Cuatro países de Centroamérica están por debajo de los primeros 110 puestos del ránking de libertad de prensa en el mundo. Dos de ellos, El Salvador y Guatemala tienen una situación “muy difícil'', mientras que Honduras y Nicaragua reciben la calificación de “muy grave”, según el último índice de Libertad de Prensa, elaborado por Reporteros Sin Fronteras.
En esas aguas turbulentas navegan los periodistas de Divergentes, un medio de comunicación que investiga y somete a escrutinio cada palabra o dato engañoso que los poderosos del istmo centroamericano publiquen.
Para esto utilizan su sección Diver-Check, un espacio donde califican las afirmaciones como acertadas, con datos escasos, engañosas, nada confiables, sin datos disponibles o poco confiables.
Así se logró desmentir al régimen cuando dijo que Arturo McFields no era el representante de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Esto se dio luego de que McFields criticó al régimen en una sesión del consejo permanente de la OEA.
El equipo de Diver Check acudió a la propaganda oficial del gobierno nicaragüense en redes sociales para contrastar sus recientes afirmaciones con sus actos oficiales. Así se descubrió que el embajador que les criticaba aún no había sido removido de su cargo.
Intimidación del régimen
Su director, Néstor Arce, afirma que dos de sus compañeros en Divergentes tuvieron que exiliarse en Costa Rica por amenazas de la Fiscalía. A Wilfredo Miranda lo amenazaron con ocho años de cárcel y a Carlos Herrera lo llamaron a comparecer por formar a periodistas a través de la fundación de la periodista Cristiana Chamorro, hoy condenada por supuesto “lavado de dinero”.
“Yo estoy en Costa Rica porque existe un asedio sistemático, no solo de manera física sino digital”, afirma Arce, quien sostiene que esa intimidación digital les hizo investigar el funcionamiento de las granjas de trolles del Frente Sandinista, el movimiento político que acuerpa a Daniel Ortega, presidente de Nicaragua.
Esta investigación logró que Meta, empresa dueña de Facebook, WhatsApp e Instagram, eliminara 37 cuentas de Facebook, 140 páginas, 24 grupos y 363 cuentas en Instagram. Estas páginas buscaban “controlar el ecosistema informativo cotidiano de los nicaragüenses”, según el documento que publicó Meta.
“Estos trolles dirigían ataques a cuentas de activistas, periodistas, personajes de organismos internacionales, analistas y otros. Específicamente a nosotros nos comentan en redes que somos pagados por los estadounidenses, que nos fuimos de Nicaragua inventando persecución porque buscamos plata, que lavamos dinero, etc.”, comentó el director de Divergentes.
El contexto en Nicaragua es el más grave de Centroamérica. Desde mayo de 2021 todos los medios de comunicación dejaron de firmar con los nombres de sus reporteros. Solo quienes se han exiliado en otros países pueden tomarse la confianza de hacerlo, explica Arce.
El director explica que la ausencia de una firma responsable así como el anonimato de las fuentes no pone en riesgo la veracidad de las informaciones.
“Las fuentes ya no te hablan abiertamente, al menos las que siguen en Nicaragua. Tu vecino puede ser un miembro del partido, puede estarte vigilando y dando información sobre tus movimientos. Cuando vamos a la fuente especialista, la trabajamos bajo el anonimato”, lamentó el periodista.
Innovación en formatos
Uno de los descubrimientos principales de Divergentes es la plataforma TikTok. Su cuenta en esa red social ya supera los 86.000 seguidores y ha recibido más de un millón de “me gusta” en sus videos.
En Divergentes reconocen que cuando se inició con el ejercicio de fact-checking se tornaba algo muy académico que desembocaba en textos de largo aliento.
“Hicimos un sondeo con nuestros seguidores y encontramos que les interesa el contenido de fact-checking. Lo encontraban extenso, aburrido, no terminan de leer notas. El formato nuevo es una frase, cita o dato que queremos fact-chequear más una explicación breve de 400 palabras”, dijo el director.
Arce reconoce que si bien los textos nacen en el escrito, posteriormente se evalúa su potencial para convertirlo en video de TikTok, plataforma idónea para presentar información en formato explicativa.
“TikTok nos ha servido como un formato de explicador, se ha vuelto bastante popular. Vemos si un texto de fact-checking sirve para texto y viceversa. No hay una regla específica”.
Divergentes también usa TikTok para hacer videos humorísticos, relatar noticias e ironizar sobre algunas situaciones en Nicaragua. Por asuntos de seguridad, se protege la identidad de la periodista que protagoniza estos videos.
Apuesta por las audiencias jóvenes
En 2021 TikTok se coronó como la red social más descargada y en la que pasan más tiempo las personas, especialmente las poblaciones jóvenes. Además, en esta red cualquier persona puede hacerse viral. Su algoritmo prioriza las caras nuevas y la calidad del contenido por encima de quién es la persona o empresa que publica.
“Tenemos un año, hemos construido una comunidad bastante fuerte allí”, dice Arce.
La esperanza del director de Divergentes es que, al utilizar esta plataforma, se pueda influir en el pensamiento crítico y en la generación de adolescentes jóvenes que pasan su tiempo en esta red social.
Imagen: captura de pantalla del sitio Diver-Check.