Armados con US$1,1 mil millones en fondos federales, las autoridades sanitarias de Estados Unidos están delineando estrategias para combatir el virus del Zika, que surgió en el país y en la región a principios de este año. Y los periodistas también deben planificar su cobertura.
Después de brotes generalizados de la enfermedad transmitida por mosquitos en Brasil y en otros países de América Latina, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al zika una “emergencia de salud pública”, y advirtió que millones de casos más podrían estar en el horizonte.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), el zika ya ha alcanzado a 25.000 personas en los EE.UU. y sus territorios. Florida fue el primer estado en el que se encontró el virus en los mosquitos.
Hay una realidad aterradora: las mujeres que contraen zika durante el embarazo pueden estar en riesgo de tener bebés con retraso cerebral y del sistema óseo. Las imágenes de esos recién nacidos inundaron internet. Investigaciones recientes sugieren que el virus también puede conducir a problemas neurológicos en los adultos.
Para los medios de comunicación, informar acerca de las causas y los peligros de la enfermedad es un acto de equilibrio delicado.
“No conozco ningún periodista que se disponga a asustar a la gente, pero a veces pueden, sin intención, alarmar a sus audiencias con una cobertura de mala calidad sobre el zika; un virus que si entra en un ciclo frenético de noticias puede sembrar el pánico y suscitar reacciones exageradas e ineficaces", escribió Al Tompkins, del Instituto Poynter, en febrero pasado.
“Cuida el lenguaje que utilizas”, aconseja el ex periodista de investigación. "Ten especial cuidado de no usar palabras como ‘crisis, susto, emergencia, mortal’, a menos que sea como parte de una cita. Luego revisa si esas expresiones se sujetan a la verdad”.
En conclusión: “cubre la historia, pero no la hagas peor de lo que es”, escribe Tompkins.
Con esto en mente, IJNet reunió recursos para una cobertura justa y precisa de esta amenaza para la salud. Los informes periódicos de los CDS y la OMS son necesarios. Aquí te presentamos otros que pueden ayudar (en inglés):
"La propagación del virus del Zika en visualizaciones", de Storybench, un programa de la Universidad Northeastern, brinda ejemplos de cómo los datos relacionados con el zika pueden presentarse de manera visual y creativa. Los mapas muestran de qué manera se propaga el virus, sus efectos sobre el turismo, y un gráfico de cómo los mosquitos se infectan con zika y lo transmiten a los seres humanos.
"Cobertura efectiva del zika: cómo informar mejor al público", una guía descargable del Annenberg Public Policy Center de la Universidad de Pennsylvania, también puede ser de utilidad para los periodistas. La guía explica tres principios para una cobertura efectiva y ofrece ejemplos de las mejores prácticas para informar en medios impresos, televisivos y digitales. Entre sus consejos: comunicar información consecuente, vincularla a fuentes fidedignas de información como la OMS, y visualizar acciones de prevención.
"Tres lecciones para cubrir el virus del Zika de cara al futuro": la revista Columbia Journalism Review aconseja desafiar los comentarios oficiales con puntos de vista independientes, utilizar cuidadosamente las estadísticas y centrarse en los mosquitos en vez del virus. Hay citas de un reportero que cubre el zika para STAT –el sitio de ciencias de la salud del Boston Globe– acerca de la importancia del control de mosquitos en las zonas vulnerables.
El Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, Minneapolis, ofrece una amplia colección de recursos sobre el zika, incluyendo noticias, informes médicos, información de organizaciones de salud y una lista de personas y organizaciones para seguir en Twitter.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía coniferconifer.