El periodista digital keniata Dickens Onditi Olewe quiere ayudar a sus colegas de toda África a realizar coberturas en zonas de difícil acceso, brindándoles un “ojo en el cielo” para que puedan contar con vistas aéreas de estos territorios.
Pero en lugar de fijarse en costosos helicópteros, él está interesado en tecnología drone de bajo costo que, según dice, tiene el potencial de revolucionar el acceso de los medios a hechos que ocurren en áreas remotas.
El año pasado, Olewe fundó el AfricanSkyCAM, el primer equipo periodístico de trabajo con drones, con la finalidad de utilizar vehículos aéreos no tripulados (UAVs, por sus iniciales en inglés) y globos aerostáticos equipados con cámaras para darle a los periodistas una perspectiva adicional a sus formas de narrar los hechos. Este proyecto, con sede en Nairobi, está en un proceso de expansión por todo el continente.
“África es un continente inmenso y muchos de sus mil millones de habitantes viven en áreas rurales aisladas”, dijo Olewe a IJNet. “Piensa cuán útiles pueden ser los drones aquí”.
AfircanSkyCAM fue uno de los 20 proyectos ganadores en 2012 del African News Innovation Challenge (ANIC, por sus siglas en inglés). La competición busca fomentar la experimentación con tecnologías digitales y apoyar a las mejores innovaciones diseñadas para fortalecer a los medios africanos.
Este concurso, inspirado en los Knight News Challenge, fue lanzado por la Africa Media Initiative bajo el liderazgo de Justin Arenstein , becario de la ICFJ Knight International Fellowship.
La idea de crear el AfricanSkyCAM nació cuando Olewe, un periodista del periódico The Star de Nairobi, estaba trabajando en un artículo sobre las inundaciones en el Parque Nacional del Lago Nakuru. Él había ayudado a crear una aplicación móvil destinada a periodistas ciudadanos para recolectar fotos y videos de las inundaciones, pero se dio cuenta de que una vista aérea hubiera contribuido a dar una perspectiva mucho más rica a su reportaje.
Unos meses más tarde, AfricanSkyCAM realizó su primer proyecto documentando las inundaciones del parque. “Tenemos muchas inundaciones en este país, y los periodistas con frecuencia las cubren saliendo en botes de pescadores escogidos azarosamente, poniendo en riesgo sus equipos y tomando fotografías a nivel terrestre, lo que no te permite ver la escala real del problema”, dijo. “Por eso pensé que teniendo un ‘ojo en el cielo’ sería todo mucho mejor”.
El proyecto fue un éxito rápidamente en la cobertura de inundaciones y atrajo el interés en todas partes del continente, con solicitudes de medios de Nigeria y Sudáfrica que querían recibir su propio equipo de drones. Este creciente interés ha impulsado a Olewe a fundar una asociación continental, africanDRONE, para ayudar a medios de comunicación y otros usuarios en el acceso al entrenamiento, equipamiento y apoyo técnico que necesitan para ser efectivos en el manejo de esta tecnología.
La tecnología drone ha sido usada por medios de todo el mundo, incluyendo la CNN en Estados Unidos, la BBC en el Reino Unido y la ABC en Australia. Pero a diferencia de esos países, Kenia tiene pocas leyes que restringen el vuelo de aviones a control remoto. Esta libertad no es una ventaja, dice Olewe.
“El hecho de que no tengamos una legislación quiere decir que cualquiera puede comprar y usar esta tecnología, lo cual crea un problema muy grande”, dijo Olewe. Las autoridades pueden hostigar o detener a los operadores, pero también cualquier persona sin ningún tipo de capacitación puede manejar “equipamiento que puede causar daños o incluso muertes” si es mal utilizado.
El 7 de marzo, los periódicos keniatas publicaron una fotografía de un drone civil que había colisionado contra una granja, lo que causó pánico en la población local. El periódico The Star publicó la foto en su portada con este titular: “Objeto volador misterioso se estrella en Naivasha”.
Para ayudar a la población keniata a familiarizarse con esta tecnología, Olewe se ha asociado con conservacionistas, personal de servicios de emergencia y periodistas para “trasmitir una imagen más amigable de los drones”, incentivando la adaptación de este equipamiento en el trabajo de estos profesionales y haciéndolos participar en experimentos con esta herramienta.
“Actualmente estamos trayendo estos equipos al espacio público, y la gente se está sintiendo confortable con eso”, dijo. “Mi estrategia es mostrar que otros sectores de la población pueden usar drones e incluso algunos los están utilizando para negocios”.
El mes pasado, AfricanSkyCAM se asoció con Ben Kreimer, integrante del Laboratorio Periodístico para Drones de la Universidad de Nebraska. Utilizando un DJI phantom quadcopter, realizaron la cobertura de una manifestación en el Parque Machacos People, y produjeron un video promocional del parque recreativo Paraíso Perdido en el condado de Kiambu. Además, en asociación con CCTV Africa filmaron la Reserva OI Pejeta y sus animales.
Las futuras aplicaciones podrían incluir el monitoreo de la caza furtiva de especies en peligro de extinción y la cobertura de enfrentamientos violentos, dijo Olewe.
El próximo paso de AfricanSkyCAM será asociarse con medios de comunicación afines de la región para compartir los conocimientos y la experiencia adquirida, y también contribuir a impulsar la adopción de la tecnología de aviones no tripulados de bajo costo como un insumo para la narrativa periodística.
Olewe también está creando un manual de las mejores prácticas para la utilización de esta tecnología, y utilizará el año académico 2014-2015 como becario de la John S. Knight International Journalism Fellow desarrollando ideas para equipos de periodistas africanos que trabajaren con drones.
Jessica Weiss, ex jefa de redacción de IJNet, es una periodista freelance que reside en Bogotá.
El contenido del blog "Global media innovation" sobre los proyectos y socios de los ICFJ Knight International Journalism Fellows en IJNet es financiado por la John S. and James L. Knight Foundation y editado por Jennifer Dorroh.
Imagen con licencia Creative Commons, cortesía de Don McCullough en Flickr.
Texto traducido del inglés al español por Santiago Sánchez.