Lidiar con fuentes tradicionales de carne y hueso puede ser tan peligroso éticamente como cobrar por dar charlas o recibir regalos.
La era digital ha hecho mas fácil sorprender a periodistas en infracciones éticas que van desde relaciones extramaritales con empleadores hasta honorarios no revelados, pero el bloguero de Reuters Feliz Salmo argumenta que hoy en día las fuentes pueden crear más problemas éticos para los periodistas.
“Los periodistas no siempre tienen sexo con sus fuentes, pero cuando tienen reuniones largas y a menudo alcoholizadas, es estadísticamente inevitable que muchos periodistas terminen llevándose bien con algún subconjunto de esas personas”, escribe Salmon. “En realidad, las fuentes no son necesariamente malas: algunas son gente muy buena y encantadora. Y muchas veces los periodistas terminan trabajando muy de cerca con sus fuentes durante semanas o meses según la noticia”.
Salmon cree que el enfoque casual hacia la transparencia no es suficiente. Cita, por ejemplo, al columnista del New York Time Joe Nocera que revela en un artículo que Daniel Alpert, un socio gerente fundador de Westwood Capital, es un “amigo” pero después falla en ver como su relación puede impactar su evaluación del plan de Mortage Resolution Partners, en el cual Westwood capital es uno de los principalmente involucrados.
Salmon recomienda que más organizaciones actúen como el Wall Street Journal, el cual requiere declaraciones personales de ética de sus reporteros.
“Yo animaría a todos los periodistas a tomar en cuenta todas sus acciones, todos los días, y preguntarse si es útil o inútil, bueno o malo. Y la idea de esto es que pases tanto tiempo haciendo cosas que son buenas como el tiempo que pases evitando hacer cosas malas”.
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Via Reuters
Imagen: Morguefile