Olvídense del 99%. Para los creadores del medio digital venezolano El Cambur, la atención está puesta en el 40%.
Las encuestas muestran que alrededor del 40% de la población adulta de Venezuela no tiene una posición ni fuertemente oficialista ni firmemente opositora. Sus preocupaciones principales tienen que ver con los problemas socioeconómicos que afectan a todos los venezolanos. Estos ciudadanos se encuentran en el medio de la brecha política y son pocos los grandes medios que intentan comunicarse con ellos.
Desde su lanzamiento en junio de 2013, El Cambur se ha dedicado a brindar información objetiva a una audiencia que ha sido ampliamente ignorada por los medios venezolanos.
Hoy, con un personal de nueve personas de tiempo completo, El Cambur espera lograr que su cobertura independiente de noticias impulse a los venezolanos a tener un papel más activo en la vida cívica, equipándolos con información precisa y objetiva sobre sus comunidades.
Media Factory, la incubadora de proyectos de noticias fundada por el becario Knight Mariano Blejman, seleccionó a El Cambur como uno de los tres proyectos a recibir una financiación inicial en 2014, buscando ayudar a renovar la industria del periodismo en toda América Latina.
Hablamos con José Puerta, director de proyectos y miembro fundador de El Cambur, sobre la visión del medio, acerca del tipo de contenido que ofrece a sus lectores y sobre cómo ha crecido este a partir de la incubación de la Media Factory.
¿Por qué se necesitaba un medio como El Cambur?
Venezuela no es un país bipolar en términos políticos. Se cree, especialmente en otros países, que se trata de un país polarizado en el que los ciudadanos están o bien con el gobierno (chavismo, socialismo, izquierda), o bien en contra de este (la oposición, derecha).
Pero alrededor del 40% de la población no se encuentra en ninguno de esos polos. Así que diseñamos y creamos El Cambur como un espacio para permitirle a estas personas que son políticamente independientes expresarse y encontrar contenidos que no estén alineados con aquellas dos posiciones políticas.
Se necesitaba un emprendimiento así porque hasta la aparición de El Cambur, ningún medio se dirigió a ese segmento de la población. Antes, todos los medios, tanto digitales como tradicionales, tenían tendencias a favor o en contra del gobierno. Mientras investigábamos nuestro mercado y las diferentes audiencias nos encontramos con que esas personas eran invisibles y permanecían marginadas hasta la llegada de las elecciones. Solo parecían existir cuando hay que votar, pero para otros asuntos de la vida venezolana era como si no estuvieran.
¿Cómo deciden qué historias publicar?
Tenemos dos tipos de contenidos, entremezclados, que se centran en los intereses de nuestra audiencia. Producimos de 12 a 15 historias por día, bajo la supervisión de un equipo editorial. El primer tipo de contenido es de contenido agregado, lo que nos permite estar en el radar de las noticias de última hora.
Una parte de nuestra audiencia necesita estar informada acerca de qué y cuándo suceden algunas cosas. Los contenidos agregados lo producen de tres a cinco periodistas, que escriben generalmente artículos cortos. Nos vinculamos a la fuente original, y los artículos, a su vez, están conectados a historias relacionadas. La mayor parte de ese contenido incorpora elementos que son importantes para cada historia, como tweets, videos, etc. Dividimos ese contenido en secciones:
- "Poder", sobre política y economía
- "Ciudadanía", sobre agrupaciones civiles y ONGs
- "Identidad", sobre grupos y poblaciones minoritarias
- "Tendencias", sobre películas, ciencia, televisión y tecnología
El otro tipo de historias que hacemos son el resultado de investigaciones y visualizaciones de datos, que no necesariamente están relacionados con noticias de último momento, pero sí cubren aspectos importantes de la vida económica y política de Venezuela.
Estas historias las producen periodistas freelance que son expertos en las materias sobre las que escriben. Tenemos un equipo de ocho a 10 freelancers que contactamos para que hagan reportajes. Además creamos visualizaciones de datos. Salimos a la caza de los datos del gobierno y, con la ayuda de un producto digital llamado Infogram (dos personas en nuestro equipo son Embajadores de Infogram), hacemos que esos datos sean visualmente accesibles para nuestra audiencia.
Estos dos tipos de reportajes se deciden durante una reunión editorial semanal en la que revisamos las historias y planificamos el futuro. Por ejemplo, tenemos las elecciones parlamentarias el 6 de diciembre, así que ya estamos pensando en qué tipo de contenido lanzaremos durante los próximos meses antes de los comicios.
¿Qué esperan que la audiencia obtenga leyendo El Cambur?
Esperamos ser una de las referencias de un periodismo bueno, objetivo y profundo en Venezuela. Queremos hacer hincapié en que El Cambur no es un activista político o un actor político en términos partidarios. No estamos creando un movimiento político, pero nos parece importante para la democracia y para la vida cívica que el segmento de la población al que nos dirigimos tenga un lugar para hablar y ser escuchado. Nuestro objetivo es incluir a este segmento en el debate político que Venezuela ha estado viviendo desde 1998, y del que ha sido excluido.
Esperamos que estos ciudadanos, que componen el 40% de la población y que tienen fuertes valores sobre la democracia y la promoción social, tomen la iniciativa en el proceso político, se sumerjan en la vida política de Venezuela y construyan un modelo de colaboración social en lugar de uno de antagonismo.
Esta entrevista ha sido condensada y editada.
Imagen principal con licencia Creative Commons en Flickr, vía MARQUINAM.