No importa si trabajas desde tu sala de estar, desde un espacio de coworking o si eres un nómada digital luchando para encontrar una conexión wifi en cafés u hoteles, ser freelancer viene con sus propios desafíos. Las ventajas son obvias: establecer tus propios horarios, escoger tus propios proyectos y el privilegio de escribir para ganarte la vida.
Los inconvenientes, sin embargo, son igual de reales: la soledad potencial de trabajar por cuenta propia, la inseguridad de no tener un trabajo estable y la frustración de tener que escribir para ganarte la vida.
HackPack reunió a varios periodistas freelance para preguntarles cómo sobrevivir eligiendo este modo de trabajo. A continuación, sus consejos:
No tomes el rechazo de manera personal
Esta es la regla de oro del freelancer. Los escritores tienen egos notablemente sensibles y suelen volcar mucha pasión y energía en sus artículos.
Los editores pueden recibir cientos de propuestas por semana y cuentan con poco espacio publicar. A veces simplemente están enfocados en otro tema cuando llega tu propuesta. Otras veces tu propuesta no encaja en la publicación. La gran mayoría de las veces el rechazo no refleja el talento del autor.
Conoce a otros freelancers
Tenemos la idea de que ser freelancer es tener una vida sin preocupaciones, quedarse en casa, escribir en pijama. Sin embargo, puede ser un campo minado de confusiones. ¿Hasta qué punto pueden negociarse los precios? ¿Cuánto tiempo es razonable esperar un pago? ¿Cuáles son los mejores lugares para proponer notas? Atravesar una época de rechazos (algo común en la vida freelance) puede ser muy desalentador.
Conocer a otros periodistas autónomos que comprenden los desafíos de la industria puede ofrecer un importante alivio psicológico. Si te manejas bien en persona, los meetups son una buena manera de conocer a gente afín. Sin embargo, si te es difícil llegar a colegas en persona, puedes encontrar grupos independientes a través de las redes sociales que pueden traer un tesoro de consejos, puestos de trabajo y estímulos. Algunos grupos en Facebook son Freelance Writing, Careful Cents, Create Your Nomadtopia, Write On Online y Six Figure Freelancing.
Vístete para el trabajo que desees, no para el que tienes
Este viejo adagio también aplica para trabajar en casa. Parece banal, pero vestirte para un día de trabajo –jeans, una linda camisa, peinarte e incluso ponerte algo de maquillaje– puede hacer una gran diferencia en tu productividad.
Guarda dinero para las épocas de escasez
Como freelancer pasarás por épocas de poco trabajo. Si es posible, planifica esto para que sea solo una carga psicológica y no una financiera. Ten siempre un colchón, aunque sea para pagar tus impuestos en tiempo y forma.
Esto supondrá hacer trabajos que no te gusten demasiado. Si eres periodista, tal vez debas hacer algún trabajo en relaciones públicas. Si eres investigador, tal vez tengas que hacer alguna redacción creativa.
Valora tu tiempo
Algunos encargos son pagados en base al resultado final, pero otros pagos dependen de la cantidad de tiempo que estuviste trabajando en el producto. Si el trabajo que se te encargó se paga por hora, no solo cuentes el tiempo que invertiste en escribir; investigar, entrevistar y a veces viajar también comportan una inversión válida de tiempo y esfuerzo.
Trabajar desde casa puede dar a otros la impresión de que no estás realmente trabajando. Establece horarios y hazle saber a lo demás que, mientras trabajas, no puedes escaparte a tomar un café o ir de compras. Tus horas de trabajo son facturables y tan valiosas como cualquier empleo de oficina.
No estás compitiendo con nadie
En el trabajo, como en la vida, sentimos que estamos compitiendo con nuestros pares. Cuando uno elige una vida freelance, competir puede producir una burbuja tóxica de negatividad.
Puedes pasar un momento difícil cuando tus colegas o amigos consiguen un espacio codiciado en un medio o un cheque jugoso, pero recuerda que las cosas se dan vuelta con alarmante frecuencia. En una industria difícil como la nuestra, la solidaridad puede ser la clave para el éxito.
Comparte oportunidades cuando puedas; recomienda a un amigo para un trabajo si tú no puedes tomarlo. Ofrece ayuda. Trabaja activamente para tener una buena relación con otros freelancers. Si tienes un flujo de trabajo estable, puedes considerar asesorar a jóvenes promesas del periodismo.
Este post fue publicado originalmente en Medium, de HackPack, y es reproducido en IJNet con permiso.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía jeanbaptisteparis.