.
— La gente tiene una relación compleja con las redes sociales. Es revelador que, si bien las redes sociales se han convertido en la fuente central de noticias para muchas personas, solo el 24% de los encuestados dijo que estas hacen un buen trabajo ayudándolos a separar los hechos de la ficción. Dicho de otra manera, el hecho de que las personas estén en Twitter y Facebook todo el día no significa que confíen en todo (o incluso en la mayoría de las cosas) que leen. Esta situación es igual para personas de diferentes edades y niveles de ingresos. Aproximadamente el 35% de los encuestados que desconfían de las redes sociales mencionó como razones a la falta de fact-checking y la prevalencia de información basada en opiniones.
Por otro lado, el 33% de los que sí confían en lo que leen en las redes sociales señalan los beneficios inherentes de esas plataformas, y dicen que hacen que sea más fácil encontrar distintas voces que puedan dar una imagen más completa de una historia y revelar brechas en la información.
— Solucionar el problema de la desconfianza requerirá que medios, plataformas y lectores trabajen juntos. Mientras que los medios se esfuerzan por mostrar su manera de trabajar y proporcionar a los lectores una variedad de servicios de fact-checking, Newman y Fletcher escriben que todavía hay mucho trabajo por hacer cuando se trata de destacar al mejor periodismo de la masa de información disponible en Internet. Un alejamiento de la publicidad digital hacia modelos comerciales apoyados por lectores podría ayudar a los medios a ocuparse menos en lograr clics y más en investigaciones profundas que les ayuden a generar confianza entre los lectores. También hay mucho por hacer para crear medios más representativos que contraten una gama más diversa de personas de diferentes edades, perspectivas económicas, raza y género.
Facebook y Twitter también deben lidiar con su papel en el problema de la confianza, particularmente cuando se trata de identificar fuentes confiables en sus plataformas. (Facebook, por ejemplo, comenzó a probar una función para poner una etiqueta de "noticias de última hora"). De hecho, iniciativas como The Trust Project y The News Integrity Initiative suman aportes tanto de los medios como de las compañías tecnológicas.
Los autores concluyen:
Reconstruir la confianza será un proceso a largo plazo y necesitará del compromiso de medios, plataformas y consumidores durante muchos años. Encontrar soluciones requiere una sólida comprensión de las percepciones y motivaciones de los consumidores, y este documento tiene como objetivo contribuir proporcionando al menos una foto instantánea de las preocupaciones actuales. En muchos sentidos, encontramos que el público es el que exige cambios.
El imforme completo puede leerse aquí.
Este artículo fue publicado en Nieman Lab y se es reproducido en IJNet con permiso.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía SumAll.