Brasil está atravesando una crisis política y los medios deben lidiar con un torrente de noticias de última hora, al tiempo que los escándalos de corrupción –que incluyen a los últimos presidentes de Brasil– continúan saliendo a la luz.
En pleno ojo de la tormenta, el medio digital Nexo Jornal ha intentado crear un espacio entre la investigación académica y el periodismo explicativo. Se ha mantenido firme a su intención inicial de sostenerse gracias a sus suscriptores, y se acerca a su segundo año bajo un presidente interino brasileño que acaba de sobrevivir a una destitución.
"Ofrecemos noticias explicativas y contextualizadas, y aparecimos al comienzo de un período crítico de Brasil", cuenta Renata Rizzi, que es cofundadora de Nexo y directora de estrategia y negocios. Nexo se lanzó en el verano de 2015, "cuando el expresidente Lula da Silva estaba siendo investigado. Era un momento álgido, y fue una locura en términos de carga de trabajo. Las noticias se movían a tal velocidad que creo que si alguien entraba a nuestra página pensaba que éramos de Marte".
Durante 2016, el sitio estableció flujos de trabajo editorial más suaves y agregó cinco nuevas secciones basándose en la organización y contextualización de distintos tópicos noticiosos y en responder preguntas comunes de lectores, desde la política hasta la ciencia y la cultura. Sus principales historias después de que Michel Temer, el actual presidente brasileño, sobreviviera a una votación del Congreso sobre una acusación de soborno, dan una buena idea de cómo es el periodismo de Nexo: una serie de tablas que descomponen cómo votaron los congresistas por la destitución, una columna llamada "El Fin de Brasil", y un explainer sobre si es seguro retirar las partes enmohecidas de los alimentos y comer el resto (¡depende de la comida!).
[gráfico] A votação da denúncia contra Temer na Câmara em 16 gráficos. https://t.co/a9KIe2R6tK pic.twitter.com/trQKhUW6YL
— Nexo (@NexoJornal) August 3, 2017
El staff de Nexo Jornal tiene aproximadamente 30 personas. La mitad son periodistas y el resto una mezcla de desarrolladores, diseñadores y productores, que tienen ya un determinado ritmo editorial. El medio siempre publica, por ejemplo, tres infografías cada semana, dos piezas de opinión y un cuestionario, señala Paula Miraglia, directora general de Nexo. Además, cada mes publican un reportaje de largo aliento con piezas interactivas completas que requieren un gran esfuerzo de un equipo más grande (aquí hay un notable ejemplo).
"Desde un punto de vista editorial, nos dimos cuenta de que debemos llevar la contextualización y la explicación a un nivel casi radical. Es clave para nuestros modelos editoriales y empresariales producir contenidos que perduren”, señala Miraglia. "La pregunta que siempre nos hacemos es: ¿cuál es el contenido por el que la gente pagará? Debido a nuestro tamaño, producimos menos que otros medios. No se trata de la cantidad de artículos que publicamos, sino de su perdurabilidad y calidad”. Miraglia y Rizzi mencionaron la reciente cobertura en torno a la aparición de una grabación que involucraba a Temer en un soborno: algunas de los principales medios de Brasil cubrieron sus páginas con más de una docena de historias diferentes, mientras que Nexo sólo presentó dos, un explainer básico y un análisis más profundo.
Nexo también tiene una sección de su sitio dedicada a la nueva investigación académica, donde los investigadores pueden enviar sus trabajos para ser publicados, y los editores trabajan en ellos para hacerlos más comprensibles (la sección no sigue el modelo de The Conversation, que depende de instituciones académicas para obtener ingresos).
Este toque académico se explica por los antecedentes de sus dos cofundadoras: Rizzi es ingeniera y tiene un doctorado en Economía; Miraglia es una científica social doctorada en Antropología. Su tercer cofundador, Conrado Corselette, es un periodista de larga experiencia que se desempeña como editor jefe.
En septiembre de 2016, una vez que decidieron que su base de lectores era lo suficientemente grande como para comenzar a introducir el concepto de contenido pago, Nexo implementó el paywall que siempre había pretendido poner, esperando hasta que se completara oficialmente el proceso de destitución de Dilma Rousseff. Los lectores pueden acceder a cinco historias de forma gratuita y luego pagar 12 reales brasileños (US$3,81) por mes para tener acceso completo (ciertas secciones del sitio, como los podcasts y los videos, permanecen gratuitas). Nexo también ha comenzado a vender paquetes de suscripción a instituciones académicas.
Rizzi y Miraglia no contaron qué planes futuros tienen para Nexo, pero expresaron su interés por explorar más intensamente el formato podcast, que no ha alcanzado la misma popularidad en Brasil que en los Estados Unidos. También mencionaron la posibilidad de algunas "alianzas", ideas para "nuevos formatos en torno a las experiencias de los usuarios", y el desarrollo de dos aplicaciones.
"El discurso público en Brasil está muy polarizado. La idea del debate en sí misma está cuestionada. Queremos contribuir al debate público", sostiene Miraglia. "Comunicarnos con nuestros lectores es un aspecto clave en ese sentido. Tomamos muchas de sus sugerencias. Nos hablan para señalar nuestros errores y también para elogiarnos. Comparten gran parte de nuestro contenido. Es gratificante que nuestro público entienda lo que estamos tratando de hacer”.
Este post es una versión resumida del que apareció originalmente en Nieman Lab y es reproducido aquí con permiso.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Gustavo Gomes.