Si bien los bots son una de las principales tendencias en la comunicación digital, muchos usuarios no saben lo que son, y desconocen su poder para influir en la opinión pública mediante la difusión de desinformación y propaganda.
De acuerdo con Giovanni Luca Ciampaglia, investigador de la Universidad de Indiana, los bots son un "sencillo programa informático que maneja una o varias cuentas de redes sociales para llevar a cabo una acción determinada a través de ellas". Aunque muchos de estos programas se utilizan para marketing, el uso malicioso de bots supone un nuevo desafío para los periodistas.
Tipos de bots
Un tipo común de bot es el chatbot, que está programado para responder a mensajes de los usuarios. Los chatbots han sido utilizados durante muchos años por las empresas para mejorar su servicio de atención al cliente, ya que les permite ahorrar dinero y atender consultas de manera rápida y efectiva.
Medios de comunicación como CNN han creado sus propios chatbots para entregar noticias en un formato de mensajería punta a punta. Los bots pueden enviar un briefing matutino, responder preguntas sobre un tema específico o incluso recomendar recetas.
Los chatbots generalmente dicen a los usuarios que son una computadora; sin embargo, algunos bots están programados para ocultarlo y parecer reales. Esto es común entre los robots sociales, un tipo de robot de chat que produce contenido automático para las redes, usualmente en apoyo de campañas, marcas, políticos y más.
"Por lo general, tratan de actuar como un ser humano", dice Ciampaglia. "Algunos de estos bots se utilizan para seguir a ciertas personas en Twitter, y otros se utilizan para difundir información en apoyo de un grupo de personas".
Como resultado, influencers y políticos suelen tener millones de seguidores falsos. Aunque esos bots se usan para inflar la cantidad de seguidores en las redes sociales, también son una herramienta efectiva para difundir información.
Existen otros tipos de cuentas que difunden noticias falsas, pero no son programas de computadora.
"Las cuentas creadas por humanos y utilizadas con fines maliciosos se llaman cyborgs", explica Ciampaglia. Se trata de personas reales a las que se les paga para crear docenas de cuentas falsas que se usan para influir en y manipular a la opinión pública en las redes sociales, especialmente vía Facebook y Twitter.
Ejércitos de bots
Tanto agencias de marketing como gobiernos utilizan cyborgs para ganar dinero, manipulando información sobre políticos, marcas u otros grupos poderosos. La Internet Research Agency de los Estados Unidos y Victory Lab de México crean y difunden desinformación mediante el uso de cyborgs para manipular conversaciones en las redes sociales.
Estos grupos contratan a jóvenes de forma ambigua para crear cuentas falsas y para mantener oculta su verdadera tarea. Aunque no es ético ni legal usar cyborgs para manipular a la opinión pública, muchos jóvenes se dedican a ello, más por dinero que por intereses políticos.
Alberto Escorcia es un ciberactivista mexicano que ha luchado contra estos grupos de cyborgs desde 2010. Como resultado, ha recibido amenazas de muerte hasta el punto de casi verse obligado a abandonar el país.
"Los bots llenan las redes sociales con mensajes que apoyan o luchan contra una causa", explica Escorcia. "Es una tarea de fuerza bruta que se ocupa de inundar las redes sociales, crear trending topics y hacer que parezca real".
Estas plataformas de bots funcionan de una manera muy organizada, colaborando entre cuentas falsas para engañar a los usuarios. "La simulación que crean es masiva", señala Escorcia. "Muchas veces solo necesitas miles de bots comentando o compartiendo el mismo contenido, y alguien pensará que es legítimo, incluso si no tiene sentido".
Bots y noticias falsas
Los bots suelen manipular la conversación en las redes sociales durante sucesos políticos o elecciones. En las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 y en el voto del Brexit, los bots pueden haber impactado en los resultados. Durante las elecciones de México en 2018, se detectaron millones de bots que difundieron información falsa sobre los candidatos.
Sin embargo, Escorcia no ve a los bots como los únicos responsables de las noticias falsas. "Los bots son el último eslabón de la cadena", observa. "La principal responsabilidad recae en Twitter, Google y Facebook, porque tienen recursos para detectar esas cuentas falsas y bloquearlas".
Pero, dice, como los bots aportan millones de dólares en ingresos publicitarios a estas compañías tecnológicas, estas no tienen muchos incentivos para tomar medidas contra ellos.
"Su principal ingreso son los anuncios y no importa si están promoviendo noticias falsas", dice Escorcia.
Desafíos futuros
"El uso de bots no está disminuyendo; por el contrario, está aumentando”, advierte Ciampaglia. "No solo por las oportunidades de marketing, sino también para manipular a la opinión pública". Estos bots son, además, cada vez más inteligentes.
A Escorcia le preocupa que los bots, cuando se combinen con inteligencia artificial, se usen como armas informativas, poniendo a países enteros en riesgo de manipulación. Él cree que en 10 años será aun más difícil distinguir entre la realidad y la mentira.
Los medios de comunicación se enfrentan a una crisis potencial. Los periodistas deben estar listos para educar a sus lectores acerca de las noticias falsas, aprender más sobre tecnología y formar grupos de verificación durante grandes eventos, como elecciones presidenciales. Un ejemplo es Verificado 2018, una iniciativa de fact-checking liderada por diferentes redacciones mexicanas. El equipo utilizó plataformas como WhatsApp para intervenir noticias falsas durante las elecciones nacionales.
"El periodismo de investigación debería tomarse este tema en serio. Puede parecer ciencia ficción, pero es una amenaza directa contra la industria ", dice Escocia. "Y los periodistas no deben ceder a una industria que está dispuesta a pagar dinero para distorsionar la realidad".
La única forma de prepararse para este escenario inminente es formar equipos con tecnólogos como Escorcia y Ciampaglia, y desarrollar herramientas y técnicas para luchar contra estos ejércitos de bots mientras se combinan capacidades de investigación y programación.
Afortunadamente, esto ya está sucediendo. Ciampaglia y un equipo de investigadores del Observatorio de Redes Sociales de la Universidad de Indiana han desarrollado herramientas para reconocer cuentas falsas en las redes. Estas son Hoaxy y Botometer, que ofrecen una manera fácil para que periodistas y usuarios promedio detecten sitios web de baja credibilidad y reconozcan cuentas automatizadas.