La violencia armada es un problema ineludible alrededor del mundo. Los tiroteos masivos —ataques con múltiples víctimas— son una plaga desproporcionada en Estados Unidos, pero ocurren en todos lados, desde París a Pakistán.
En uno de los ejemplos de alto perfil más recientes, en medio del tiroteo de la semana pasada en una protesta contra la brutalidad policial en Dallas, el Departamento de Policía de esa ciudad twitteó una foto de un presunto sospechoso. "Este es uno de nuestros sospechosos. Por favor, ¡ayúdanos a encontrarlo!" (ver abajo).
¿El problema? El hombre de la foto, Mark Hughes, era inocente. Hermano de uno de los organizadores de la protesta Black Lives Matter, Cory Hughes, Mark Hughes estaba protestando pacíficamente junto con otros manifestantes cuando comenzaron los disparos.
Sin embargo, la policía dejó el tweet por 17 horas, en las cuales fue retwitteado más de 40.000 veces. Si bien muchos periodistas y usuarios de la red señalaron que la sospecha era falsa, el abogado de los Hughes contó que los dos hermanos habían recibido “miles de amenazas de muerte” como resultado.
¿Qué pudo haberse hecho mejor? ¿Cómo pueden los periodistas informar sobre este problema manteniéndose a salvo, respetando a las víctimas y evitando errores éticos? Hemos reunido varios consejos y recursos para ayudarte a informar en situaciones similares.
Sé cauto con las noticias de último momento en desarrollo
Todos los periodistas deben cumplir plazos. Y situaciones como un tiroteo masivo, en que las noticias se desarrollan a una velocidad vertiginosa, pueden tentarte por repetir lo que dicen otros medios y armar un artículo tan rápido como sea posible. Esto, sin embargo, puede conducir a la proliferación de mentiras potencialmente dañinas, sostiene Bruce Shapiro, director ejecutivo del Centro Dart para el Periodismo y el Trauma de la Escuela de Graduados de la Universidad de Periodismo de Columbia.
“No te apures con información no confirmada o prematura ni con los rumores de las redes sociales, que suelen ser imprecisos y propagar mitos”, dijo Shapiro a Newsweek en octubre pasado.
La Guía de Noticias de Última Hora creada por Alex Goldman para On the Media, de NPR, ofrece nueve sencillas instrucciones a seguir a la hora de informar en situaciones en desarrollo.
Y como demuestra el ejemplo de la semana pasada, es crucial pensar dos veces antes de retwittear.
Cuidado con los "expertos"
En la búsqueda de fuentes externas, ten cuidado con los autoproclamados expertos que "se mueren por ser útiles”, aconsejó Steven Gorelick, profesor de estudios de medios en el Hunter College de CUNY, tras el tiroteo de Virginia Tech en 2007. "Los expertos en serio casi siempre están dispuestos a admitir que no hay una explicación sencilla de por qué y cómo sucedió algo así, sobre todo antes de que se difunda la información más básica sobre el hecho”.
Es buena idea examinar múltiples fuentes y chequear rápidamente sus credenciales antes de publicar lo que dicen. Expertise Finder puede ser un buen lugar para empezar. También puedes recurrir a fuentes de la policía o de la justicia para solicitar recomendaciones. Las fuentes que deseen permanecer en el anonimato deben evitarse siempre que sea posible.
Comprende el riesgo de promover la imitación
“Para minimizar la glamorización de los hechos y las probabilidades de que alguien quiera imitarlos, los periodistas tienen la responsabilidad de retratar con precisión y exactitud las perturbaciones de los perpetradores y evitar el lenguaje y las imágenes que podrían romantizar sus acciones”, escribieron Shapiro y el doctor Frank Ochberg en el sitio web del Centro Dart.
Incluso cuando los tiroteos masivos no buscan generar ataques de imitación, muchos de estos atacantes hacen declaraciones interesadas y manifiestos que describen las razones de sus acciones. Es importante usar la discreción y la precaución al cubrir esas declaraciones.
Cuando ABC News consiguió el manifiesto del tirador que el año pasado mató al aire a dos periodistas en Roanoke, Virginia, el medio eligió publicar solo algunos fragmentos del texto. En cambio, Mother Jones y algunas otras revistas publicaron el manifiesto completo de 2.000 palabras del tirador que asesinó a nueve personas en la iglesia de Charleston, Carolina del Sur, el año pasado.
Hay quienes creen que incluso debe evitarse nombrar a los tiradores como modo de coartarles la notoriedad que a menudo buscan. Este fue el caso del director del FBI, James Comey, quien tras el tiroteo en el club Pulse de Orlando, Florida, se negó a mencionar el nombre del asesino.
No hay una respuesta correcta o incorrecta a la hora de tratar este tema, pero es importante ser conscientes de las consecuencias de tomar una u otra postura.
Otros recursos
El Manual de Periodismo y Trauma del Centro Internacional para Periodistas puede ayudarte a comprender mejor cómo prevenir y lidiar con el estrés postraumático cuando cubres situaciones violentas.
Por su parte el Centro Dart ofrece numerosos recursos para periodistas que cubren tiroteos masivos. Puedes acceder a toda esta información aquí.
Por consejos sobre cómo entrevistar a víctimas de situaciones traumáticas, puedes chequear las mejores prácticas de Poynter para hablar con testigos y víctimas de tiroteos masivos.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía UCI UC Irvine. Imagen secundaria vía Twitter.