Después de que una fuente denunciara al San Jose Mercury News que un grupo de jueces penales se pasaba los viernes jugando al golf en lugar de asistir al juzgado, el diario le asignó la historia a un equipo de cuatro periodistas y un fotógrafo.
Una vez en el juzgado del Condado de Santa Clara, notaron que los estacionamientos estaban reservados con los nombres de los jueces. Los periodistas tomaron nota de los números de las matrículas y siguieron a los autos. También consiguieron el calendario de vacaciones completo de los jueces, así como sus registros de golf, incluyendo sus puntajes.
Después de una investigación de cinco meses, encontraron que los viernes los jueces, que eran ávidos golfistas, pasaban la mayor parte del día en la cancha de golf, lo que contribuía a una acumulación de casos en la corte. Tras la publicación de esta investigación ("The Judge Club" o “El club de los jueces”), las escapadas de los viernes a la cancha de golf llegaron a su fin.
A veces, los datos que necesitas para un reportaje simplemente no están allí, porque o bien no existen o porque los datos no están siendo recolectados correctamente. ¿Qué puede hacer un periodista?
Puedes utilizar formas creativas de recoger los datos. El panel “When data isn’t there” (“Cuando los datos no existen”), organizado durante la conferencia de NICAR en Baltimore y liderado por la periodista investigativa del New York Times Sarah Cohen, compartió algunas ideas al respecto.
The Wall Street Journal publicó recientemente "A tale of two prices” (“Una historia sobre dos precios”), una investigación sobre cómo la empresa de suministros de oficina Staples varía los precios de algunos de sus artículos en función de los IPs de los usuarios que compran productos online y, por ende, los códigos postales. Con ese motivo, el periódico analizó los precios de los artículos en varias oportunidades usando diferentes códigos postales.
Los periodistas encontraron que Staples había cobrado a clientes de ciertos códigos postales en EE.UU. US$14.29 por una engrapadora básica Swingline, mientras que otros usuarios pagaron hasta US$15.79.
Para esta investigación, los periodistas del WSJ leyeron atentamente los Términos de Uso del sitio web de Staples y tomaron capturas de pantalla para el caso de que la empresa decidiera cambiarlos. También consultaron al editor de ética del medio para asegurarse de que su investigación no iba a ser cuestionada legalmente después de su publicación.
Para el proyecto "Dollar Politics” (que puede traducirse como “La política del dinero”), la radio pública nacional de EE.UU. (National Public Radio, NPR) apeló a la sabiduría del público.
Durante la reunión de 2009 del Comité del Senado sobre Salud, Educación, Trabajo y Pensiones, donde se discutió la nueva ley de salud, NPR notó la presencia de una horda de lobistas. Para ese reportaje, los periodistas de este medio quisieron saber quiénes eran los asistentes y qué influencia tenían. Así que dieron vuelta las cámaras y en vez de apuntar a los senadores discutiendo la ley, fotografiaron a la audiencia que estaba allí. Luego pidieron a la multitud que ayudara a identificar quiénes habían estado presentes durante la votación. Una vez que uno de los asistentes era identificado, NPR etiquetaba la foto con el nombre de la persona y su puesto de trabajo.
Construir una base de datos desde cero
“Behind the bloodshed” (“Detrás de la masacre”), una investigación de USA Today sobre los asesinatos en masa en los EE.UU. básicamente empezó desde cero, ya que no había una base de datos que centralizara todos los casos.
El equipo comenzó con la base de datos del FBI, pero rápidamente se dio cuenta de que no era exhaustiva, por diversas razones. Al final de la investigación descubrieron que esa base de datos tenía una tasa de precisión del 61 por ciento solamente, ya que omitía ciertos casos y en otros contenía información errónea. Algunos estados como Miami no enviaban sus cifras al FBI, mientras que otros como DC lo hacían esporádicamente.
En un segundo paso, los periodistas comenzaron a armar su set de datos realizando varias búsquedas en Google Noticias y LexisNexis (un servicio de pago que permite consultar un exhaustivo archivo de noticias). Usando la definición del FBI de un asesinato en masa (cuatro o más personas muertas), acabaron encontrando 236 incidentes desde 2006.
“El crear tu propia base de datos toma mucho tiempo y esfuerzo”, dijo la periodista especializada en datos de USA Today Meghan Hoyer. Pero vale la pena, ya que le permite a los periodistas diseñar la base de la manera que quieran. “Tú eres el capitán de tu propio barco”.
La experiencia de crear bases de datos le enseñó algunas lecciones. Ella recomienda planificar, definir el tema, tener un compañero con quien intercambiar ideas e introducir un sistema que permita detectar errores.
Suelten a los drones
Y si no existen los datos, siempre puedes utilizar hardware. Varios medios alrededor del mundo (como WNYC en Nueva York y La Prensa Gráfica de El Salvador) han estado experimentando cada vez más con aviones no tripulados (o drones) y sensores para recopilar datos específicos.
El panelista Matt Waite, también conocido como el “rey de los drones”, mostró algunos experimentos que está haciendo en el Laboratorio de Drones de la escuela de periodismo de la Universidad de Nebraska-Lincoln. Waite opina que el depender del gobierno para obtener datos puede limitar a los periodistas, por lo que les recomienda a estos que obtengan sus propios datos.
Waite ha estado experimentando con aviones no tripulados en periodismo desde hace algún tiempo, utilizándolos para cubrir la sequía en Nebraska de 2012, por ejemplo.
Recientemente, ha experimentado con sensores Arduino conectados a micrófonos, utilizándolos para detectar los niveles de ruido del lobby de la escuela de periodismo de la Universidad de Nebraska. Tales sensores pueden ser usados para registrar los niveles de ruido de todo un barrio o de la ciudad, dijo, mientras que los drones pueden ser utilizados para realizar mapas digitales o, con algunos retoques y accesorios, como cámaras infrarrojas.
Créditos de imágenes: Primera imagen: captura de pantalla del trabajo "A Tale of Two Prices" del Wall Street Journal. Segunda imagen: captura de pantalla de la investigación de NPR "Dollar Politics".
Maite Fernández es jefa de redacción de IJNet. Es bilingüe en inglés y español y tiene una maestría en periodismo multimedia de la Universidad de Maryland.
Texto traducido del inglés al español por Maite Fernández.