El ambiente de violencia que vivió el periodismo mexicano en el 2008 ha movilizado a los periodistas a organizase y buscar formas de luchar contra la autocensura y de reafirmar la libertad de prensa en el país.
Para ahondar en el tema de la libertad de expresión y conocer las iniciativas que surgieron el año pasado en defensa de la labor de la prensa mexicana, la Red de Periodistas Internacionales (IJNet) entrevistó al periodista Benjamín Fernández (foto: der.), especialista en leyes de comunicación, activista social y becario de Knight International Journalism Fellowship.
Fernández fue asesor del proyecto Fundación para la Libertad de Expresión, que nació el 16 de octubre de 2008 y cuya misión es garantizar la seguridad de los periodistas, la libertad de expresión y el derecho a la información. Su labor de consultor incluyó la revisión de sus estatutos y el diseño de un plan de desarrollo de la fundación que ahora está en vigencia.
Actualmente Fernández está envuelto en una serie de asesorías, conferencias y activismo social para impulsar y asegurar la libertad de expresión en México. Su principal objetivo es lograr que ésta se perciba como un valor colectivo y que cuando matan a un periodista lo hacen en cierta forma con los receptores de la información.
¿En qué consiste su trabajo de impulsar la libertad de prensa en México?
Como becario de Knight he acompañado la creación y lanzamiento de la Fundación para la Libertad de Expresión en México, organismo civil que reúne a una variedad de ciudadanos mexicanos del ámbito de la comunicación, la cultura, la academia, la política, el sector empresarial y ciudadanos interesados en hacer de la libertad de expresión un sustento del desarrollo democrático. Mi primera labor ha sido insistir en la idea de que ella ― la libertad de expresión ― es un valor no sólo capaz de ser defendida por periodistas ni para periodistas, sino que debe ser percibida como un compromiso colectivo de cada mexicano de manera tal que si ella sufre menoscabo se perciba como una afrenta a toda la sociedad en su conjunto.
¿Cuáles son los recursos que está utilizando para promover la libertad de prensa?
Hemos recurrido a programas de radio, entrevistas en televisión, libros (Libertad de Expresión: Revisión metodológica de las agresiones a periodistas en México, Perla Gómez Gallardo y Autorregulación Periodística, Benjamín Fernández Bogado y otros autores), una revista mensual, talleres para periodistas, conferencias internacionales, una cátedra universitaria, y la página Web.
Otro punto es el activismo social, por ejemplo con la Fundación para la Libertad de Expresión estuvimos en el Zócalo [Ciudad de México] el 7 de diciembre, 2008, promoviendo la libertad de expresión en el marco de la semana de los Derechos Humanos. Hemos logrado una serie de convenios con organizaciones de la sociedad civil, de periodistas y con universidades para llevar adelante labores concretas en este campo. Particularmente he dado conferencias y talleres en Ciudad de México, Villahermosa (Tabasco), Cuernavaca, Puebla y Guadalajara.
¿Qué puntos tocó en el panel de debate sobre la violencia contra periodistas mexicanos en ese evento?
Algunos puntos estructurales: policía con alto nivel de corrupción, justicia incapaz de sancionar e investigar a los culpables y alta desigualdad. Menos del 1 por ciento de los criminales reciben sanción, temor de la ciudadanía y una campaña para reinstaurar la pena de muerte en México. Salarios bajos para los periodistas, lo que fuerza a depender de ingresos extras donde muchas veces colisionan los intereses y una alta dependencia de avisos estatales, en especial en medios de provincias.
¿Cómo respondió el auditorio?
Muy interesado y crítico al mismo tiempo, esperan que los medios demuestren un nivel de compromiso solidario mayor y que el Estado mexicano asuma un compromiso eficaz para acabar con la violencia que el 2008 se ha llevado a más de 6 mil personas [no sólo periodistas].
¿Se está viendo algún progreso en este asunto?
Pocos avances, el sentimiento de que se está en "guerra contra la criminalidad" hace percibir a muchos que habrán varias víctimas, entre ellas los periodistas. Hay campañas cívicas en los medios que procuran sensibilizar sobre los 29 crímenes contra periodistas en los dos años del gobierno de Calderón y sacar el estigma de que sólo un 3 por ciento de ellos han perecido por ejercitar su profesión.
¿Qué tipo de ayuda o capacitación para periodistas y medios ofrece su trabajo?
Buscamos por un lado profesionalizar el ejercicio del periodismo y usar mejor las leyes de acceso a la información que están disponibles. Pero por otro lado, dar elementos jurídicos que permitan entender mejor en que ámbito se desarrolla un periodismo muy precario y peligroso como el de México.
¿Podría hacer un recuento de sus logros y próximas metas?
Hemos fortalecido la Fundación para la Libertad de Expresión, estamos buscando que se modifique la ley de educación y permita que la libertad de expresión sea un capítulo de estudio en los planes de estudios de primaria y secundaria; pero por sobre todo, personalmente he puesto mucho énfasis en involucrar a toda la sociedad mexicana en la tarea de sensibilizar en torno al valor social de la libertad de expresión.
¿Qué consejos daría a los periodistas que enfrentan la violencia día a día?
Que no pierdan nunca el coraje de reflejar la realidad, que el miedo no inmovilice al país y que relatar los hechos, incluso en medio de un clima de guerra que vuelve siempre la verdad relativa, es una de las tareas fundamentales del ejercicio del periodismo en todo el mundo.
Para mayor información sobre la Fundación para la Libertad de Expresión o hacer una denuncia visite http://www.fundacionparalalibertaddeexpresion.org/. Para conocer más sobre Knight International Journalism Fellowship visite http://knight.icfj.org/.