El mes pasado se lanzó un nuevo proyecto para mostrar la historia detrás de la Revolución Rusa a través de una lente decididamente moderna.
Creado por un grupo de periodistas rusos, historiadores y más, 1917: Historia libre tiene como objetivo difundir vivencias y recuerdos reales de quienes vivieron en ese tiempo, dejando la interpretación a los lectores. El documental web emula una página de redes sociales, posts y comentarios de personajes históricos y artículos impresos hace 100 años.
Algunos posts tienen hashtags relacionados con eventos resonantes ‒como “Echen al Primer Ministro” o “Todos contra Rasputín”‒ para guiar a los lectores a través de la compleja realidad de 1917. Los usuarios también pueden participar en juegos, como "pregúntale a Rasputín”, o criticar a la vanguardia rusa utilizando citas reales. Junto con el sitio web, que es la pieza central del proyecto, hay también páginas de Facebook, Instagram, YouTube, Telegram y VK, la red social más popular de Rusia (especialmente entre los estudiantes).
La idea original del proyecto pertenece a Mikhail Zygar, conocido periodista ruso y autor de Todos los hombres del Kremlin. En una entrevista con Meduza, contó que la revolución de 1917 siempre ha sido su momento favorito en la historia. Después de desencantarse con la cobertura diaria de noticias, decidió sumergirse en ese período, mostrarlo al público de una manera más accesible y atraer a personas que nunca leyeron libros de historia.
Para recrear el “newsfeed” de hace un siglo, el proyecto empleó a cerca de 100 especialistas, sobre todo periodistas, pero también historiadores, editores de video y fotografía, animadores y diseñadores. Yandex, el gigante ruso de internet, y VK se hicieron cargo de los aspectos técnicos.
Brindar contenido confiable y elegir las fuentes fueron las partes más difíciles. El método se puede comparar con el muestreo de bola de nieve en ciencias sociales: comenzó con el equipo original que anotó a 100 "superestrellas"; las figuras históricas que no podían faltar. Luego la lista creció a 300, ya que debía abarcarse no solo el parlamento, la corte real y los círculos revolucionarios, sino también a militares, a la escena artística y a unas cuantas decenas de extranjeros.
Los personajes fueron repartidos entre el equipo de investigadores. Los escritores recolectaron cartas, diarios, memorias, obras de arte y otros documentos dejados por cada personaje. Pronto se hizo evidente que el proyecto tendría que incluir no solo a los personajes principales, sino también a todas las personas asociadas con ellos. Otro descubrimiento fue que muchas personalidades históricas no habían dejado diarios o memorias, pero aparecen en los escritos de quienes estaban cerca de ellas.
La mayor parte de la investigación se realizó en bibliotecas y archivos. Como resultado, el proyecto ahora cuenta con escritos que no habían sido publicados antes ni traducidos al ruso. Hubo que adaptar los escritos de los personajes al formato de los redes sociales: como única alteración se permitió recortar algunas partes de los documentos, o dividir una carta larga o un diario en varias porciones.
El producto final del trabajo consistió en un documento de texto que mostraba la "información personal" de cada personaje, estructurado a modo de un perfil de redes sociales en categorías como nombre, fecha de nacimiento, ciudad natal, educación, trabajo, lugar de residencia actual, estado civil y amistades. Luego siguieron los "posts": citas de fuentes documentales, con fecha (a veces también la hora), ubicación y fuente. En los casos en que no fue posible fechar una entrada con precisión, se la asignó a la mitad del período en que fue escrita (por ejemplo, se colocó "15 de noviembre de 1917" si algo estaba fechado en "noviembre de 1917").
"Actualización de estado" del Zar Nicolás II del 29 de noviembre 1916: "Fue un hermoso día de sol. Comí unas papas".
El proyecto no utilizó ninguna herramienta específica de gestión para coordinar la investigación; solo Slack para la comunicación y una hoja de cálculo de Google para hacer un seguimiento del progreso. Cada miembro del equipo podía ver los personajes que le habían sido asignados y marcar a los que estaban terminados. El equipo editorial trabajó –como en una redacción– en la planificación de la publicación de cada artículo y la identificación de las partes faltantes (por ejemplo, ciertos eventos importantes a los que los personajes debieron haber reaccionado).
Al momento del lanzamiento del sitio, cerca de 1.500 personas estaban listadas en la página de "personajes". Para facilitar la navegación, muchos de ellos fueron trasladados a una categoría nueva: "invisible". De esta manera, se evitó la confusión de los lectores con los cientos de nombres desconocidos o perfiles vacíos.
Proyecto 1917 fue promovido a través de las redes sociales. VK colaboró con el equipo y creó una serie de perfiles de los personajes del proyecto en sus páginas para una mayor interactividad. Así, los usuarios de redes sociales pueden agregarlos a sus canales de noticias y enviarles mensajes. Hasta la fecha, Nicolás II ha recibido bastantes advertencias de muerte inminente, y una maestra de escuela intermedia envió un email al proyecto, expresando su gratitud por conseguir que sus estudiantes leyeran poesía de principios de siglo XX, ignorada en los libros.
Actualmente, el equipo editorial de Proyecto 1917 planea continuar su trabajo educativo a lo largo del año próximo, presentándose en espacios de exhibición y teatros (Kirill Serebrennikov, el director más controvertido de Moscú, ya está trabajando en una obra basada en el material del proyecto).
Imagen cortesía de Proyecto 1917.
La autora de este artículo, Daria Sukharchuk colaboró con Proyecto 1917.