Lo que la Cruz Roja Internacional es a las víctimas del hambre y de las inundaciones, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) lo es para periodistas y editores que operan en los lugares más peligrosos del mundo.
El 21 de febrero, el CPJ expandió su alcance con la creación del Equipo de Respuesta a Emergencias, liderado por Colin Pereira, ex director de seguridad de la Independent Television News de Londres y vicedirector del equipo de alto riesgo de la BBC. Al mismo tiempo, el CPJ publicó un informe especial sobre las amenazas inéditas que están enfrentando los periodistas.
"Los últimos seis años han sido los más mortales y peligrosos para los periodistas desde que el CPJ comenzó a rastrear ataques a la prensa, particularmente con nuevas amenazas de grupos políticos y religiosos violentos y del crimen organizado", señaló Robert Mahoney, subdirector ejecutivo del CPJ, en un comunicado de prensa.
"Confiamos cada vez más en los freelancers internacionales y en los periodistas locales para hacer coberturas territoriales, que con frecuencia son vulnerables y están mal pagos", añadió.
El informe describe las "amenazas cambiantes" que sufren los periodistas, incluyendo la expansión de actores no estatales violentos, la disminución del estado de derecho, el autoritarismo resurgente y un cambio de la industria periodística que tiende hacia la dependencia de los freelancers. Hay secciones sobre la mitigación de riesgos, el trauma y la salud mental, lecciones de expertos en seguridad y periodistas que ofrecen consejos prácticos a los trabajadores de los medios.
Se alienta a periodistas de todo el mundo a familiarizarse con los servicios proporcionados por el Equipo de Respuesta a Emergencias, en caso de que cualquier colega lo necesite. El sitio web explica cómo los periodistas bajo amenaza pueden comunicarse con el CPJ para obtener apoyo.
Entre las instrucciones: "La forma más segura de contactarnos es a través de SecureDrop (haz clic aquí para más información). También puedes comunicarte con nosotros por email, correo, teléfono, fax o redes sociales. Se te pedirá que proporciones información confidencial sobre tus circunstancias".
Quienes opten por usar SecureDrop recibirán instrucciones para "descargar Tor Browser, que hace que la navegación por Internet sea anónima y protegida de las escuchas. Debido a la protección que ofrece, Tor Browser es la única forma de acceder a SecureDrop".
Hay otros consejos sobre cómo obtener ayuda. El CPJ es miembro de la red Journalists in Distress (JID), un grupo de 18 organizaciones internacionales que ayudan a periodistas y trabajadores de los medios que reciben amenazas por su trabajo. Los periodistas pueden solicitar financiamiento de hasta CAD$1.500 para mitigar las amenazas.
Otro recurso: el CPJ es miembro fundador de la Alianza ACOS, que trabaja por "una cultura de seguridad" y promueve los Principios de Seguridad de Periodistas Freelance firmados por organizaciones y grupos de prensa. Más información sobre la Alianza, los Principios de Seguridad y los recursos disponibles para los freelancers están disponibles aquí.
El Equipo de Respuesta a Emergencias difunde información a través de avisos de seguridad frecuentes y mantiene una lista de socios del CPJ y recursos externos. Hay enlaces a la Fundación Rory Peck, que ofrece excelentes herramientas de evaluación de riesgos en varios idiomas, al Registro Freelance de Frontline y a la Guía de Seguridad para Periodistas del CPJ, que aborda temas como la seguridad cibernética, conflictos armados, disturbios civiles y el estrés. La guía se publica en 10 idiomas, incluyendo español, portugués, árabe, farsi, ruso y chino.
El informe especial del CPJ aborda una cuestión especialmente relevante en el contexto político de hoy: ¿por qué deberíamos preocuparnos por lo que les pasa a los periodistas?
"La represión y la impunidad ponen en peligro la vida y la libertad de los periodistas y fomentan un clima de temor y autocensura entre periodistas y líderes de opinión, suprimiendo noticias de interés público", dice el informe, que además añade: "Una democracia saludable depende del libre flujo de noticias y opiniones hacia y desde los gobernados. Los periodistas desempeñan un papel vital en asegurar ese flujo y en garantizar la transparencia de los poderosos".