Dentro de la revolución digital iraní

por Kristin Peixotto and Damian Radcliffe
Oct 30, 2018 en Redes sociales

Tal vez no lo sepas, pero Irán está atravesando una rápida transformación digital.

El uso de Internet creció un 21% el año pasado y el país espera implementar la tecnología móvil 5G en 2020-21. Entretanto, los empresarios nacionales están desarrollando con éxito sus propias versiones de origen iraní de YouTube, Facebook, Google y Apple, servicios normalmente bloqueados en el país.

Como cuenta Niki Aghaei, consultora creativa de Teherán, el ritmo del cambio ha sido impresionante.

"En solo cuatro años hemos llegado a tener 22 millones de usuarios móviles activos en Irán utilizando aplicaciones, Internet y navegando a través de la red", dice. "Muchas otras cosas son muy tradicionales en Irán. Pero el mercado digital que tenemos es notablemente grande y muchas nuevas ideas están siendo implementadas”.

Lo que ha posibilitado esta expansión es, en parte, el despliegue de una banda ancha móvil más rápida y mejorada.

La primera red 3G del país fue lanzada por el proveedor iraní de telecomunicaciones Rightel en 2012, y no fue hasta finales de 2014 que otras compañías pudieron lanzar sus propios servicios de 3G o 4G.

Desde entonces, el país ha visto el despliegue de sistemas de pago online tipo Uber, como Snapp, Tap30 y Carpino, además de Dunro ­–una aplicación iraní de ubicación similar a Foursquare­­– y múltiples posibilidades de compra online.

"Hace un par de años no existía nada de esto", cuenta Aghaei. "Y no veo otro ejemplo en el mundo en el que se haya producido una transición tan veloz".

Una nación de súper usuarios

Estos desarrollos digitales suelen ser una sorpresa para los no iraníes.

"El mayor error de todos es que la gente ni siquiera sabe que Irán tiene un mundo digital”, explica Aghaei. “No pueden creer que tengamos 20 millones de usuarios en Instagram, por ejemplo. O que la tasa de participación triplique a la de América del Norte".

Sin duda, una razón clave detrás de ese nivel de participación es la escasez. Como señaló TechRasa, un sitio web de tecnología iraní en inglés, "el gobierno iraní ha bloqueado Facebook y Twitter”.

En cambio, Instagram "es la única plataforma popular de redes sociales que no está bloqueada en el país". Por ende, es una red que muchos iraníes han abrazado. La actriz iraní Mahnaz Afshar cuenta con 6,3 millones de seguidores en Instagram, y una fan page de Game of Thrones tiene ya más de 120.000 seguidores.

Con la llegada de las redes sociales, Irán también está empezando a notar el poder que los influencers digitales pueden tener en las decisiones de los consumidores, llegando a ser mucho más poderosos en este país que en otros mercados.

"La tasa de participación de los influencers es una locura", cuenta Aghaei. “Si vas a la página de Instagram de Mark Wahlberg, verás que tiene 7 millones de seguidores, y en muchos de sus posts apenas alcanza un par de cientos de miles de vistas; un número irrisorio porque hay muchos otros canales digitales a los que tienen acceso quienes no viven en Irán”.

En cambio, tener acceso a una gama más limitada de servicios significa que, en Irán, "la mayoría de los usuarios usan solo Instagram y Telegram como plataformas de comunicación".

Dicho esto, el protagonismo de los influencers podría no durar, sugiere Aghaei, debido a la sobreexposición. "El año pasado los influencers iraníes no ganaban dinero", explica. "Simplemente lo hacían por amor al arte, ya fueran comediantes, bloggers, Instagramers, Viners, fotógrafos... Pero debido a que las empresas están empezando a utilizarlos, los influencers están perdiendo su marca personal y con ello sus seguidores”.

Pero al menos por ahora, los influencers siguen siendo figuras digitales poderosas y famosas. Aghaei atribuye la rápida incorporación y uso de la aplicación de mensajería Telegram, en parte, a este grupo.

La aplicación cuenta ya con más de 40 millones de usuarios en el país, y es una plataforma muy utilizada para difundir noticias e información sobre negocios, celebridades y entretenimiento.

“En Telegram tienes canales, grupos y bots. Los canales son lugares donde hay cientos de miles de miembros leyendo lo que publicas", enfatiza Aghaei.

Avanzando

"Hace tres años no ibas a encontrarte con una valla publicitaria acerca de un sitio web, ni con ninguna promoción digital. Ahora yo diría que todas las empresas tradicionales ponen sus cuentas de Instagram y sus direcciones web en sus publicidades”, dijo Aghaei.

"La gente está abriendo los ojos e interesándose en entrar en el mundo digital", agrega. “Hoy en Irán todo se está haciendo online”.

Un factor clave es la comodidad. "A los iraníes les gusta la simplicidad", dice Aghaei. "Y muchas herramientas online pueden facilitar sus vidas".

Un ejemplo de ello son las transacciones bancarias por Internet. "La gente pasa de tres a cuatro horas al día dentro del tráfico vehicular en Teherán", dijo Aghaei. "La posibilidad de hacer todo online significa que no tiene que pasarse otra hora dentro del tránsito para ir a hacer sus pagos”.

Lo mismo se ha extendido a otros sectores de la vida, incluyendo pedir comidas caseras vía web, un emprendimiento de Maman Paz.

"Todo el mundo está buscando una oportunidad de ganar dinero y tener presencia activa online de alguna manera", concluye Aghaei.

La revolución digital de Irán, al parecer, apenas ha comenzado.

Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Esther Vargas.

Kristin Peixotto es graduada de la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad de Oregón. Es comunicadora estratégica especializada en participación de audiencias a través del poder de la tecnología. Síguela en Twitter: @kpeixotto27.

Damian Radcliffe es profesor Carolyn S. Chambers de Periodismo en la Universidad de Oregón, becario del Centro Tow para el Periodismo Digital de la Universidad de Columbia y becario de investigación de la Universidad de Cardiff. Síguelo en Twitter: damianradcliffe.