Cuando el brasilero Fernando Mello quiso publicitar el lanzamiento de su nuevo emprendimiento el mes pasado — Brio—, hizo lo que hacen la mayoría de los periodistas emprendedores: escribir un post en Medium.
"Mientras el mundo del periodismo sufre transformaciones y se precipita hacia lo desconocido, nuestro equipo de periodistas, editores, diseñadores, desarrolladores e ingenieros está lanzando un proyecto que aspira a convertirse en una ventana de oportunidades", escribió Mello en Medium (en inglés y portugués).
El lanzamiento de Brio es un signo de los tiempos del periodismo en Brasil: los periodistas consolidados están optando cada vez más por lanzar sus propios emprendimientos.
“Es el momento de mi vida para probar esto", dice Mello, que ha trabajado anteriormente en Folha de S. Paulo, en la revista Playboy de Brasil y en Veja.
Brio produce un periodismo narrativo detallado y divide las ganancias (US$3.99 por artículo) con los autores. Si bien el equipo proviene de distintos lugares del mundo, sus fundadores (Felipe Seligman, Breno Costa, Marc Sagarné y Tomas Silva) son brasileros o viven en Brasil. Sus primeros tres artículos se sumergen profundamente en el robo internacional de obras de arte, en las comunidades tibetanas de China e India, y en la dictadura militar de Brasil.
En este país, la prensa impresa nacional ha estado largamente dominada por un puñado de periódicos conservadores como Folha de S. Paulo, O Estado de S. Paulo y O Globo, e imperios editoriales como Abril.
Pero en los últimos tiempos estos medios se han deshecho de su personal, despidiendo a cientos de periodistas cada año. Aunque estas publicaciones todavía disfrutan de un alto número de lectores, los periodistas más ambiciosos no están muy entusiasmados en desarrollar toda su carrera en sus redacciones. Además, la tecnología digital ha bajado las barreras de entrada para el periodismo emprendedor.
En los últimos dos años, consolidados periodistas brasileros han lanzado decenas de sitios web independientes, con y sin fines de lucro. Estos sitios se especializan en diferentes temas, como el sistema judicial del país, la educación y la injusticia social. Tal vez otro indicador del aumento del interés de los periodistas brasileros por los emprendimientos sea su participación en programas de educación estadounidenses. Este año, tres periodistas brasileros fueron becarios del Centro-Tow-Knight para el Periodismo Emprendedor de la City University de Nueva York.
"El estado de los emprendimientos periodísticos y comunicacionales está realmente en sus primeras etapas”, dice Leandro Beguoci, un periodista digital de Brasil que fue becario Tow-Knight en 2015 y que está lanzando un emprendimiento llamado Outra Cidade. "Hace cinco o 10 años era imposible escuchar algo sobre un emprendimiento periodístico”.
Después de años trabajando en revistas para mujeres, Juliana de Faria se cansó de los clichés y estereotipos femeninos y creó su propio sitio: Think Olga.
"Decidí crear Olga para escribir artículos que siento que son más honestos y verdaderos para el lector”, cuenta de Faria. “Ha sido mi manera personal de luchar contra los estereotipos que vemos en los medios”.
De Faria admite que los últimos años no han sido fáciles. Si bien Think Olga ha tenido éxito entre los lectores (tiene más de 36.000 fans en Facebook), actualmente el dinero se ha convertido en un factor clave para que el emprendimiento siga funcionando. “Es lo que más me preocupa”, dice.
Dos años después de su lanzamiento, el modelo de negocio de Think Olga evolucionó para incluir también una consultora de negocios, Think Eva, en la que la publicación crea contenido patrocinado para clientes. De Faria se muestra alegre haber podido sobrevivir a esos momentos difíciles.
“Debes ser paciente porque esto lleva tiempo. No sucederá de un día para el otro. Si no está funcionando, no te preocupes”, dice.
A continuación te mostramos algunos de los emprendimientos periodísticos que fueron lanzados en Brasil durante los dos últimos años.
Cuando Juliana de Faria lanzó su sitio web, su objetivo fue crear una revista digital para mujeres que abordase lo femenino desde una perspectiva diferente.
Ponte es la versión brasilera del Marshall Project, pero con un foco más amplio en la seguridad pública, los derechos humanos, la justicia y la democracia. La seguridad pública es uno de los temas más cubiertos de Brasil, y este sitio profundiza en las raíces de los problemas.
Jota es la primera letra de la palabra “justicia”, y este sitio se ocupa del complejo sistema judicial de Brasil. Su eslogan es "Noticias jurídicas que hacen la diferencia". El sitio fue lanzado por varios periodistas que se han especializado en este tema durante años, como Laura Diniz, Bárbara Pombo, Felipe Recondo, Felipe Seligman y Iuri Dantas.
Un torcedor es un apasionado del deporte. Este sitio de noticias deportivas es la versión brasilera del Bleacher Report. El sitio brinda un espacio a contenidos generados por usuarios y alienta la creación de historias breves y virales.
Esta compañía de medios tiene la licencia para publicar la versión brasilera de Gizmodo, el sitio estadounidense especializado en tecnología. Trivela y Extratime se ocupan del fútbol y de los deportes estadounidenses, respectivamente. La compañía también está incubando el emprendimiento de Leandro Beguoci, Outra Cidade.
Un sitio sin fines de lucro patrocinado por Inspirare Instituto, que cubre ideas educativas innovadoras.
Papo de homem es la manera tradicional de decir en Brasil que es necesario tener una charla seria entre hombres. El objetivo del sitio es hacer que los hombres sean más civilizados. Con seis millones de vistas al mes, es el mayor sitio web independiente del país dirigido a hombres.
Hypeness quiere servir de inspiración para que la gente sea más creativa e innovadora. Los artículos del sitio presentan ideas únicas de todo el mundo.
El sitio comenzó como una guía de eventos gratuitos de San Pablo. Ahora ha evolucionado y abarca a 12 ciudades.
Este ambicioso sitio ofrece periodismo narrativo de formato largo y presenta un modelo de negocio en el que cada artículo es vendido directamente al lector.
El sitio se llama así por Ada Lovelace, una mujer inglesa que es considerada la primera persona en programar una computadora. Es un sitio de tecnología para mujeres.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Nico Paix.