La libertad de prensa está bajo ataque en todo el mundo, y la situación en América Latina no es distinta. Los periodistas que informan sobre corrupción y abusos de poder y recursos en la región suelen ser objeto de amenazas a su seguridad y bienestar, tanto por parte de actores estatales como no estatales.
Voces del Sur, una red de organizaciones de la sociedad civil cuyo objetivo es apoyar iniciativas para promover y mejorar las protecciones a la libertad de expresión en la región, pasó los últimos dos años desarrollando pautas para rastrear y difundir las violaciones a la libertad de prensa en América Latina. Su investigación, que examinó la situación en ocho países –Argentina, Bolivia, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Perú, Uruguay y Venezuela–, culminó en un informe independiente que publicaron con la intención de abogar por las libertades de prensa y de expresión.
En julio, tres líderes de Voces del Sur hablaron sobre los hallazgos del informe durante un evento organizado por el National Endowment for Democracy.
Matt Potter, director de Democracia, Gobernanza y Derechos Humanos de la Fundación Panamericana para el Desarrollo, señaló la necesidad de involucrar a la sociedad civil de manera más sencilla y directa. "Si los donantes y los gobiernos son más conscientes del proceso, creo que se darán cuenta de que se trata de un mecanismo y un marco realmente útiles", dijo.
Por su parte, Dagmar Thiel, director de Fundamedios US, señaló la importancia de lograr que los ciudadanos se preocupen por la libertad de prensa. “Si la sociedad no aprecia la libertad de expresión, los mecanismos sugeridos por estos informes no tienen valor. Es por eso que la participación ciudadana es tan importante”, dijo Thiel.
Voces del Sur utilizó uno de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas como marco para su análisis. Así diseñaron 12 indicadores que pueden utilizarse para denunciar incidentes contra periodistas, incluidos asesinatos, secuestros, agresiones y ataques, y abuso de poder estatal, entre otros. Su informe final espera servir como una evaluación complementaria de los estudios oficiales sobre el tema.
Resultados recogidos por Voces del Sur
Las políticas estatales autoritarias fueron la principal amenaza para los periodistas y la libertad de expresión en general en América Latina, según el informe. En Venezuela, por ejemplo, las libertades de prensa y de expresión se encuentran en una situación crítica. Los periodistas se enfrentan constantemente a restricciones para viajar y moverse, y el estado ha censurado o bloqueado a la mayoría de los medios de comunicación, entre otras infracciones.
De los 196 incidentes reportados en Venezuela en 2018, 122 fueron perpetrados por funcionarios estatales. En la región solo Nicaragua superó la cantidad de incidentes, con 234. Ambos países se encuentran entre los más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.
Voces del Sur documentó 732 incidentes reportados en los ocho países examinados durante 2018. Más de la mitad –404– fueron perpetrados por el estado. El informe también destaca 44 casos de discriminación de género. Sin embargo, señalan que el número es seguramente más alto, pues las prácticas de monitoreo actuales no consideran a la violencia de género como una amenaza.
Los delitos denunciados con mayor frecuencia fueron los incidentes del tipo "agresiones y ataques", tanto a nivel regional como dentro de cada país.
Voces del Sur también documentó seis asesinatos, ocho secuestros y dos torturas a periodistas.
Recomendaciones
El informe también ofrece algunos consejos sobre cómo los medios y los periodistas pueden ayudar a promover la libertad de prensa en América Latina y en el mundo:
- Mejorar la manera en que se identifica y se hace un seguimiento de estos incidentes. La denuncia de incidentes debe ser detallada y rigurosa para diferenciar claramente entre los diversos tipos de ataques, por ejemplo, distinguir entre persecución judicial y asfixia financiera.
- Invertir en comprender a las audiencias para construir lealtad. Al hacerlo, se generará no solo apoyo financiero para el medio de comunicación, sino una mayor disposición de los lectores para unirse en su defensa en caso de que un periodista o un medio sean blanco de ataques.
- Mejorar el monitoreo de la discriminación y la violencia de género. Es probable que este tipo de incidentes no se haya medido correctamente en el informe debido a un sesgo arraigado en la industria, tanto que estos casos "pueden volverse invisibles". El informe insta a los empleadores a implementar políticas y mecanismos de género más fuertes.
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Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía armin djuhic.